En el último año cayó el empleo asalariado en blanco y crecieron fuerte en negro y autónomos

La Encuesta Permanente de Hogares del Indec correspondiente al tercer trimestre registró un singular aumento de la precariedad laboral

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Pese a los controles de la AFIP, volvió a crecer la informalidad laboral (AFIP)
Pese a los controles de la AFIP, volvió a crecer la informalidad laboral (AFIP)

A dos años del gradualismo que eligió el nuevo gobierno para "normalizar" la economía, en particular en lo que respecta a las medidas para bajar el costo argentino, desalentar la informalidad y promover el crecimiento de la actividad agregada, tanto hacia adentro, como hacia afuera, los datos duros del nuevo Indec dieron cuenta de resultados buenos en el agregado, pero muy malos cuando se analizan los componentes.

Esa es la primera lectura que se trae de los Indicadores Socieconómicos que surgen de la Encuesta Permanente de Hogares, correspondiente al tercer trimestre.

Los datos duros y complejos, como son los números relativos, dieron cuenta que la participación de los asalariados en todas las actividades: registradas e informales, en relación de dependencia o como independiente, y en el sector público, se achicó del 75,4% al cierre del tercer trimestre de 2016, a 74,5% un año después. Fue la menor proporción en 12 años, para el período de julio a septiembre.

La participación de los asalariados en el mercado de trabajo es la más baja en 12 años, con 74,5% del total

De ese total, la representatividad de los ocupados en negro (sin descuento jubilatorio) se elevó de 33,8% a 34,4%, la mayor relevancia en cuatro años.

Mientras que los "no asalariados", que comprende a los autónomos, monotributistas y monotributista social, se expandió de 24,6% a 25,5 por ciento.

Más ocupación, pero de menor calidad

En términos de cantidad de personas que participan en el mercado de trabajo con una ocupación rentada, la relación entre los Indicadores Socioeconómicos y la Encuesta Permanente de Hogares sobre empleo y desempleo, determinó que al cierre del tercer trimestre de 2017 estaban ocupadas 19,4 millones de personas, de las cuales 14,4 millones lo hacían en condición de asalariado y poco más de 4,9 millones como independiente.

En el primer caso, significó un crecimiento de casi 305 mil puestos, que posibilitó alcanzar un récord absoluto; con apenas una suba de 55.100 personas en calidad de asalariados y casi 250 mil como independiente, principalmente monotributista social, y en menor medida monotributista puro, en tanto cayó la proporción de autónomos.

Y cuando se avanza en la desagregación de la variación de la ocupación entre los trabajadores en relación de dependencia surgió que los que están en blanco disminuyeron en casi 36.000 personas, por los despidos que se registraron en la actividad petrolera, la industria electrónica de Tierra del Fuego, y también en otros sectores con pobre competitividad de la actividad textil, del calzo, entre otras; y por el contrario, en negro se crearon unos 91.000 puestos netos.

En el último año a septiembre se perdieron 36.000 puestos asalariados en blanco y se expandieron en casi 91.000 los en negro

En el Gobierno aseguran que este fenómeno del resurgimiento del empleo en negro y de la precariedad laboral se explica por el "alto costo del trabajo, con cargas patronales que se asegura duplican el promedio de la región y de los países con los que la Argentina aspira a competir", dijo el ministro Nicolás Dujovne en su presentación ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, para explicar los fundamentos de la propuesta de reforma tributaria que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados.

Sin embargo, en el sector privado agregan como causales de ese escenario la suba del costo del dinero y el rezago del tipo de cambio, porque afecta a la competitividad de las empresas instaladas, y explica la debilidad del crecimiento de la inversión productiva.

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