El ex barra de River William Schlenker amenaza desde “la villa” del penal de Marcos Paz: “Si en dos años no me liberan, me mato”

A 15 años del asesinato a Gonzalo Acro, por el que fue condenado como instigador, el ex referente de Los Borrachos del Tablón le echa la culpa a su hermano Alan de su situación y reclama: “Si yo hubiera formado parte de la banda que mató a Cabezas ya estaría afuera”

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"Yo entiendo: somos rubios, de clase alta, fuimos a un colegio bilingüe, somos descendientes de alemanes, universitarios, con campos y cursos de aviación. La novela cierra perfecta. Pero es eso, una novela", se defiende (NA)
"Yo entiendo: somos rubios, de clase alta, fuimos a un colegio bilingüe, somos descendientes de alemanes, universitarios, con campos y cursos de aviación. La novela cierra perfecta. Pero es eso, una novela", se defiende (NA)

A 15 años del crimen de Gonzalo Acro, William Schlenker llama desde el penal de Marcos Paz donde pasa sus días hace ocho años y tres meses. El aniversario lo encuentra acelerado en las palabras y firme en sus argumentos. Es la segunda vez que hablará desde que el 9 de agosto de 2007 se produjo aquel asesinato que conmocionó a la sociedad (la anterior nota, también con Infobae, data de dos años atrás). Insiste en su inocencia, en haber recibido una condena a perpetua sólo por portación de apellido pero dice algo más: “Si en dos años no me revisan esta injusticia y me liberan, me mato. Los que asesinaron a Cabezas pasaron ocho años y medio en la cárcel. Lo secuestraron, lo esposaron, lo mataron, lo metieron en un baúl de un auto y lo prendieron fuego. Y la Cámara les bajó la perpetua a 20 años y salieron en ocho y medio (NdR: no fue para todos los implicados y se beneficiaron de la vieja ley del dos por uno). Si yo hubiera formado parte de esa banda ya estaría fuera pero como me llamo Schlenker… ¿Yo que no hice nada voy a salir a la calle cuando tenga 80 años? No. Si no reparan esta injusticia me mato”.

El menor de los hermanos Schlenker lo dice con la misma convicción con la que en 2009 inició una huelga de hambre por su situación y bajó 33 kilos hasta que logró la excarcelación, aunque después del juicio de 2011 y la confirmación posterior de la Cámara volvió a la reclusión bajo la pena de prisión perpetua por instigación del crimen. Ahora cuenta que está por terminar la licenciatura de periodismo, que le falta menos de un año y que estudiar le permite despejar la cabeza mientras espera que prospere su recurso de queja ante la Corte y que la Corte Interamericana de Derechos Humanos se interiorice en su tema. Y da más ejemplos de lo que él interpreta como una injusticia. “¿Vos viste el caso María Martha? Carrascosa se comió 20 años hasta que la Corte dijo que era inocente. ¿Los tipos tiraron una bala por el inodoro, limpiaron la sangre, trucharon el certificado de muerte, no querían que ingresara la Policía y la Corte recibió el caso y le dio la razón? ¿Y el mío ni siquiera lo tratan? Si no sos político o amigo de los jueces no les importa. Te digo más: al Pájaro Cantero que manda a matar a medio Rosario le dan 35 años y a mí perpetua sin una prueba. No es justo”.

-Supongamos que vos tenés razón y no todos los jueces y fiscales que intervinieron en el caso. ¿Por qué te harían esto?

-Por culpa de Alan. Si yo hubiera sido el jefe de la barra brava nada de esto habría pasado. Porque jamás habría ido a espiar a Adrián Rousseau y su banda o me hubiera preocupado por ellos. Yo le dije a Alan: “¿Se están juntando de nuevo? Dejalos, si vienen a la cancha los sacamos a trompadas”. Porque yo siempre me peleé mano a mano. Pero no. Tenían que ir a vigilarlos a ver qué hacían como cuando fueron a Don Torcuato, o ir hasta la casa de Adrián para que diera la cara, o juntarse en una pizzería a ver qué pasaba si ellos volvían. Unos tarados. Si el tema estaba claro: a nosotros no nos daba más que para ir al Monumental y de visitante hasta Rosario, porque Alan era el único jefe que no conseguía financiación de la dirigencia. Y ellos iban a ir de visitante cuando se jugara lejos. Pero no me hizo caso. Y después los de Palermo van con la idea de lastimar a Acro y lo matan sin que nosotros supiéramos lo que iban a hacer.

Los Schlenker dominaron la popular de River en sociedad con Rousseau, pero el acuerdo se rompió tras el Mundial de 2006
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-Si no sabían nada, ¿por qué la banda de Palermo no los despegó en el juicio?

-Porque son unos tarados, se pensaban que mintiéndole a la Justicia iban a zafar. Inventaron que a Acro lo mató Wity, que no sabían ni quién era. ¡No se defendieron ellos nos van a defender a nosotros! Si contaban la verdad se comían 20 años, pero nosotros salíamos libres. Mirá si yo voy a instigar a Luna que tenía una foja delictiva tremenda y yo no tengo ni una multa de tránsito. El tema es que mi apellido es Schlenker. Si me llamaba González me liberaban al toque. Pero como Alan era mi hermano… Yo no era el mejor amigo de Adrián Rousseau, al contrario, lo eché yo del club. Yo les arruiné el negocio. No estuve prófugo como Alan, siempre a derecho. No tuve ninguna otra causa a diferencia de mi hermano. Las reuniones del Día del Amigo, del lunes, del martes, previa al crimen son todas de él. No instigó a nadie, pero armó esas reuniones. Yo ni estuve. Por eso quiero un juicio nuevo y justo. Si me acusan de instigar y ni siquiera me preguntaron sobre eso. Decían que había hablado por el arma homicida con el Raba Torres y lo conocí en prisión. Rubén Rodríguez, el “testigo estrella”, que decía que nosotros esa noche cuando íbamos a tomar un helado en el auto hablábamos en clave después se desdijo. Si el que hablaba con Pluto Lococo (otro ex Borracho del Tablón, condenado a 10 años) era él. A mí la Cámara me confirma la perpetua con un juez que dice que a Acro lo mataron en Núñez desde una moto. Es joda: todos saben que fue en Villa Urquiza y bajaron de un utilitario. Ni leyeron la causa porque había que condenarnos de antemano. Yo entiendo: somos rubios, de clase alta, fuimos a un colegio bilingüe, somos descendientes de alemanes, universitarios, con campos y cursos de aviación. La novela cierra perfecta. Pero es eso, una novela. Para justificar que yo supuestamente quería que mataran a Acro dicen que fue porque él me ganó la pelea en los quinchos. Jaja. Si lo rompí todo esa tarde. ¿Quién dejó de ir a la cancha, él o yo? A mí si me van a condenar por algo es por lesiones, porque a todos los que me enfrenté les inflé la cara. Acro, Adrián, Caverna, todos. Pero matar… No puedo creer lo que estoy viviendo. Yo soy de clase alta y estoy viviendo en la villa, porque ese es mi pabellón en Marcos Paz. No es que me agrande, pero yo te dije a vos de los bitcoins hace unos años en la otra nota y sigo haciendo plata desde acá adentro con mis inversiones. Y tengo mi novia, que es Samantha Farjat. Por eso soporto pero todo tiene un límite. Yo sé que esta nota no me va a salvar ni hundir, pero quiero que se conozca mi verdad. Porque si no revisan mi caso tengo que comerme 50 años firme por perpetua. Y no lo voy a hacer. Si para la Justicia recién voy a salir a la calle a los 80 años, yo me mato. Porque soy inocente y quiero un nuevo juicio para demostrarlo.

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