La ocupación de camas de terapia intensiva en la ciudad de Buenos Aires volvió a crecer y alcanzó el 84% en el sistema público de salud

La ocupación de las camas de terapia intensiva en los hospitales porteños volvió a crecer, y alcanzó al 84% del sistema público de salud, en el medio de la “segunda ola” de contagios de coronavirus. El registro alcanzado es un nuevo pico desde que se declaró la pandemia, mientras el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, reveló ayer que se quedó sin vacunas y pidió coordinar medidas con el gobierno nacional y la provincia de Buenos Aires.

El relevamiento surge del parte epidemiológico diario de este martes. De acuerdo a ese relevamiento, la ocupación de plazas de las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) es del 84%. La semana pasada ese porcentaje estaba en 61,1%, y hace 14 días, en el 48%.

En lo concreto, son 378 camas críticas ocupadas en el sistema de salud público de un total de 450, mientras que los pacientes de diagnóstico moderado son 775 (este punto registró una baja, ayer el número era de 738).

El dato refuerza las últimas declaraciones de los principales funcionarios de la ciudad de Buenos Aires, que analizarán la evolución de los contagios en las próximas 48 horas para definir nuevas medidas. “Si los casos suben, tenemos que tomar mayores restricciones, sobre todo en la circulación”, indicó el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli.

En este marco, Horacio Rodríguez Larreta reveló que en las próximas 48 horas no se podrá vacunar en la Ciudad de Buenos Aires porque no tienen más dosis y ratificó su estrategia sanitaria de mantener las clases presenciales y los comercios abiertos. Así lo aseguró ayer a sus colegas de la mesa nacional de Juntos por el Cambio, en el Zoom que mantienen cada 15 días. Además, afirmó que los casos están estabilizados y que esta semana será decisiva para determinar si empieza una tendencia de descenso de contagios.

El mandatario porteño hizo hincapié en ver cómo evoluciona la ocupación de las camas de terapia intensiva e informó que están incorporando más respiradores al sistema público de salud.

El jefe de Gobierno visitó ayer el operativo “Detectar” del barrio porteño de San Telmo y subrayó que “la estrategia de rastreo, testeo, aislamiento y seguimiento de contactos estrechos es una delas herramientas más poderosas para frenar el aumento de casos”. “En la Ciudad triplicamos nuestra capacidad de testeos, lo que nos permitió llegar a un promedio de 20 mil testeos por día. Vamos a seguir poniendo todos nuestros recursos y esfuerzo para cuidarla vida y el bienestar integral de todos los argentinos”, manifestó a través de las redes sociales.

Y seguidamente subrayó: “Tenemos la convicción de que la mejor manera de hacerlo es coordinando esfuerzos y consensuando medidas con el Gobierno nacional y el de la Provincia de Buenos Aires”.

Por otro lado, los expertos médicos que asesoran al presidente Alberto Fernández desde que comenzó la pandemia le recomendaron al Gobierno esperar 72 horas para tomar una decisión sobre cómo continuar con las medidas restrictivas y evitar la implementación de un confinamiento estricto.

Los especialistas coincidieron en que el Gobierno debe guardarse una carta más porque la situación epidemiológica puede empeorar en poco tiempo. Por eso consideraron que el mejor camino a seguir es, de mínima, mantener las restricciones vigentes, y de máxima, profundizarlas, pero sin llegar a una cuarentena total.

Hay una serie de preocupaciones que todos los expertos dijeron tener en común: las dificultades para conseguir oxígeno, la ocupación de las camas de terapia intensiva y el cansancio del personal sanitario.

En las últimas horas se reportaron 2.662 casos y 35 muertes en la ciudad de Buenos Aires, y desde el inicio del brote, en marzo del año pasado, suman 328.815 las personas contagiadas, 7.891 las personas fallecidas, y 278.019 las personas recuperadas.

A nivel nacional, ayer se registró el peor lunes del año y el promedio diario de fallecimientos por COVID-19 en Argentina escaló a 373 personas. La curva de muertes viene creciendo de manera sostenida desde el 23 de marzo y se aceleró en los últimos siete días. El reporte del lunes tocó un récord comparado con el mismo día de las últimas 20 semanas.

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