#CulturaLadoB: quiénes son los recomendadores de libros en las redes sociales

Una guía de pequeñas delikatessen del arte y la cultura contemporáneos que se desarrollan en paralelo a los circuitos masivos

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Por Esteban Castromán / Iñaki Echeverría

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Recomendadores de libros // El medio (no siempre) es el mensaje

El martes pasado tuve un sueño raro: el director de cine canadiense David Cronenberg estaba sentado frente a mil pantallas en una isla de edición desde donde supuestamente manipulaba el destino del mundo. En mi sueño, Cronenberg era una deidad tecno que pulsaba palanquitas y botones luminosos de plástico rectangular. Con una impronta ansiosa, levemente irresponsable, algo infantil y perversa, operaba con su mano derecha la cabeza de un molusco viscoso que cumpliría la función de mouse para cualquier otra computadora no biológica. Y así iba controlando el devenir bizarro de nuestro presente.

Desperté bastante perturbado, porque en el sueño ocurrían situaciones horribles. Una cosa es ver una película y otra muy distinta es sentir la traición del inconsciente atravesándote con una lanza profunda mientras estás durmiendo. Aún no entiendo el sabor amargo que duró todo el día. Un martes perturbado sin descifrar cuál era la verdadera pesadilla: si el #cronenbergdiosperverso de mi sueño, si el #cronenbergtraicioneroclavalanza de mi inconsciente, si el #cronenbergbiotecnoprofeta que en sus películas anticipó cada una de nuestras monstruosidades progresivas.

Pero la vida es un circo que debe continuar, siempre (me gusta utilizar el cliché publicitario de rematar así: presten atención y descubrirán que son incontables las publicidades que cierran con "siempre" o "todos los días"). Antes de entrar en el afuera, hice unas movidas en Internet. Trabajo, ocio, vida social, familia e información aleatoria se fueron enredando ahí adelante, con distintos pesos específicos, pero bucle al fin. Y mientras tanto, en determinadas coordenadas de la pantalla, publicidades pop up, posteos con información similar a aquella que casualmente había buscado unos días atrás, videos promocionales ofreciéndome macetas sustentables (tal vez porque el lunes, un día antes, boludeando por chat con un amigo recuerdo haberle dicho, como parte de un diálogo intrascendente: "… es que tenés pies de maceta, por eso no…").

Después, mientras caminaba a la verdulería, pensé: ¿por qué mierda me ofrecen todo eso? Entonces recordé la explicación de un amigo (no el del chat, otro): "¿Viste que todo el tiempo te están recomendando algo en las plataformas de streaming? Terminás de ver una película y te saltan las que no te podés perder porque acabás de ver esa que elegiste. Lo mismo pasa con la música o si comprás algo online o cuando buscás lo que sea. Cada decisión que tomás en la web deja una huella. La acumulación de todas esas huellas van construyendo tu perfil, una identidad de consumo detectable y funcional para satisfacer el hambre del monstruo contemporáneo".

Monstruo. Mi amigo había mencionado la palabra monstruo para referirse a todo ese caótico mejunje de irrupciones digitales. Y en mi martes sensible no pude dejarlo pasar: algún desfasaje cronenbergiano me hizo detener en aquella palabra.

La verdulería de mi barrio a la que voy tiene buenos precios, atienden con amabilidad y todo parece fresco. Por eso siempre está llena de gente y la espera es inevitable. Alguna vez escuché a alguien decir (no recuerdo quién, ni cuándo, ni dónde) que es una buena señal, a pesar de ser un moño para los ansiosos como yo, eso de esperar.

Entonces, para amortiguar mi impaciencia, volví a la charla con mi amigo, el que dijo "monstruo", no el del chat con pies de maceta. "¿Sabés cuál es el nombre de esta criatura hambrienta de información que te estoy contando? Se llama ALGORITMO".

Sí, claro, todos sabemos de qué se trata. Nos la pasamos hablando del tema, directa o indirectamente, en las filas de los bancos, junto a las máquinas de café empresariales, durante el desplazamiento humano grupal sobre armatostes públicos de transporte, en reuniones amistoseriles y hasta en verdulerías como la de mi barrio, ese mismo martes de paranoia cronenbergiana. En la fila, durante la espera, varios hablaban de sus series favoritas y las que verían muy pronto, porque más allá de los gustos individuales todos coincidían en una misma sentencia: como me encantó Y, la plataforma me recomienda X, y debe tener razón.

Sin quitarle mérito al trabajo del colectivo de periodistas The Guardian, ¿qué hubiera sucedido, en términos de runrún mediático viral efímero, si la revista Time nombraba al Algoritmo como Persona del Año 2018?

Algo deprimido porque la palta aún estaba verde, mientras volvía a mi casa con la derrota vegetal en el cuerpo, pensé: "Nada mejor para despejar el nubarrón anímico de este martes tremendo que zambullirme en un libro. Pero, ¿cuál? ¿Por qué siempre doy tantas vueltas para elegir el próximo libro que me gustaría leer?".

Entonces volví a la charla con mi amigo. Recuerdo que le dije: "Suena medio tremendista comparar la idea de algoritmo con lo monstruoso, ¿no te parece? Al menos te tira coordenadas si no sabés qué música escuchar, qué película o serie ver, qué libro leer".

Con cierta ironía me aclaró en formato pregunta: "¿Qué libro leer? ¿En serio le confiarías a un algoritmo la decisión de tu próximo libro? Sabés que no soy un romántico tecnofóbico, todo lo contrario. Deberíamos pensar a la tecnología como medio, no como mensaje. La sensibilidad cualitativa, por ejemplo alguien que responda ¿cuál podría ser mi próximo libro?, prefiero confiársela a personas con verdadera pasión por los libros". Y me recomendó recomendadores de libros que funcionan como verdaderas brújulas literarias en las redes. Y acá las comparto con ustedes:

#LaGenteAndaLeyendo es un proyecto nacido en plataformas online que busca difundir y contagiar lecturas, así como compartir experiencias lectoras a través de contenido original y propio, de ahí nuestra definición como un Recomendador de lectura random. A su vez, desde el concepto que se desprende del nombre ("¿qué se lee hoy?") se genera una respuesta espontánea por parte de los lectores que constituye una suerte de mapa actual de lecturas. El proyecto fue creado y es llevado adelante por Maru Drozd (comunicadora, locutora y actriz) y cuenta con la colaboración de Gonzalo Heredia (actor), ambos lectores ávidos y curiosos incursionando en el ámbito de la escritura. Además, cada viernes Sebastián Lidijover colabora con su sección #FotoLocaDeLosViernes y @CataniaPulvirenti en ilustración. #LaGenteAndaLeyendo cuenta con más de 45.200 seguidores en Instagram con una frecuencia de publicación diaria, presencia en Twiter, Facebook y un flamante canal de YouTube. Maru Drozd agrega: "Frente a la idea de que 'ya nadie lee' y que 'los más jóvenes están en las redes'.

Instagram me parecía el espacio perfecto donde desembarcar para contagiar ganas de leer, y comprobar gratamente que no es así y que es una herramienta que tiene mucho para aportar y que ayudó a revitalizar el rubro. Las reseñas son siempre de libros que leí y sí o sí me gustaron, no hay otro criterio más que ese y la siguiente lectura siempre se me impone y la identifico porque me resulta inevitable aunque tenga otros libros en la pilita. Si lo pienso, hasta ahora la tendencia fue naturalmente leer sobre todo a muchas autoras contemporáneas, a nuevos autores, mucha poesía, y estoy muy atenta a todo lo que publican las editoriales independientes".

Florencia Savarino de @leerargentinos: "en enero de 2018 abrí Leer argentinos casi como una necesidad: quería compartir y contar todo lo que estaba leyendo. A los pocos meses la invité a Ceci que es productora audiovisual y abre bastante el panorama con respecto a la comunicación. Recomendamos solamente libros que nos encantaron, que nos rompieron la cabeza. Por suerte muchos escritores y editoriales nos acercan sus trabajos y siempre decimos lo mismo: no les aseguramos una reseña, no hacemos prensa, solo compartimos lo que realmente nos atraviesa. Tratamos de reseñar lo que se haya editado dentro de los últimos cinco años, porque el lema del instagram es un poco eso ´reseñas de literatura argentina actual´. Intentamos también trabajar con libros de editoriales independientes, no siempre los grandes medios apuestan a difundir a autorxs jovenes y creemos que en instagram circula otra forma de difusión y promoción de la lectura, mucho más horizontal y directa. Somos conscientes de la crisis de la industria editorial y nos encanta que aún con el viento en contra las editoriales independientes argentinas sigan apostando a publicar. Incluso siguen surgiendo nuevas editoriales. Tanto productores como divulgadores estamos aprovechando las herramientas que tenemos a mano (redes sociales, encuentros, talleres) para que la cosa siga creciendo. Que la mayoría de los libros que reseñamos o discutimos en L.A. sean de editoriales independientes es resultado de un proceso orgánico y sin duda de una posición política: entendemos que hay que apoyar la autogestión y que la cultura no es gasto, es inversión".

"A leer cuanto se pueda y a escribir que ese sea el ocio, que para el sistema cada ignorante es negocio". Con esa frase de la canción Leer y escribir se presenta Tu Libro Del Día, una comunidad literaria que surge con el objetivo de fomentar la lectura. Día a día se comparten obras de todo tipo, ya sean clásicos o novedades, retratos de referentes culturales, y entrevistas con artistas, escritores, actores y periodistas. Las personas que conforman esta comunidad envían imágenes de sus lecturas, sus recomendaciones, y todo ese material se comparte en las InstaStories o en los posteos. @tulibrodeldia

Ana Brandstadter de @1libroxsemana: "Siempre me preguntaban qué podían leer o regalar y un día se me ocurrió que podía armar un Instagram. Por ese entonces no había tanta oferta como hoy. Las lecturas van desde clásicos a lecturas actuales pero sobre todo de editoriales independientes argentinas. Con ese mismo impulso creé Bukku. una suscripción literaria mensual donde recibís en tu casa todos los meses una caja con: una novedad literaria, regalos y una playlista diseñada especialmente para cada lectura. El objetivo principal es dar a conocer o acercar las editoriales independientes a los lectores. Bukku actúa como puente entre los lectores y las editoriales independientes. Algunas de las editoriales con las que trabajamos son: Marciana, Eterna Cadencia, Sigilo, Pánico el Pánico, Odelia Editoras, Beatriz Viterbo, Cía Naviera ilimitada, Fiordo, Conejos, Rosa Iceberg, La parte Maldita, Tenemos las maquinas, Concreto, Modesto Rimba. Estamos abiertos a incorporar más".

@gouldlibros es un proyecto personal de Irving Moncada, colombo-argentino y desde hace unos años villacrespense. Músico de formación y librero. Así describe su proyecto: "Gould Libros, cómo todo ahora, tiene dos formas, aquella de las redes; con fotos, filtros, frases, me gustas y haters, y, una física; con vidriera, ventilador, teléfono, estanterías, polvo, clientes y libros, que esos nunca han sido virtuales, siempre han tenido peso y volumen. La librería virtual nació hace unos años, con pretensiones especializadas, cosa que mantenemos en el local, pero conscientes del devenir del barrio y sus habitantes: una fauna heterogénea que nos abre a distintos mundos lectores (algunos más lindos que otros). Es así como pasamos de tener una selección de libros sobre música, cine e ilustrados, a contar con narrativa, filosofía, infantiles y toda una gama de inclasificables, amén de comprometernos con búsquedas específicas de clientes particulares. Una librería es un lugar de exploración y encantamiento. Y eso lo queremos mantener, más allá de las obviedades comerciales, el objeto en sí (el libro), lo consideramos mágico, tiene el potencial universal de contener mundos donde siempre está la alteridad expuesta de su mejor manera, a través del filtro del lenguaje. Esa posibilidad única de entrar en lxs otrxs y sentirnos transformados, es una alquimia que ningún otro comercio posee y por eso mismo nos sentimos afortunados".

"@agusrecomienda nació como un ayudamemoria para recordar argumentos y las sensaciones que me generaron los libros, una especie de diario de lectura público. Mi idea siempre fue escribir reseñas que todos pudieran disfrutar y, por sobre todo, entender, aunque no posean conocimientos de crítica literaria o sean grandes lectores, es decir, un espacio abierto para todo tipo de lector. Para elegir libros me guió por mis editoriales predilectas, leo la contratapa y la primera página de aquel que me llamó la atención. Tengo especial debilidad por las editoriales independientes y por los autores que recién están empezando a ser publicados. Me interesa recomendar la literatura que marca la diferencia, que no cómoda, que hace te deja pensando y te mantiene alerta. Esto es lo que me interesa promover y contagiar, la lectura distinta, la lectura que te abre la cabeza y te permite ver más allá. Con el tiempo este espacio se expandió, se volvió un lugar para charlar sobre libros, sobre percepciones. Armé mi propio club de lectura virtual llamado Leemos distopías donde cada mes se lee un libro fuera de lo común y alejado de los típicos que rondan las librerías. Enfrente miedos y abandone el anonimato que a veces nos permiten las redes sociales y me anime a co-conducir un podcast literario llamado Liter Atlas de @todoessonido y también empezar un canal de youtube con @dimequelees llamado Chicas de letras donde hablamos de novedades literarias independientes" (Agustina de Diego).

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