Las vitaminas anímicas que recibió la Selección en la previa de la final y contra quién perdió Messi la corona en el torneo de truco

El grupo incorporó a las estrellas que quedaron en el camino por lesión y problemas físicos. La intimidad de la previa de la gran definición del Mundial Qatar 2022 ante Francia

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Abrazos por doquier en la selección argentina. Una imagen que ilustra la unión del grupo
(REUTERS/Molly Darlington)
Abrazos por doquier en la selección argentina. Una imagen que ilustra la unión del grupo (REUTERS/Molly Darlington)

Sergio Agüero realiza un chiste y todos ríen, incluido Giovani Lo Celso, el mediocampista que se perdió el Mundial de Qatar por una lesión. El Kun y Lo Celso no forman parte de la lista de buena fe del Mundial, pero en el plantel de la selección argentina los sienten como propios y por eso se los ve con frecuencia en la Universidad de Qatar, la concentración aquí en Doha. Y hoy regresaron a la capital de este país Joaquín Correa y Nicolás González, los dos futbolistas que se perdieron el Mundial por distintas lesiones incluso habiendo estado en el búnker los días previos al comienzo de la competencia.

Agüero tuvo que dejar el fútbol por un problema cardíaco en diciembre del año pasado y Lo Celso se quedó afuera del Mundial por un desprendimiento en la inserción del músculo en el bíceps femoral de la pierna derecha que sufrió el 30 de octubre en un partido con Villarreal, su equipo. Están en Qatar porque se sienten parte del grupo que el domingo buscará la tercera estrella mundial para el fútbol argentino en la final ante Francia. Después de todo, ambos formaron parte del plantel que el año pasado conquistó la Copa América al ganarle a Brasil en el Maracaná tras 28 años sin títulos a nivel mayores.

Con los arribos a Doha de Joaquín Correa y Nico González, el campeón de América y de la Copa Euroamericana aguarda el partido más deseado del Mundial cobijado por la presencia y el afecto de cuatro futbolistas que formaron parte de buena parte del ciclo de Lionel Scaloni, el técnico que con 44 años está a las puertas de la gloria máxima luego de las dudas y los cuestionamientos que generó su desembarco en el cargo a mediados de 2018.

Lo Celso vive desde la previa del partido ante Croacia junto al plantel argentino en la Universidad de Qatar, el mismo lugar donde dormirán desde hoy Correa y Nico González. Mientras que Agüero está alojado en un departamento del centro de Doha junto a parte de su familia.

Las presencias de Agüero, Lo Celso, Joaquín Correa y Nico González son vitaminas anímicas para un equipo que llegará a la final con un día más de descanso que los franceses, ya que el campeón del mundo le ganó 2 a 0 a Marruecos el miércoles, 24 horas después que el 3 a 0 que Argentina le asestó a Croacia.

Subido a una ilusión desbordante, el seleccionado consume las horas previas a la final entre entrenamientos de a lo sumo dos horas diarias, sesiones de video para repasar los movimientos ofensivos y defensivos de Francia, descanso con siestas poco menos que religiosas y partidas maratónicas de truco luego de la cena que solo se interrumpen los días previos a los partidos para propiciar un mejor cuidado físico. Antes del almuerzo y en la previa de la cena, son habituales los encuentros en alguna habitación para tomar mates y matizar las horas ociosas en grupo.

El tridente campeón de truco fue el conformado por el presidente de la AFA, Claudio Tapia; por el gerente de Selecciones Nacionales, Omar Souto; y por Alberto Pernas, empleado administrativo de la AFA. Le ganaron la final a Damián Albil, uno de los entrenadores de arqueros del seleccionado; Jorge Miadosqui, secretario de Selecciones; y Nicolás Pérez, uno de los utileros.

El sector de la gigantesca Universidad de Qatar donde está alojado el equipo argentino está ploteado especialmente para la ocasión, entre otras cosas con imágenes alusivas a la consagración en la Copa América 2021 en el Maracaná. En las habitaciones, las sábanas de los futbolistas son celestes y blancas, y tienen el logo de la Asociación del Fútbol Argentino. “Somos todos, somos uno”, se puede leer en varios sectores del búnker albiceleste.

También hay una gigantografía de Messi y desde el primer piso cuelga un logo gigante de la AFA. Y en el ingreso al edificio resalta la leyenda: “Bienvenidos, campeones de América”. El plantel que vive bajo ese techo buscará que ese mensaje quede obsoleto el domingo, cuando Argentina intente ser campeón mundial por tercera vez en la historia.

En el edificio que habita la Selección también hay un salón de juegos que cuenta con una mesa de pool, otra de ping pong, dos metegoles, un aro de básquetbol, dardos, dos sillones gamers y una pantalla grande para videojuegos. Enzo Fernández, “Cuti” Romero, Lisandro Martínez, Julián Alvarez y Thiago Almada, no por casualidad los más jóvenes del plantel, son los que más tiempo pasan jugando a la Play Station. Sin embargo, ninguno de esos pasatiempos logra superar al truco, la vedette de la estadía de Argentina en Doha, donde el tridente Lionel Messi, Rodrigo De Paul y Leandro Paredes perdió la corona que había ganado en la Copa América de Brasil 2021.

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