
Fue el escándalo del verano. El martes 16 de enero, la Argentina se levantaba con la noticia de que tres jugadores de Boca, titulares todos ellos, estaban involucrados en una causa complicada por lesiones leves, amenazas y presunto abuso sexual y privación ilegítima de la libertad sobre dos chicas que habían estado con ellos en un departamento de Puerto Madero.
Por entonces, Guillermo Barros Schelotto decidió que ninguno viajara a Mar del Plata a jugar el clásico de verano frente a River. Pero el reinicio del torneo los encontró otra vez en la cancha. A casi 45 días, el escándalo se apagó en los medios pero no así en la Justicia: la causa sigue su rumbo y ya hubo una primera audiencia de mediación que no tuvo resultado positivo para cerrar el caso.
Los involucrados inicialmente eran los volantes Edwin Cardona, Wilmar Barrios y Frank Fabra. El proceso que ya no está en secreto de sumario dejó afuera por ahora al talentoso mediocampista ofensivo, en un estado similar al marcador lateral, y sólo tiene en la mira al volante central, acusado de lesiones leves.
¿Qué fue lo que ocurrió? Quién denunciaba a Cardona era Amanda Khaterine Alayo, de profusa actividad en las redes sociales con videos hot y fotos con futbolistas. Alayo estuvo el sábado 15 de enero en el piso de los colombianos e hizo una presentación ante Prefectura apuntando directamente a una situación vejatoria por parte de Cardona. Y también hizo un descargo judicial. Pero nunca fue al Palacio a ratificar sus denuncias ante la jueza Alejandra Provitola.

Su elección fue distinta: iniciar una mediación civil para lo que intimó a los futbolistas y a Boca, que envió a un abogado del club.
El trámite, que se realizó en una oficina de la calle Paraná en el centro porteño, dejó todo en un impasse por lo que Cardona por el momento quedó fuera del caso. Sin embargo, Alayo dejó en claro que si no hay acuerdo impulsaría la demanda, ya que la ley le da dos años de gracia para iniciarla, aunque cuanto más tiempo pase, más difícil le será probar sus dichos.
En cambio, la situación de Barrios es distinta ya que fue acusado por Cintia Del Carmen Giménez por lesiones leves que quedaron acreditadas. Y es quien tiene los audios de compatriotas de los jugadores pidiéndole arreglar la situación.
Ayer debía ratificar la denuncia ante la jueza Provitola para formalizar la querella, pero pidió 20 días de gracia porque perdió el embarazo de tres meses que cursaba. Esto podría complicar la situación del futbolista ya que Giménez habría deslizado ante sus íntimos que el aborto espontáneo podría tener que ver con el stress que vivió aquella noche. Claro que en los registros del hospital Pirovano figura ingresada recién a mediados de febrero y el hecho denunciado es de un mes atrás, por lo que se verá cómo toma el caso la Justicia si se presentara.

Tampoco ella parece querer llegar a esa instancia y también optó por la vía de la mediación, cuya primera audiencia se haría efectiva el 9 de marzo, apenas unos días antes de que la propia Giménez deba ir a juicio acusada por un boxeador de lesiones leves.
¿Cómo es esto? Giménez trabajaba en el local nocturno Cocodrilo, además de contar con un contrato como empleada de planta transitoria del Senado bonaerense, donde ingresó por la bancada del Frente Para la Victoria, y que perdió tras el escándalo.
Un cliente habitual del boliche concurrió una noche con su pareja y se habría dado una escena de celos que terminó con una persecución y lesiones leves tanto de Giménez, que dijo ser agredida primero, como del boxeador. Quién fue víctima y quién victimario lo definirá la magistrada Graciela Angulo, del juzgado correccional y criminal 51.
Ahora bien, ¿por qué en el caso de los jugadores no hacen lo mismo, ratifican todo lo denunciado y dejan que la Justicia avance? "Porque mis clientas fueron amenazadas de muerte, tienen mucho miedo y desde que optaron por el camino de la mediación y los futbolistas volvieron a jugar, todo se calmó. Pero eso no significa que no puedan ratificar y ampliar una denuncia en una testimonial, si así lo desean", le dice Marcelo Pecorelli, abogado de ambas, a Infobae.

En cambio, Miguel Angel Pierri, letrado de los jugadores, tiene otra mirada. "No entiendo por qué Boca se presta a una demanda civil de futbolistas como Cardona y Fabra, que ni siquiera quedaron involucrados en el caso. Y si amenazan con ir a la justicia penal, mejor, tengo pruebas que desmienten todo lo que dijeron en su momento. Y en el caso de Barrios, la semana próxima hará un descargo para aclarar su situación y desvincularse como el resto. El final de este caso está cerca", le aseguró a Infobae. Aunque en el juzgado son más prudentes. Porque el proceso, aunque se apagó en los medios, aún sigue un recorrido incierto en los pasillos del Palacio de Tribunales.
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