El plan de Gallardo para administrar la ventaja ante Boca y “lo único negativo” de la serie para River

La frase sale de la boca de una de las personas cercanas a Marcelo Gallardo. “Lo único negativo de la serie ante Boca es que entre el partido de ida y la revancha hay 21 días de distancia y la espera se hace un poco larga”. En otras palabras, en River hubieran preferido que el desquite en la Bombonera se jugara a la vieja usanza, es decir a la semana siguiente del choque de ida. “Pero en realidad es un tema menor. Lo más importante es que ganamos 2 a 0 y que quedamos bien parados”, agrega la misma fuente, conforme con la ventaja conseguida el último martes en el Monumental.

River comenzó la larga vigilia hasta el duelo del martes 22 en la Bombonera con la tranquilidad del resultado positivo conseguido en la ida, la confianza que le generan las buenas respuestas del equipo cada vez que hay un partido trascendental y la certeza de que anotar un gol en la Bombonera potenciará mucho más aún su chance de llegar a la tercera final de Copa Libertadores en el ciclo de Gallardo, que ya tiene en su haber las de 2015 y 2018.

Si River convierte en la cancha de su rival de toda la vida, obligará a Boca a golearlo 4 a 1 para llegar a la instancia decisiva. Por eso, aseguran por lo bajo alrededor del Muñeco, River saldrá a tratar de imponer condiciones en la Bombonera para buscar ese gol que lo deje a tiro de la final del sábado 23 de noviembre en Santiago de Chile ante el ganador de la serie que Gremio y Flamengo igualan 1 a 1 luego del primer cruce en Porto Alegre.

Gallardo y su cuerpo técnico ya tienen diagramada la planificación hasta el 22. De los tres partidos que deberá jugar River antes de ir a la Bombonera, en dos lo hará con mayoría de titulares y en uno saldrá con una formación alternativa para preservar al conjunto de gala. La formación titular jugará el próximo domingo ante Patronato, por la Superliga en el Monumental, y el viernes 11 en Mendoza frente al ganador de la serie entre Talleres de Córdoba y Almagro, por los cuartos de final de la Copa Argentina. Y un equipo de suplentes será el encargado de visitar a Arsenal, por el campeonato local. ¿Por qué el Muñeco pondrá una formación alternativa en Sarandí? Porque ese encuentro tendrá lugar el sábado 19 de octubre, es decir tres días antes del segundo duelo copero ante Boca.

Siempre atento a cada detalle de la logística, el entrenador de River les dará rodaje a los titulares en dos encuentros por tres razones: 1) quiere seguir prendido en la lucha por el título de la Superliga, en la que está a cuatro puntos de Boca, el líder, 2) si bien está tercera en su escala de prioridades detrás de la Libertadores y de la Superliga, le da mucha importancia a la Copa Argentina, una competencia que ya celebró en 2016 y 2017, y 3) sabe que el equipo principal necesita mantener su ritmo futbolístico y además cuenta con cinco días de descanso entre partido y partido.

En cambio, la menor distancia que existirá entre el juego ante Arsenal y la presentación en la Bombonera lo obligará a repetir la fórmula que utilizó en la victoria 2 a 0 ante el Gimnasia de Diego Maradona, en La Plata: preservó a todos los titulares del primer Superclásico a excepción de Javier Pinola, sobre quien entendió que necesitaba seguir sumando minutos para tratar de acercarse a su mejor versión.

Gallardo decidirá la próxima semana si convoca a Leonardo Ponzio y a Juan Fernando Quintero, recién recuperados de sus lesiones, para el partido de la Copa Argentina en Mendoza. Es posible que allí ambos empiecen a sumar minutos, algo indispensable para que el técnico los pueda llevar al banco de suplentes el 22 en la Bombonera. Si no juegan en Mendoza, seguramente lo harán ante Arsenal, por la Superliga, e incluso no hay que descartar que puedan ser titulares.

El Muñeco aguarda ansioso por la recuperación de los lesionados Bruno Zuculini y Cristian Ferreira, especialmente para ver si puede contar con ellos en Sarandí. Zuculini se recupera de una contusión en el recto anterior derecho que sufrió frente a Gimnasia, mientras que Ferreira trata de dejar atrás el esguince de rodilla derecha que padeció en un entrenamiento el 10 de septiembre.

Luego de ese choque ante Arsenal, el plantel volverá a concentrarse en el hotel Hilton de Pilar desde el domingo 20 y allí esperará la revancha ante Boca, alejado del ruido y del clima de Superclásico que se vivirá en el Monumental, donde el equipo suele concentrar para los partidos de la Superliga. En el medio, habrá escasa exposición de los futbolistas y de Gallardo ante los medios.

Así será la vigilia de River de cara a otro Superclásico copero, ese en el que buscará quedar 5-0 arriba en los mano a mano ante Boca durante el ciclo de Gallardo, ya convertido en el más ganador de la historia del club.

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