La desigualdad en Colombia empieza al no terminar el colegio y se agrava en el mercado laboral, según la Ocde

De acuerdo con la organización, no terminar la secundaria crea que las personas no puedan superar las brechas de pobreza y desigualdad que afectan al país

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No terminar las secundaria es
No terminar las secundaria es un favor que incrementa la desigualdad - crédito Freepik

En los análisis realizados por la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) sobre movilidad social y desigualdad, Colombia se destaca por sus marcadas brechas educativas que, lejos de cerrar distancias, refuerzan la inequidad entre distintos grupos sociales.

El acceso limitado y la baja calidad de la educación configuran las oportunidades profesionales y condicionan las perspectivas económicas de amplios sectores de la población.

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La imposibilidad de completar la formación secundaria resulta ser un factor determinante, ya que los jóvenes que abandonan tempranamente el sistema educativo enfrentan empleos inestables y bajos ingresos, lo cual restringe gravemente su desarrollo y perpetúa la desigualdad.

De acuerdo con el informe reciente de la Ocde, la educación, que en teoría debería funcionar como escalera social, termina por consolidar las divisiones de origen, ya que el círculo de exclusión y aprendizaje insuficiente tiende a repetirse generación tras generación, dificultando la movilidad.

El sistema colombiano no es
El sistema colombiano no es efectivo en permanencia ni aprendizaje efectivo de los estudiantes - crédito Freepik

La organización advierte que “la geografía, el trasfondo social, incluso el género, son importantes en Colombia. Creo que las oportunidades educativas no son distribuidas igualmente”, según expresó Andreas Schleicher, director de educación y competencias del organismo.

El alcance del problema educativo se evidencia al observar la distribución de jóvenes que no cursan la secundaria alta. Casi uno de cada cinco adolescentes colombianos entre 15 y 18 años se encuentra fuera del sistema escolar en ese nivel, cifra que supera el promedio general de países pertenecientes a la Ocde y se asemeja al panorama del resto de América Latina y el Caribe.

La situación se agrava particularmente entre los varones y tiende a estar vinculada a entornos económicos vulnerables.

Las consecuencias de esta inestabilidad educativa repercuten claramente en el escenario laboral: en América Latina y el Caribe, el 60 % de quienes tienen baja escolaridad desempeñan trabajos informales, mientras que el 35 % de los que logran educación media y sólo el 15 % de los que acceden a la universidad enfrenta la misma situación.

En Latinoamérica cerca de 60%
En Latinoamérica cerca de 60% de los trabajadores con bajo nivel educativo se desempeña en la informalidad - crédito Freepik

En contexto colombiano, estos datos muestran que los sectores menos favorecidos quedan atrapados en empleos precarios al no contar con la formación suficiente, lo que restringe sus oportunidades de progreso.

El informe de la Ocde también identifica a Colombia, Chile y Costa Rica como los países más desiguales de la organización, ubicándolos a la cabeza de las mediciones sobre equidad.

El denominador común es la dificultad para lograr que todos los jóvenes completen la escuela secundaria y accedan a una educación de calidad, sumado a la persistencia de la informalidad laboral como destino casi inevitable para quienes quedan fuera del sistema educativo formal.

Pese a que la legislación nacional contempla más de 12 años de escolaridad obligatoria, la realidad dista de lo esperado: la matrícula neta en secundaria no corresponde a ese objetivo y revela retos significativos para retener a los estudiantes, en especial a aquellos que viven en contextos de mayor vulnerabilidad.

La extensión formal del ciclo escolar no ha logrado traducirse en permanencia y aprendizaje efectivo para todos.

Colombia obtuvo el peor desempeño
Colombia obtuvo el peor desempeño en pensamiento creativo en las pruebas Pisa, entre los países miembros de la Ocde - crédito Freepik

La Ocde puntualiza que el obstáculo principal no reside únicamente en la cantidad de años de escolaridad, sino en garantizar que los estudiantes permanezcan y progresen en el sistema, recibiendo enseñanza de calidad. La falta de mejora en estos aspectos permite que la educación siga reproduciendo las desigualdades originales, en vez de ser la herramienta para superarlas.

El rendimiento escolar, medido internacionalmente, también refleja las dificultades del sistema educativo colombiano. Según los resultados de las pruebas Pisa, el país tuvo el desempeño más bajo en pensamiento creativo entre los miembros de la organización, ubicándose en el puesto 28 de 64 países, con una puntuación de 26.

En comparación, Corea del Sur y Canadá encabezaron el ranking al obtener 38 puntos, seguidos por Australia y Nueva Zelanda.

La situación planteada por la Ocde indica que la combinación entre abandono escolar, bajos resultados de aprendizaje y la penalización en el mercado laboral para quienes no completan la formación secundaria actúan como factores que consolidan un círculo de desigualdad difícil de romper en la sociedad colombiana.