Un informe denuncia que el mundo académico francés está sometido a la influencia de China

Un reporte parlamentario relata con preocupación la estrategia del gigante asiático en las universidades de Francia, y recomienda una vigilancia constante, sobre todo con respecto a sus estudiantes extranjeros

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Varios países occidentales ya han expresado públicamente su preocupación por la estrategia de influencia de China en sus universidades (Foto: REUTERS)
Varios países occidentales ya han expresado públicamente su preocupación por la estrategia de influencia de China en sus universidades (Foto: REUTERS)

El mundo académico francés está sometido a múltiples injerencias de China, que incluyen presiones y censura, según un informe parlamentario publicado el martes.

El informe, realizado por una misión de información del Senado francés, describe el “lugar preponderante, pero no exclusivo, de China en materia de influencia”.

También cita a otros países como Rusia, Turquía y algunos Estados del golfo Pérsico. “Pero ninguno de ellos tiene los medios ni el nivel de la estrategia china, que juega a múltiples niveles y ya no oculta su deseo de ocupar una posición central en las relaciones internacionales”, precisa.

Varios países occidentales ya han expresado públicamente su preocupación por la estrategia de influencia de China en sus universidades. “Es importante que los países implicados se coordinen”, dijo el exponente del informe, André Gattolin.

El documento, de 240 páginas, describe “intentos de influencia” que “ya no se limitan a cuestiones de inteligencia económica, sino que se extienden a la libertad académica y la integridad científica”.

Un informe denuncia que el mundo académico francés está sometido a múltiples injerencias de China, que incluyen presiones y censura (Foto: EFE)
Un informe denuncia que el mundo académico francés está sometido a múltiples injerencias de China, que incluyen presiones y censura (Foto: EFE)

Entre sus herramientas están los Institutos Confucio (IC), presentes en todo el mundo. Al igual que los institutos españoles, alemanes y franceses, pretenden difundir la cultura china, pero sus críticos les acusan de ser instrumentos de propaganda, de amenazar la libertad académica de sus socios e incluso de albergar espías.

El informe recomienda, en particular, “elevar el tema de las injerencias extranjeras al rango de prioridad política” y lamenta que se haya “banalizado” hablar de “trolls” rusos o de ciberataques de Rusia y China.

Los autores subrayan el dilema al que se enfrentan las universidades, que por naturaleza son intelectualmente abiertas, pero que ahora debe adoptar una vigilancia constante, sobre todo con respecto a sus estudiantes extranjeros.

El informe recomienda también desarrollar una estrategia a escala de la Unión Europea, llevar a cabo una auditoría de la seguridad de los sistemas informáticos de las universidades y crear un “régimen de transparencia sobre el origen de la financiación de proyectos extraeuropeos”.

¿Son los Institutos Confucio caballos de Troya del gobierno chino?

Cuando se lanzaron en 2004, estos centros que promueven la lengua y cultura china se presentaron como equivalentes del alemán Goethe o de la Alianza Francesa, pero ahora levantan sospechas en Occidente.

Esta arma del “soft power” (poder blando) chino se ha propagado a la velocidad de la luz: actualmente se cuentan más de 500 centros.

Institutos Confucio en África
Institutos Confucio en África

Para François-Yves Damon, sinólogo y director del Centro Francés de Investigación sobre Inteligencia (CF2R), estas sospechas son lógicas. Pero no por ello todos los chinos son espías “potenciales”. Los Institutos Confucio existen más bien “para asegurarse de que lo que se difunde sobre China corresponde con la voluntad del Partido Comunista”, señala.

Para el sinólogo italiano Mauricio Scarpari “ningún otro instituto cultural del mundo está tan entrelazado con las universidades extranjeras, una anomalía sorprendente si se tiene en cuenta que están bajo el control de un organismo estatal totalmente controlado por el Partido Comunista Chino”.

En un estudio sobre los institutos de su país, el investigador alemán Falk Hartig, señala que todo “depende del personal local”. En Alemania, por ejemplo, los directores de los IC rechazan las acusaciones de propaganda, afirmando que utilizan libros alemanes y no chinos.

De forma global, muchos Institutos Confucio de todo el mundo están cerrando, a pedido de autoridades recelosas.

Diez años después de ser la primera universidad de Europa en acoger uno de estos centros, Estocolmo interrumpió toda cooperación en 2015. Siete municipios suecos le siguieron los pasos, según un recuento realizado en junio por la radio pública de ese país.

En Estados Unidos, la National Association of scholars contabilizó en febrero 55 Institutos Confucio (tres de los cuales tienen previsto cerrar en 2021) frente a 103 en 2017.

(Con información de AFP)

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