El Cosmódromo Baikonur, la puerta rusa al espacio

Fotografías por Maxim Babenko y texto por Steve Bell

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(Maxim Babenko para The New York Times)
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BAIKONUR, Kazajistán — Hace más de medio siglo, esta base de lanzamiento fue la primera en enviar a humanos al espacio. Sigue siendo la principal ruta de la humanidad hacia el cielo exterior, por ahora.

Una sala del cosmódromo dedicada a la Estación Espacial Internacional. (Maxim Babenko/The New York Times)
Una sala del cosmódromo dedicada a la Estación Espacial Internacional. (Maxim Babenko/The New York Times)

Estas fotos permiten ver que el enorme Cosmódromo de Baikonur, ubicado unos 2500 kilómetros al sur de Moscú, ya empieza a mostrar algunas arrugas.

Un maniquí usado para probar cohetes y una pintura de la Plaza Roja de Moscú en el museo. (Maxim Babenko/The New York Times)
Un maniquí usado para probar cohetes y una pintura de la Plaza Roja de Moscú en el museo. (Maxim Babenko/The New York Times)

Los soviéticos lanzaron desde Baikonur la nave Sputnik en 1957 y así empezó realmente la carrera espacial de la Guerra Fría. Estados Unidos trabajó sin tregua para alcanzar, y con el tiempo superar, al programa espacial soviético. En 1961 Yuri Gagarin salió desde Baikonur para completar una órbita a la Tierra.

Modelos de cohetes, aeronaves, cometas y otros objetos voladores en el colegio International Space School del cosmódromo. (Maxim Babenko/The New York Times)
Modelos de cohetes, aeronaves, cometas y otros objetos voladores en el colegio International Space School del cosmódromo. (Maxim Babenko/The New York Times)

Hoy en día, rusos, estadounidenses y viajeros de otras naciones unen sus fuerzas para misiones lanzadas desde las instalaciones de Baikonur, que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, describió como "físicamente envejecidas" en 2013. Además de los lanzamientos, Baikonur es una atracción turística con museo, recorridos y hasta una oportunidad para hacer un vuelo de gravedad cero.

Parte de las instalaciones de lanzamiento. (Maxim Babenko/The New York Times)
Parte de las instalaciones de lanzamiento. (Maxim Babenko/The New York Times)

El 3 de diciembre de 2018 la tripulación del Soyuz MS-11 —la estadounidense Anne McClain, el ruso Oleg Kononenko y el canadiense David Saint-Jacques— despegó de ahí camino a la Estación Espacial Internacional. Hoy, 14 de marzo, dos estadounidenses más y otra persona rusa harán el mismo trayecto. Christina Koch, una de las tripulantes de la NASA, planea hacer junto con McClain la primera caminata espacial hecha solo por mujeres astronautas.

(Maxim Babenko/The New York Times)
(Maxim Babenko/The New York Times)

Desde el último vuelo del transbordador estadounidense Discovery, en 2011, los astronautas de la NASA han tenido que pedir aventón en las naves rusas para llegar a la estación. La estrategia de NASA es empezar a usar empresas privadas, como SpaceX de Elon Musk o Boeing, para llevar a personas de Estados Unidos al espacio. Musk, quien este marzo tuvo un lanzamiento sin tripulación exitoso, espera poner fin este 2019 al estatus de Baikonur como el único proveedor de viajes humanos a la estación.

(Maxim Babenko/The New York Times)
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Busto de Yuri Gagarin, el primer humano en el espacio, en el patio trasero del museo del Cosmódromo Baikonur. (Maxim Babenko/The New York Times)
Busto de Yuri Gagarin, el primer humano en el espacio, en el patio trasero del museo del Cosmódromo Baikonur. (Maxim Babenko/The New York Times)
Monumento a las víctimas de la catástrofe de Nedelin, en 1960, cuando el prototipo de misil explotó durante los preparativos para un vuelo de prueba. (Maxim Babenko/The New York Times)
Monumento a las víctimas de la catástrofe de Nedelin, en 1960, cuando el prototipo de misil explotó durante los preparativos para un vuelo de prueba. (Maxim Babenko/The New York Times)
Los pantalones que usó Anousheh Ansari, la primera visitante con financiamiento privado de la Estación Espacial Internacional. (Maxim Babenko/The New York Times)
Los pantalones que usó Anousheh Ansari, la primera visitante con financiamiento privado de la Estación Espacial Internacional. (Maxim Babenko/The New York Times)
El público fue trasladado a un lugar más apartado del sitio de despegue para seguir viendo el trayecto del Soyuz, en diciembre. (Maxim Babenko/The New York Times)
El público fue trasladado a un lugar más apartado del sitio de despegue para seguir viendo el trayecto del Soyuz, en diciembre. (Maxim Babenko/The New York Times)
(Maxim Babenko/The New York Times)
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Segundos después del despegue de Soyuz MS-11. (Maxim Babenko/The New York Times)
Segundos después del despegue de Soyuz MS-11. (Maxim Babenko/The New York Times)
El comandante Kononenko saludaba a los espectadores cuando se dirigía a la plataforma de lanzamiento para el despegue de diciembre de 2018. (Maxim Babenko/The New York Times)
El comandante Kononenko saludaba a los espectadores cuando se dirigía a la plataforma de lanzamiento para el despegue de diciembre de 2018. (Maxim Babenko/The New York Times)
Ann McClain de la NASA y Oleg Kononenko de Roscosmos son la tripulación del Soyuz MS-11 junto con el ingeniero David Saint-Jacques, de la Agencia Espacial Canadiense. (Maxim Babenko/The New York Times)
Ann McClain de la NASA y Oleg Kononenko de Roscosmos son la tripulación del Soyuz MS-11 junto con el ingeniero David Saint-Jacques, de la Agencia Espacial Canadiense. (Maxim Babenko/The New York Times)
El cohete en camino a la plataforma de lanzamiento. (Maxim Babenko/The New York Times)
El cohete en camino a la plataforma de lanzamiento. (Maxim Babenko/The New York Times)
Un guardia de seguridad en el sitio de despegue dos días antes del lanzamiento de diciembre de 2018. (Maxim Babenko/The New York Times)
Un guardia de seguridad en el sitio de despegue dos días antes del lanzamiento de diciembre de 2018. (Maxim Babenko/The New York Times)
El transbordador espacial Burán completó solo un vuelo espacial, no tripulado, en 1988. (Maxim Babenko/The New York Times)
El transbordador espacial Burán completó solo un vuelo espacial, no tripulado, en 1988. (Maxim Babenko/The New York Times)
Un modelo de los complejos de lanzamiento en el cosmódromo. (Maxim Babenko/The New York Times)
Un modelo de los complejos de lanzamiento en el cosmódromo. (Maxim Babenko/The New York Times)
Un cohete pequeño lanzado con éxito como parte de las clases en el cosmódromo. (Maxim Babenko/The New York Times)
Un cohete pequeño lanzado con éxito como parte de las clases en el cosmódromo. (Maxim Babenko/The New York Times)
Parte de las instalaciones de lanzamiento. (Maxim Babenko/The New York Times)
Parte de las instalaciones de lanzamiento. (Maxim Babenko/The New York Times)
Una exhibición de cultura kazaja en el Museo de la Ciudad de Baikonur. (Maxim Babenko/The New York Times)
Una exhibición de cultura kazaja en el Museo de la Ciudad de Baikonur. (Maxim Babenko/The New York Times)
(Maxim Babenko/The New York Times)
(Maxim Babenko/The New York Times)

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