“Los niños no están solos”, Ayda Valencia se refirió a los menores desaparecidos en la selva del Caquetá

La psiquica dio un parte de esperanza al asegurar que los niños no están muertos, ya que dijo ver una sombra oscura que los envuelve

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La experta en fenómenos paranormales, Ayda Valencia, aseguró que los cuatro menores que se encuentran perdidos en la selva del Guaviare están siendo acompañados por una fuerza. Crédito: aydasanacion / Instagram
La experta en fenómenos paranormales, Ayda Valencia, aseguró que los cuatro menores que se encuentran perdidos en la selva del Guaviare están siendo acompañados por una fuerza. Crédito: aydasanacion / Instagram

El primero de mayo Colombia conoció la noticia de que una avioneta tipo Cessna 206 que se encontraba cubriendo la ruta Araracuara-San José del Guaviare y que sobrevolaba el río Apaporis se había accidentado. En su interior, se encontraban el piloto de la aeronave, dos adultos y cuatro menores de edad.

Cuando los cuerpos de emergencia llegaron al lugar determinaron que los tres adultos fallecieron con el impacto de la aeronave, pero no había rastro de los cuatro niños, por lo que se comenzó un operativo para dar con la ubicación de los menores.

Con el pasar de los días las búsquedas se intensificaron, pues más de 100 uniformados destinados a realizar la búsqueda encontraron rastros que indicarían que Lesly Mucutuy de 14 años, Soleiny Mucutuy de 9 años, Tien Noriel Ronoque Mucutuy de 4 años y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy de 11 meses aún se encuentran con vida.

Una de las incógnitas que ha dejado la búsqueda de los menores es el hecho que los militares no los han podido hallarlos, aun cuando cuentan con la ayuda de indígenas y personas especializadas que conocen y entienden la selva, lo que ha llevado a pensar que hay alguna fuerza sobrenatural que no ha permitido que los encuentren.

Así lo dio a conocer la psíquica, experta en canalización y clarividencia, Ayda Luz Valencia, que en una transmisión en vivo en su canal de YouTube aseguró que los cuatro menores no están solos en la selva, pues una fuerza los está acompañando:

“Siento como si una fuerza muy grande se los llevara porque para mí hay algo ahí mucho más fuerte”.

Valencia también se refirió al hecho de que hay una gran cantidad de personas buscándolos, por lo que es raro que tres menores que están cargando un bebé tengan la capacidad de caminar más rápido que los adultos, pero dio un parte de esperanza al asegurar que los niños no están muertos, ya que, aunque ve una sombra oscura que los envuelve, agregó que no es la muerte.

“No los siento muertos, pero unos niños de esa edad, en esas condiciones, sin alimentos no pueden marchar a una velocidad tan impresionante como lo están haciendo aparentemente, siendo que hay cuerpos de adultos, del Ejército, de salvamento, de búsqueda, de los cabildos indígenas que no los han encontrado y que están marchando a un paso de adulto y que, fuera de eso, tienen unas condiciones diferentes ya equipados con todo para ir”.

Ayda Valencia también comentó que ella conoce la selva, lo que le ha permitido canalizar a los niños a través de sus nombres, pero reconoció que cuando lo hace y trata de tener contacto con los menores una fuerza no le permite ver más allá.

“Yo lo que siento al canalizar la energía con los nombres de ellos y conectándome con la energía superior es como si una fuerza oscura, como si algo grande se los llevara, y es impresionante porque no me dejan ver más. Yo veo la selva, siento las condiciones climáticas tan impresionantes y siento como si se los llevara, como si los chupara. No veo humanos con ellos”.

No es la primera vez que se haba sobre algo sobrenatural en el caso de los cuatro menores que se encuentran en la selva, pues fue su propio abuelo, Fidencio Valencia, que aseguró que algunos de sus paisanos le confirmaron que algo raro estaba pasando.

Así lo confirmó don Fidencio en una entrevista para la emisora Blu Radio, en donde comentó que, “nuestros paisanos nos llamaron y le dijeron a Fátima: ‘No sé, eso es muy raro. Allá en la zona se encuentran rastros frescos, pero caminan muy rápido. A los niños alguien los está cargando’”.