La red 5G, un juego de espionaje, competencia tecnológica y disputa por el poder global

China está decidida a sobrepasar a EE. UU. y convertirse en la principal potencia tecnológica del planeta. En ese contexto, la red 5G es uno de los principales terrenos de disputa y la empresa Huawei se ha convertido en el principal blanco de las sanciones de Washington.

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5G: Tensiones de poder, geopolítica y espionaje internacional. Nacho Cánepa nos explica por qué se puede desatar una guerra total por la nueva red móvil. Video: Fernando Calzada.

Reformulando la afirmación de Clausewitz de que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, hoy las disputas entre potencias ya no se dirimen en el campo de batalla, sino en los centros de investigación y en los laboratorios de alta tecnología. Algunos analistas se atreven a hablar de una “Guerra Fría 4.0”, en la que no se usan bombas, misiles y obuses, sino que las armas son las redes de fibra óptica, las antenas de telecomunicación y las estaciones satelitales. En ese contexto, la competencia por el control de la red 5G –la nueva generación de comunicaciones móviles– enfrenta a EE. UU. con China. El tema fue abordado en un video del canal de DEF en YouTube, donde cada viernes se presentarán informes audiovisuales sobre las temáticas clásicas de nuestra revista, con un formato ágil y dinámico.

LA APUESTA DEL GIGANTE ASIÁTICO

“El 5G, la inteligencia artificial, la biotecnología y los desarrollos misilísticos son áreas en las que China ya está empezando a superar a EE. UU.”, explicó a DEF el politólogo Patricio Giusto, director del Observatorio Sino-Argentino. En ese sentido, destacó la centralidad del programa oficial “Made in China 2025”, lanzado en 2015. El principal objetivo, señaló, es “convertir a China en una potencia relativamente autosuficiente y en una economía cuyo foco esté puesto en la innovación”. Allí se menciona una serie de áreas prioritarias, entre las que destacan los circuitos integrados y las nuevas tecnologías de la información, la robótica, la red 5G, la Internet de las Cosas y la computación cuántica.

La pelea de fondo por el 5G no es comercial sino por el control de la información que circula por la red. Manejar el equipo que vehiculiza la información es manejar los datos y poseer la tecnología constituye un medio de presión. Foto: AFP.
La pelea de fondo por el 5G no es comercial sino por el control de la información que circula por la red. Manejar el equipo que vehiculiza la información es manejar los datos y poseer la tecnología constituye un medio de presión. Foto: AFP.

Respecto de la infraestructura de 5G, ¿cuál sería el problema del avance tecnológico chino, a los ojos de las potencias occidentales? El tecnólogo Emmanuel Jaffrot, experto en temas de electrónica y comunicaciones, respondió: “Cualquier equipo de telecomunicaciones es un punto de debilidad de una red. Las empresas que ayudan a operar esa red tienen acceso a ella”. Aclaró que la pelea de fondo no es por motivos comerciales, sino por el control de la información que circula por esa red: “Manejar el equipo que vehiculiza la información es manejar la información, y tener la tecnología constituye un medio de presión”.

EE. UU. Y LA POLÍTICA DE LAS SANCIONES

Es en este punto donde entran en juego las empresas tecnológicas chinas, vistas con recelo por Washington y sus aliados en Occidente y en la propia región de Asia-Pacífico. La actual Estrategia de Seguridad Nacional de EE. UU., difundida en diciembre de 2017, dirige sus dardos contra el gigante asiático por “la recolección y explotación de datos a gran escala” y su sistema autoritario, que incluye el uso de videovigilancia. En referencia al objetivo de Washington de una “red limpia” –en alusión a Internet–, el documento afirma: “EE. UU. promoverá el libre flujo de datos y la protección de sus intereses a través de un activo compromiso en organizaciones clave, como la Corporación para la Asignación de Nombres y Números en Internet (ICANN), el Foro de Gobernanza de Internet (IGF), la ONU y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)”.

En clave geopolítica, las sanciones contra ZTE y Huawei han enturbiado los vínculos de Washington con Pekín en los últimos años. En marzo de 2017, el Departamento de Comercio de EE. UU. multó a ZTE por la exportación ilegal a Irán y Corea del Norte de equipos de telecomunicaciones que contaban con componentes estadounidenses. En junio de 2018, se anunció un acuerdo por el cual ZTE aceptaba pagar la multa total por 1400 millones de dólares a cambio de poder seguir operando en el país. El entonces secretario de Comercio de Trump, Wilbur Ross, aclaró que su oficina seguiría monitoreando la conducta de la empresa y que, en caso de cometerse nuevas violaciones, le negaría “el acceso a tecnología estadounidense” para sus productos.

¿Cuál es el problema geopolítico detrás del 5G? ¿Qué hay en disputa entre Estados Unidos, China y Europa ? Nacho Cánepa lo explica en nuestro nuevo canal de YouTube. Video: Fernando Calzada.

La pelea con Pekín no se detuvo y el nuevo blanco de las sanciones de Washington fue Huawei, que en mayo de 2019 fue incluida en la denominada Entity List. Allí figuran las empresas que no pueden relacionarse ni hacer negocios con pares estadounidenses. La saga continuó y, en mayo de 2020, el gobierno de EE. UU. volvió a la carga para impedir que la compañía utilizara tecnología estadounidense en sus chips. Por su parte, en julio del año pasado, el exsecretario de Estado, Mike Pompeo, comunicó nuevas sanciones contra empleados de Huawei, acusados de brindar colaboración a las autoridades de Pekín en sus violaciones a los derechos humanos. Les imputaba su participación en las políticas represivas contra disidentes del régimen y contra la población uigur, minoría musulmana residente en la región de Xinjiang. La venganza del gobierno de Pekín llegó el último día de la administración de Trump, cuando arremetió contra Pompeo y altos funcionarios estadounidenses por “serias violaciones a su soberanía”. A todos ellos se les impedirá acceder a visas para ingresar al territorio continental chino, así como a Hong Kong y Macao.

HUAWEI, ¿ENEMIGO PÚBLICO NÚMERO UNO?

En el ínterin, la batalla se trasladó a los estrados de los tribunales. En diciembre de 2018, la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, fue arrestada en el aeropuerto de Vancouver (Canadá), en el marco de un proceso judicial que se le sigue en EE. UU. La acusación que pesa sobre la ejecutiva es la utilización de una subsidiaria con sede en Hong Kong para hacer negocios con empresas de telecomunicaciones iraníes, lo que constituiría una violación a las sanciones internacionales que pesan sobre el régimen de los ayatolás. Aunque finalmente pagó la fianza que le impuso el tribunal canadiense y logro salir de prisión, Meng continúa, desde hace más de dos años, bajo arresto domiciliario a la espera de la tramitación de una poco probable extradición a EE. UU. Las autoridades de la empresa y el gobierno de Pekín han exigido, en reiteradas oportunidades, su liberación por considerar el hecho como “una grave violación de los derechos” de esta empresaria, quien es hija del fundador de la compañía, Ren Zhengfei.

El nuevo blanco de las sanciones de Washington fue Huawei, que en mayo de 2019 fue incluida en la denominada Entity List, donde figuran las empresas que no pueden relacionarse ni hacer negocios con pares de estados unidos. Foto: AFP.
El nuevo blanco de las sanciones de Washington fue Huawei, que en mayo de 2019 fue incluida en la denominada Entity List, donde figuran las empresas que no pueden relacionarse ni hacer negocios con pares de estados unidos. Foto: AFP.

El frente de tormenta norteamericano no es el único que ha sacudido a la compañía en los últimos años. Australia, Japón y el Reino Unido se han plegado a la campaña de EE. UU. que busca evitar que Huawei participe en el desarrollo de la red 5G en cada uno de esos países. Mientras tanto, la compañía sigue avanzando con sus inversiones en todo el mundo. Algunos de los mercados que ha logrado captar y que levantan ampollas en Washington son los de los países del Golfo, con Arabia Saudita a la cabeza, y el emblemático caso de Turquía, donde ha establecido un hub de innovación tecnológica en Estambul.

Las próximas escaramuzas podrían trasladarse a América Latina y, en particular, al Cono Sur. Según previsiones del GSMA, la organización que nuclea a las principales operadoras de telefonía móvil a nivel mundial, la transición hacia el 5G en la región será lenta y, en 2025, alcanzará una adopción de apenas el 7 por ciento, con 51 millones de conexiones. ¿Cuáles son los objetivos de Huawei en esta parte del mundo? El principal mercado es el brasileño, donde la posición del gobierno de Jair Bolsonaro aún no es clara. Mientras el mandatario y sus hijos no pierden ocasión para agitar la polémica contra China, el vicepresidente Hamilton Mourão aclaró que no habrá restricciones contra ninguna empresa en la licitación de las frecuencias para la red 5G prevista para este año. Mientras tanto, Chile, primer país de la región en avanzar en la licitación de esta nueva infraestructura de telecomunicaciones, no parece tampoco dispuesto a cerrar las puertas a Huawei. En Argentina, por el momento, el tema todavía no se encuentra en la agenda pública ni parece estar entre las prioridades de las autoridades.

*Este tema, y muchos más, en el nuevo canal de DEF en YouTube

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