Instituciones que, al parecer, experimentaban ilegalmente con 108 primates, entutelaron para que se los regresen

Algunos de los animales están sin ojos o con mutilaciones, de acuerdo con lo que encontraron las autoridades ambientales cuando los rescataron a mediados de febrero de este año

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Los primates estarían siendo utilizados ilegalmente en experimentación. (Fiscalía General de la Nación)
Los primates estarían siendo utilizados ilegalmente en experimentación. (Fiscalía General de la Nación)

Mientras que los 108 primates que fueron rescatados de dos instituciones científicas, tras sufrir presuntamente de crueldad animal en experimentos para desarrollar una vacuna contra la malaria en humanos, están rehabilitándose en un centro especializado en zona rural del municipio de Palmira (Valle del Cauca), en los estrados judiciales hay una batalla para protegerlos legalmente porque pese a las evidencias del brutal maltrato que habrían padecido, la entidad que los tenía en su poder interpuso dos acciones de tutela para que se los regresen.

El Centro de Investigación Caucaseco y la Fundación Centro de Primates (FUCEP)los tenían a su cargo y, al parecer, en pésimas condiciones en zona rural de Cali. No obstante, en un operativo conjunto entre la Fiscalía General de la Nación, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), la Policía y el Ejército los rescataron el pasado 17 de febrero.

Las autoridades los encontraron en jaulas y algunos de los animales estaban sin ojos, a otros les faltaban falanges en sus dedos o estaban con los huesos rotos, varios sufrían de alopecia, tenían dientes partidos o con sarro y todos estaban llenos de parásitos.

La denuncia sobre la crueldad a la que eran sometidos los animales partió de la organización Personas por el Trato Ético a los Animales (PETA), donde señalaron que en los dos centros que los tenían cautivos obtuvieron desde el año 2003 varios millones de dólares en financiación que provenía del gobierno Nacional y de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por su sigla en inglés).

Posteriormente fueron trasladados al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre San Emigdio, un santuario de 14 hectáreas donde 23 profesionales se encargan de cuidarlos para que recuperen la salud.

El director general de la CVC, Marco Antonio Suárez Gutiérrez, los animales están en periodo de cuarentena de 90 días con una dieta especial.

“Llegaron muy mal, con problemas de nutrición y diversos factores que nos entristecen; 102 de ellos son monos nocturnos y 6 son monos ardilla que, a un mes de su recuperación, ya muestran mejorías”, aseguró el funcionario.

Explicó también que en ese lugar se adecuaron hábitats para que a los primates, durante el tiempo de su confinamiento, se les pueda detectar enfermedades y brindar una diagnóstico preciso de su estado de salud.

Estarían sufriendo prácticas de crueldad animal en medio de experimentaciones que llevaban a cabo con ellos.
Estarían sufriendo prácticas de crueldad animal en medio de experimentaciones que llevaban a cabo con ellos.

Sin embargo, Suárez aseguró que pese a las tutelas, no los devolverán de ninguna manera a las entidades que se señala que los tenían en pésimas condiciones.

“Por fortuna las autoridades han fallado a favor de nuestra corporación. No permitiremos que haya más maltrato contra los animales”, sostuvo.

La bióloga Alexandra Duque, que trabaja con la CVC en el centro de atención San Emigdio, precisa que los primates han pasado por varios procesos buscando que recuperen hábitos y puedan adaptarse a las condiciones naturales.

Los espacios están rodeados de vegetación típica del bosque seco tropical y se alimentan con cebada, semillas, gusanos y diversas proteínas que encuentran en libertad.

“A pesar de todos los esfuerzos, no es lo mismo que verlos andar en su espacio natural. Si la gente entendiera el sufrimiento por el que tiene que pasar un animal en cautiverio los dejarían en libertad”, explicó.

Luego de que la Fiscalía, con las demás autoridades, se llevaran a los primates para protegerlos, desde ese organismo se inició el proceso penal por los presuntos hechos de crueldad del que se señala que fueron víctimas.

“Actualmente se adelanta un proceso por la comisión de posibles delitos contra la vida la integridad física y emocional de los animales, experimentación ilegal, y un posible aprovechamiento ilícito de los recursos naturales con los primates albergados en este sitio”, dijo en el momento del operativo Alejandro Gaviria, fiscal coordinador de Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) del ente acusador.

(Con información de EFE)