Viruela del mono en Perú: síntomas, casos, prevención y todo lo que debes saber sobre esta enfermedad

La viruela del mono es una enfermedad que al parecer ha llegado para quedarse un buen rato entre nosotros. Y es que tras la aparición del COVID-19 en el 2020, este es otro virus que ha puesto en alerta al mundo entero.

El Ministerio de Salud (Minsa) dio a conocer que aumentaron a 313 los casos confirmados de la viruela del mono. Todos los pacientes vienen recibiendo asistencia médica, se registraron 99 altas médicas y se está realizando la identificación de contactos.

La enfermedad se ha reportado en 9 regiones: Lima (272), Callao (20), Ica (3), La Libertad (12), Tacna (1), Loreto (1), Piura (1), Cusco (2) y Junín (1).

Fue descubierto en 1958 en varios simios y de allí su nombre, solo se había visto en algunos países del África. Pero en el último tiempo se han visto casos en varias partes del mundo, incluyendo Perú.

Es necesario conocer al detalle esta enfermedad y en esta nota intentamos aclarar todas las dudas con relación a la viruela del mono.

Es una enfermedad zoonótica viral. Esto quiere decir que es un virus que se puede transmitir de animales a humanos. Y también entre personas. A pesar de haber sido descubierta en simios, las probabilidades de contagio de un ser humano aumentan considerablemente cuando se tiene contacto con roedores como las ratas gigantes de Gambia, los lirones o los perros de las praderas.

Los primeros síntomas de que una persona ha contraído la viruela del mono pueden incluir fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones o lesiones en la piel.

En el caso de las erupciones, estas suelen a aparecer al primer o tercer día del comienzo de la fiebre. Las lesiones se pueden presentar de dos tipos: planas o ligeramente elevadas, llenas de líquido transparente o amarillento. Después de ese proceso se forman costras, se secan y se caen solas. La cantidad de estas lesiones varía entre solo algunas a las miles.

Todo esto suele durar entre 15 días y un mes y desaparecen por sí solas, sin tratarlas.

Todas las personas contagiadas son capaces de transmitir la enfermedad mientras manifiesten los síntomas. El contagio se da a través del contacto físico con la persona infectada.

Las erupciones que le salen al primer infectado, los fluidos corporales (como pus o sangre de lesiones en la piel) y las costras son particularmente infecciosos.

De igual manera, resultan infecciosas las úlceras, lesiones o llagas puesto que el virus puede propagarse a través de la saliva. En ese sentido el riesgo de contagio es más alto si tenemos un contagiado en casa o mantenemos relaciones sexuales con alguien que lleva el virus.

Cualquiera que tenga contacto físico con alguien que tenga los síntomas descritos o con un animal infectado.

También están en riego de sufrir los síntomas pero de manera más grave todos los recién nacidos, los niños y las personas con inmunodeficiencias subyacentes. Los trabajadores sanitarios también presentan alto riesgo de contagio debido a su exposición prolongada al virus.

A pesar que en la mayoría de casos, los síntomas de la viruela del mono desaparecen por sí solos en poco tiempo, hay algunas personas que sí podrían presentar algunas complicaciones que podrían llevarlos a la muerte.

Según la web de la las Naciones Unidas solo entre el 3% y 6% de los casos identificados en donde la viruela de mono es endémica ha terminado en defunciones. La mayoría estos casos son niños o personas que pueden tener otras afecciones de salud.

Como indicamos líneas arriba, los síntomas suelen desaparecer a las semanas sin necesidad de algún tratamiento específico. Pero es importante cuidar que la erupción seque sola. De ser necesario, cubra el área con un vendaje húmedo.

En casos más severos, podrías usar la inmunoglobulina vaccinia (VIG), un antiviral que se desarrolló para tratar la viruela (tecovirimat, comercializado como TPOXX) que también se aprobó para el tratamiento de la viruela del mono en enero de 2022.

· Limita el contacto con la persona infectada

· Si vives con una persona infectada, motívala, por el bien de todos en casa, a que se aísle y que cubra sus heridas si puede.

· Siempre usa una mascarilla cuando estés cerca de ellos.

· Evita cualquier contacto físico.

· Usa máscara y guantes desechables si debes tocar la ropa o ropa de cama de una persona infectada.

· Lávate las manos de manera frecuente y usa alcohol para las manos.

· Lave la ropa, toallas y sábanas de la persona contagiada y los utensilios para comer con agua tibia y detergente.

· Limpia y desinfecta cualquier superficie contaminada

· Elimina los desechos contaminados (como los apósitos) de manera adecuada.

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