10 imperdibles de "Les Visitants", la gran muestra curada por Kuitca que se exhibe en el CCK

Esta semana se inauguró una mega exposición con obras provenientes de la Fundación Cartier, de París, seleccionadas por el gran artista argentino. Esta nota ofrece un recorrido por fotos, videos, instalaciones y esculturas que resaltan dentro de un conjunto que es, de por sí, extraordinario.

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El artista argentino Guillermo Kuitca fue invitado por la parisina Fundación Cartier para el arte contemporáneo a realizar una selección de su acervo, conformado por 1.500 obras de 400 artistas de todo el mundo. El resultado es "Les visitants", una mega exposición con piezas que van de 1950 a la actualidad, de 23 artistas de diversas nacionalidades, que apostaron a los más diversos soportes y formatos. Desplegada en dos pisos del CCK y en la sala denominada Gran Lámpara, la muestra se podrá visitar hasta principios de mayo de 2018 en Sarmiento 151 con entrada libre y gratuita. A continuación, los destacados de la exposición.

David Lynch,Untitled [Sin título], instalación Binder Works #1 and #2, 1970-2006. 259 dibujos, técnica mixta sobre papel, dimensiones variables. © David Lynch © D.R.
David Lynch,Untitled [Sin título], instalación Binder Works #1 and #2, 1970-2006. 259 dibujos, técnica mixta sobre papel, dimensiones variables. © David Lynch © D.R.
1) David Lynch

La película Quieres ser John Malkovich proponía de manera onírica entrar en la mente del conocido actor estadounidense. Algo similar se podría pensar que ocurre cuando el visitante se asoma a la obra Binder works #1 and #2, del cineasta estadounidense David Lynch (1945), un friso desplegado en la pared de una de las salas del sexto piso, con los 259 dibujos que el realizador volcó a lo largo de 30 años en lo que tuviera a mano: servilletas, post-it, cajitas de fósforos, hojas rayadas y hasta guiones de su emblemática serie Twin Peaks. Con lápices, bolígrafos, marcadores negros o de colores, Lynch esbozó ideas espontáneas, aleatorias: un paisaje, una mandíbula, un delfín, un hombre disparando un arma, un corazón tachado, como una transcripción instantánea de lo que se cruzaba por su mente, y trasladada al papel. Las obras fueron hechas entre 1970 y 2006, y Lynch las conservó dentro de grandes carpetas (binders) hasta que fueron adquiridas por la Fundación Cartier. En la sala contigua, un acercamiento diferente a Lynch: "Desnudos" es una serie de 51 fotografías en blanco y negro (y algunas pocas en color) dedicadas al cuerpo femenino, como postales pequeñas, presentadas una junta a otra, en un clima intimista y de luces bajas.

Raymond Depardon y Claudine Nougaret, “A la felicidad de las matemáticas”, 2011. Película de 35 mm convertida en video HD y proyectada en HD, 33 min 38. © Raymond Depardon et Claudine Nougaret, Palmeraie et Désert Photo © Raymond Depardon / Magnum Photos
Raymond Depardon y Claudine Nougaret, “A la felicidad de las matemáticas”, 2011. Película de 35 mm convertida en video HD y proyectada en HD, 33 min 38. © Raymond Depardon et Claudine Nougaret, Palmeraie et Désert Photo © Raymond Depardon / Magnum Photos

2) Oda a las matemáticas

A la felicidad de las matemáticas se titula la película de 30 minutos del fotógrafo y cineasta francés Raymond Depardon -quien hace poco presentó una exposición retrospectiva de sus trabajos en el Centro Cultural Recoleta-. El video, realizado junto a su coterránea Claudine Nougaret, llevó a nueve matemáticos de todo el mundo una simple consigna "¡Dennos ganas de hacer matemática!", un juego al que los entrevistados se prestaron en un plano secuencia de cuatro minutos cada uno. Una matemática francesa que, según cuenta, estudia el azar en el movimiento, se confiesa enamorada del número 0, por haber llenado ese vacío abstracto que implica; otro matemático cordobés explica de manera exultante la adrenalina de aquel momento exacto en que sabe cómo resolver un problema luego de observarlo durante tres horas seguidas. Otra joven científica argentina se entusiasma hablando de la "elegancia" y la belleza que encierran las ecuaciones sobre el papel o el pizarrón, con sus números, flechas y signos. El resultado es sencillamente hermoso e imperdible. Además, Depardon es el realizador del filme Les habitants, nombre que utilizó Kuitca para la exposición que se vio en la Fundación Cartier en 2014 y que constituye la precuela de la muestra Les visitants que ahora se exhibe el CCK.

Patti Smith, , serie Paris, Etc., 2008Serie de 40 fotografías en blanco y negro tomadas con Polaroid, 9,5 × 7,3 cm (cada una)© Patti Smith
Patti Smith, , serie Paris, Etc., 2008Serie de 40 fotografías en blanco y negro tomadas con Polaroid, 9,5 × 7,3 cm (cada una)© Patti Smith

3) Patti Smith

Amada por numerosos motivos, su voz, su sensibilidad, sus pinturas, su poesía y también sus escritos, entre ellos, el libro Just Kids –autobiografía y éxito de ventas en el que se dedica a contar los años de amistad y amor junto al fotógrafo Robert Mapplethorpe-, la cantante y artista estadounidense Patti Smith (Chicago, 1946) exhibe aquí sus polaroids pequeñísimas y en blanco y negro, desperdigadas a lo largo y ancho del séptimo piso del espacio conocido como Gran Lámpara. Si bien resulta una decisión curatorial algo desacertada el hecho de ubicar adrede esos gestos mínimos, sutiles, en un espacio inmenso y alejados unos de otros, no pasan desapercibidas estas 40 instantáneas en la que la cantante retrata las pantuflas de Mapplethorpe, la cama de Virginia Woolf, la máquina de escribir de Herman Hesse o los cubiertos de Arthur Rimbaud. Pero también el recuerdo de su intensa vida, viajes por París, sus calles, jardines, estatuas o los corredores del cementerio de Montparnasse, donde residió a fines de los años 60. En paralelo a su producción musical, Smith desarrolló una obra artística que desplegó en films, dibujos, poesías y fotografías, como esta serie titulada París, Etc.

Guillermo Kuitca. “El living room de David, revisitado”, 2014. Habitación de Guillermo Kuitca inspirada en la instalación de David Lynch. Encargo para la exposición Les Habitants, Fondation Cartier pour l’art contemporain, París, 2014. © Guillermo Kuitca © Olivier Ouadah
Guillermo Kuitca. “El living room de David, revisitado”, 2014. Habitación de Guillermo Kuitca inspirada en la instalación de David Lynch. Encargo para la exposición Les Habitants, Fondation Cartier pour l’art contemporain, París, 2014. © Guillermo Kuitca © Olivier Ouadah

4) Guillermo Kuitca

Como un juego de cajas chinas. Así podría pensarse El living room de David revisitado del artista argentino Guillermo Kuitca (Buenos Aires, 1961), curador de la muestra y autor de esta obra que constituye el corazón de la exposición y que está inspirada en un espacio imaginado por David Lynch en 2014 en la Fundación Cartier y que a su vez se inspira en un dibujo pergeñado por el cineasta, presentado en una muestra en 2007. De manera lúdica, la pieza invita a la sensación de estar dentro de un cuadro, a sentir la inmersión en un espacio pictórico, al menos de aquel espacio que alguna vez soñó Lynch y que guarda reminiscencias con algunos de los escenarios de Twin Peaks. "Es un híbrido", asegura Kuitca sobre este living circular de autoría múltiple. Teatral e intimista, el espacio de luces bajas y de neón, con sillones-esculturas de Lynch y alfombras, se impregna además con la voz intensa y por momentos monocorde de Patti Smith leyendo, improvisando, un texto literario del cineasta -que se puede leer traducido en una pantalla- mientras que las paredes están recubiertas de formas angulares, prismáticas, desglosadas, siguiendo un principio característico de las obras recientes de Kuitca. Toda la escena está construida casi por completo en rojo y negro, con todo lo que sugiere esa particular combinación de colores. Un juego de ilusión para transitar una pintura.

Nan Goldin, “La Balada de la dependencia sexual”, 1979–1995. Proyección de imágenes, grabación sonora sincronizada, 41 min 15. © Nan Goldin – R Van Chromes
Nan Goldin, “La Balada de la dependencia sexual”, 1979–1995. Proyección de imágenes, grabación sonora sincronizada, 41 min 15. © Nan Goldin – R Van Chromes

5) Nan Goldin

Inspirada en un título de Bertolt Brecht, La balada de la dependencia sexual es la más cruda y emblemática obra de la artista estadounidense Nan Goldin, quien comenzó a tomar fotos a los 16 años. En una sala ambientada como microcine, con sus butacas y telón, se proyectan las cientos de imágenes que componen esta serie que la artista comenzó a retratar a fines de los años 70 en Nueva York, justo cuando empieza a desmoronarse el ideal de Estados Unidos como la tierra de las oportunidades o del sueño americano. El filme es una sucesión de imágenes íntimas de sus allegados, artistas, amantes, travestis y drag queens que Goldin retrató en cuartos de hotel, discotecas o baños, de noche, en plena efervescencia del movimiento punk. No faltan las alusiones a las drogas, la prostitución, la violencia o el sida. El contrapunto a toda la secuencia está dado por el soundtrack: una sucesión de canciones de amor de Boris Vian, Charles Aznavour, The Velvet Underground, James Brown o Maria Callas. Un diario íntimo y visual de amores, amistades, soledad, felicidad y fragilidad.

Rinko Kawauchi, “Los ojos, las orejas”, 2002–2004. Impresión cromogénica, fotografía en color, 35,9 × 35,7 cm. © Rinko Kawauchi
Rinko Kawauchi, “Los ojos, las orejas”, 2002–2004. Impresión cromogénica, fotografía en color, 35,9 × 35,7 cm. © Rinko Kawauchi

6) La poesía de la cotidianeidad

Aunque a primera vista podría pensarse que está plagado de momentos anodinos, el video de la artista japonesa Rinko Kawauchi ofrece un compendio de lo mínimo, de la cotidianeidad, tan poético como emotivo. Este diaporama (es una proyección de diapositivas sobre una pantalla mediante varios proyectores sincronizados) ofrece una sucesión de 232 imágenes en las que explora el tema de su familia y sus seres queridos en un tono intimista, así como los lugares y escenarios asociados a ellos, en el hogar, bordando, a punto de cenar. Toda la serenidad de la secuencia es acompañada con el sonido del piar de los gorriones, un canto que en el día a día podría pasar desapercibido, como los detalles de la vida, o como una metáfora de los nexos familiares. De allí su título Cui-cui. Una atmósfera emotiva para un relato sutil.

J.D. ‘Okhai Ojeikere, “Peinados”, 1968-1985. Serie de 23 fotografías en blanco y negro, 60,5 × 50,5 cm © J.D. ‘Okhai Ojeikere
J.D. ‘Okhai Ojeikere, “Peinados”, 1968-1985. Serie de 23 fotografías en blanco y negro, 60,5 × 50,5 cm © J.D. ‘Okhai Ojeikere

7) Esos raros peinados nuevos

Considerado uno de los pioneros de la fotografía africana, el nigeriano J.D.´Okhai Ojeikere (1930-2014) homenajeó a lo largo de su carrera, a la cultura de su país, a través de series fotográficas organizadas según grandes temas. Hairstyles constituye una de sus series más emblemáticas y fue realizada entre los años 60 y 80. Aquí se exhiben 23 de las fotografías de las cerca de mil en las que documentó de forma sistemática el arte del peinado africano, un trabajo que desarrolló diariamente -por la calle o en fiestas-, de espaldas, de perfil y en raras ocasiones de frente. Con una potente impronta estética, este patrimonio documental constituye un catálogo de los peinados efímeros, visiblemente sofisticados y creativos de las mujeres nigerianas: mechones acomodados que simulan ser las patas de una araña, rastas, pompones, ondas, trenzas y torzadas. La serie se presentó por primera vez fuera de Nigeria en el año 2000, en la Fundación Cartier.

Tony Oursler, “Laberinto de espejos (ojos inertes)”, 2003. Videos proyectados en 10 esferas de 1,8 m de diámetro, grabación sonora Encargo para la exposición Yanomami, Spirit of the Forest,Fondation Cartier pour l’art contemporain, París, 2003. © Hironori Itabashi
Tony Oursler, “Laberinto de espejos (ojos inertes)”, 2003. Videos proyectados en 10 esferas de 1,8 m de diámetro, grabación sonora Encargo para la exposición Yanomami, Spirit of the Forest,Fondation Cartier pour l’art contemporain, París, 2003. © Hironori Itabashi

 8) Alguien observa

La extrañeza en combinación con una idea expresada de manera potente son elementos que suelen estar presentes en la obra del artista neoyorquino Tony Oursler. Basta pensar en el videoclip de David Bowie que dirigió en 2013, para el lanzamiento de su canción "Where Are We Now". En el CCK, y con reminiscencias algo inevitables a 1984 de George Orwell, el artista reúne diez esculturas inmensas, como globos oculares, donde se proyectan ojos que pestañean, observan y atisban de un lado a otro. Laberinto de espejos (ojos inertes viven) se titula la instalación que forma parte de su serie Eyes, que viene desarrollando desde 1996 y en la que da cuenta de cierta fascinación por algunos trastornos mentales en los que el cuerpo se experimenta como fragmentado o parcelado. Aquí utiliza imágenes de sesiones de curación chamánicas practicadas por los indios Yanomami de Brasil, que combina con un interrogante: ¿Cómo distinguir entre lo real y lo imaginario?

Adriana Varejão, Linda da Lapa, 2004. Aluminio, poliuretano, óleo, 400 × 170 × 120 cm. © Adriana Varejão. Foto© Vicente De Mello
Adriana Varejão, Linda da Lapa, 2004. Aluminio, poliuretano, óleo, 400 × 170 × 120 cm. © Adriana Varejão. Foto© Vicente De Mello

9) Ruinas

La artista brasileña Adriana Varejão (Río de Janeiro, 1964) está acostumbrada a rescatar y cruzar diferentes historias, tejiendo referencias con el arte religioso, la azulejería, la iconografía colonial y los espacios arquitectónicos, tal como se vio en el 2013 en el Malba, en una importante retrospectiva dedicada a su trabajo de múltiples intereses. En el CCK, justo enfrente de la obra de David Lynch, se erige su monumental escultura Linda de Lapa, que recorta la silueta accidentada de fragmentos de paredes cuyos trozos dejan aparecer en los bordes jirones de carne. Inspirada en un hecho policial, el derrumbe de un hotel alojamiento en el barrio de Lapa, el corazón de la bohemia carioca, la obra es una ruina que evoca tanto a la arquitectura como al cuerpo humano. Su arte teatral, excesivo y artificioso es asociado muchas veces al barroco contemporáneo.

Douglas Gordon, “Confesiones de un pecador justificado”, 1995. Videoinstalación en blanco y negro, 25 min 48. © Douglas Gordon. Foto © Jean-Louis Losi
Douglas Gordon, “Confesiones de un pecador justificado”, 1995. Videoinstalación en blanco y negro, 25 min 48. © Douglas Gordon. Foto © Jean-Louis Losi

10) Jekyll y Hyde

Los fotogramas de las más grandes películas de la historia del cine son alterados, manipulados y deformados, una vez que pasan por las manos del artista escocés Douglas Gordon (Glasgow, 1966). Una de sus piezas más emblemáticas, Psicosis de 24 horas, basada en el conocido filme del director Alfred Hitchcock, ralentiza la velocidad de la película de modo tal que la hace durar un día entero, algo imposible de ser visto, en un ademán que convierte el suspenso en tensión, en el mejor de los casos. Aquí se puede ver la videoinstalación Confesiones de un pecador justificado, en la que Gordon duplica una secuencia de la película Dr Jekyll y Mr Hyde, realizada en 1931 por Rouben Mamoulian, yuxtaponiendo en dos pantallas el mismo rostro en negativo y en positivo. Un proceso de espejo e inversión con el que busca revelar la metamorfosis del protagonista en un personaje monstruoso. Sus obras son un intento de hacer reflexionar al espectador sobre los mecanismos de la percepción pero también los de la memoria.

*Les Visitants. Una mirada de Guillermo Kuitca a la colección de la Fondation Cartier pour l'art contemporain Hasta el 27 de mayo
De miércoles a domingos y feriados de 13 a 20 horas
CCK – Sarmiento 151 – CABA
La entrada es libre y gratuita

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