Iguacel: "Hay empresas que se acostumbraron al intervencionismo total y no quieren competir"

El ministro de Energía señaló que una porción minoritaria del mercado de combustibles pretende "que sigamos fijando precios en vez de competir libremente con los demás"

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El ministro de Energía, Javier Iguacel.
El ministro de Energía, Javier Iguacel.

El duro aumento de tarifas que afronta la economía argentina tiene la otra cara: la de la corrupción que utilizó a la obra pública para quedarse con el dinero de proyectos que nunca se realizaron y hoy dejan expuestas serias deficiencias en infraestructura.

"Estamos reclamando USD 1.000 millones por la 'maquinaria' de robarle a los argentinos, hay 26 denuncias penales por obras que se hicieron a medias y se cobraron a precios de fortuna", expresó el ministro de Energía, Javier Iguacel, quien apuntó a funcionarios y empresarios protagonistas del gobierno anterior, como Julio De Vido, José López y Lázaro Báez.

"Si hubo dos catástrofes del kirchnerismo fueron la corrupción y la crisis energética", definió Iguacel.

El ministro aludió además a la falta de combustible que distribuidoras y estacioneros denuncian.

En diálogo con radio Mitre consideró que la política de "intervencionismo total" aplicada sobre el sector de la energía durante la administración anterior "generó muchas distorsiones" en la producción y el cuadro tarifario.

"Hay empresas que se acostumbraron a ese sistema y no quieren competir, porque capacidad de refinamiento hay, crudo hay, capacidad de importar y exportar libremente hay, con lo cual no hay ninguna razón para que falte", puntualizó el ministro.

 
Si hubo dos catástrofes del kirchnerismo fueron la corrupción y la crisis energética

"Pretenden algunos –más del 70% del mercado no– que sigamos fijando precios en vez de competir libremente con los demás. Y un poco pareciera que está pasando eso", afirmó Iguacel.

"Confío en que 40 millones de argentinos, eligiendo dónde comprar, a quién comprarle, el mejor precio, van a ser mucho más eficientes que Javier Iguacel, decidiendo con tres personas cuál es el precio. Por eso no hay ninguna restricción. Y si creen que el precio que les están vendiendo no es suficiente para pagar sus costos, serán más caros que los otros y perderán volumen", dijo el ministro de Energía.

"Con USD 70 el barril, el negocio es más que saludable. Hay un mercado saludable y que puede competir. Por eso le digo a algún chacarero que está escuchando que si el distribuidor de siempre no le puede entregar, que busque otro", apuntó.

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"Los argentinos tenemos una oportunidad histórica de la posibilidad de ser un país que se siente en la mesa de los grandes productores de energía, que pueda exportar productos gracias a la energía barata, consumir a bajo precio relativo, exportar y dar vuelta la economía", confió el funcionario que reemplazó a Juan José Aranguren.

En ese aspecto, dio el ejemplo de los desarrollos de energía renovable: "Están en obra proyectos por más del 20% del consumo. Está pasando, no es una promesa".

"Por otro lado está Vaca Muerta, es la segunda reserva mundial de gas no convencional y cuarta de petróleo", indicó, y comentó que con explotar una novena parte del megayacimiento de "shale" "podremos autoabastecernos y exportar por la misma cantidad durante 30 años".