River Plate se quedó con un durísimo triunfo ante Patronato (de hecho, Armani atajó un penal y fue figura) gracias a un gran gol edificado por la sociedad con la que sueñan los Millonarios: Juanfer Quintero-Miguel Borja. El Colibrí rubricó el 1-0 a los 9 minutos del segundo tiempo, luego de una combinación de alto vuelo con su compatriota, que lo asistió en tres de las siete conquistas que lleva desde que desembarcó en Núñez.
El enganche condujo en velocidad y encontró a Borja con un pase fuerte y al pie en el borde del área. Allí, con un defensor por delante, el ex Palmeiras se tomó un segundo extra, enganchó, y definió con calidad para quebrar la paridad. Lo celebró con una remera en agradecimiento a Dios.
“Se pudo ganar, se pudo sumar, se pudo aportar al equipo que es lo que más quería”, dijo Borja tras el encuentro. Respecto a su excelsa resolución, con alguna reminiscencia a lo que ofrecía Teo Gutiérrez, señaló: “Es lo que entreno cada día, la frialdad dentro del área, estoy agradecido”, planteó.
En efecto, el ariete, de 29 años, atraviesa el período de adaptación al fútbol argentino, más allá de que lo está transitando con llegada a la red. La puesta a punto implica el acostumbramiento al roce y la velocidad de la Liga, además de la necesidad de involucrarse en la propuesta de Marcelo Gallardo, que le exige que participe de la presión y se sume al circuito de juego fuera del área.
Para ello, el DT tiene mucho diálogo con él y hasta se queda trabajando fuera de hora. En pos de que su capacidad goleadora se luzca con la Banda, Quintero (o esta versión cada vez más mejorada de Quintero) se puso a su servicio. Se vio en el gol y en varias otras situaciones.
De hecho, Borja contó con la chance de convertir un segundo tanto, (también tras asistencia de Juanfer), pero el duelo ganó el arquero Facundo Altamirano, ante una definición muy similar, con enganche previo, aunque esta vez el portero, bien cerca suyo, se arrojó para bloquearlo. “Tuve una más, pero fue virtud de él, por eso lo felicité”, reveló el colombiano, aunque la oportunidad dilapidada le valió un reto de su socio.
“Ahí me reprochó un poco Juanfer, quiere que las haga todas, las tengo que meter todas las que el Enano me ponga ahí”, contó los entretelones de la hermandad que empujó a River a su tercer triunfo consecutivo y a mantenerse en la pelea por el título, aunque la diferencia de puntos con Boca (cuatro) y Atlético Tucumán (tres) le recuerde que es una empresa difícil.
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