Desgarrador: mueren 20 ballenas piloto en Islandia

Aunque los equipos de emergencia trabajaron incansablemente para poder rescatar a los animales, 20 ballenas no lograron sobrevivir

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(Foto: Reuters)
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Alrededor de 50 ballenas piloto quedaron varadas y 20 de ellas murieron en un playa ubicada en la región de Gardur, al suroeste de Islandia, informaron los servicios de emergencia.

Esto ocurre dos semanas después de que 52 ballenas murieran en el oeste de la isla, también arrastrados a la orilla.

De acuerdo con medios locales, transeúntes ayudaron a las ballenas en lo que llegaban los equipos de emergencia, que lucharon durante buena parte de la noche del sábado para mantenerlas con vida.

"Unos 90 voluntarios trabajaron toda la noche para mantener húmedos a los animales", declaró a la AFP David Mar Bjarnason, portavoz de la Asociación islandesa de Investigación y Salvamento.

"Hubo que esperar a la marea alta para devolverlos al mar", explicó Mar Bjarnason.

Las ballenas piloto son una especie abundante en el Atlántico, donde se calcula que hay entre 500 mil y 800 mil individuos.

El pasado 18 de julio, 52 animales que yacían en la arena fueron avistados en una playa salvaje del oeste de la isla.

Las ballenas son particularmente vulnerables cuando se acercan a la costa para cazar a sus presas, si las aguas del litoral son poco profundas.

En Nueva Zelanda también se han registrado la muerte masiva de ballenas

(Foto: Reuters)
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En Noviembre de 2018, 145 ballenas piloto murieron en un varamiento masivo en un punto remoto de una pequeña isla de Nueva Zelanda.

El hallazgo fue realizado por un senderista en la Isla de Stewart, a 30 km de la costa sur de la Isla Sur.

La mitad de las ballenas ya estaban muertas y, debido a la condición de las demás y a la localización, remota y de difícil acceso, se tomó la decisión de someterlas a eutanasia.

"Por desgracia, la probabilidad de ser capaces de reflotar con éxito a las ballenas restantes era extremadamente baja", dijo Ren Leppens, gestor de operaciones del Departamento de Conservación de la Isla Stewart.

"La localización remota, la falta de personal cercano y el agravamiento de la situación de las ballenas implicaba que lo más humano que podía hacerse era la eutanasia", añadió. "No obstante, siempre es una decisión dolorosa".

Este fue uno de los cuatro varamientos descubiertos en las costas de Nueva Zelanda durante ese fin de semana.

Unos días antes, 10 orcas pigmeas encallaron en la playa de las Noventa Millas, en la zona boreal de la Isla Norte. Dos de ellas murieron y el martes se intentará devolver al mar a las supervivientes.

Un cachalote hallado en la cercana Doubtless Bay murió la noche del sábado. En Ohiwa, en la costa oeste de la Isla Norte, se encontró un cachalote hembra.

Los varamientos de ballenas son relativamente comunes en las costas neozelandesas: el Departamento de Conservación atiende una media de 85 incidentes anuales, la mayoría de un solo ejemplar del animal.

No se sabe con exactitud por qué encallan las ballenas y delfines, pero algunas razones pueden ser las enfermedades, los errores de navegación, las características geográficas, un cambio repentino de marea, que sean perseguidos por un predador y las condiciones meteorológicas extremas.

Masacre de ballenas en las islas Feroe: 180 animales muertos tiñeron el mar de rojo

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El pequeño archipiélago anclado en el Atlántico Norte, ubicado entre Escocia, Noruega e Islandia, se presenta como un país autónomo dentro del Reino de Dinamarca, pero no pertenece a la Unión Europea.

Con una superficie de 1.393 km² y poco menos de 50.000 habitantes, las islas Feroe presumen de una belleza natural difícil de pasar por alto, con una geografía que a pesar de carecer de bosques, está dominada por ondulantes praderas que serían un escenario ideal para rodar un largometraje del estilo de la saga del Señor de los Anillos.

Su suelo pobre y la práctica ausencia de recursos naturales hacen que su economía dependa casi enteramente en la pesca y la industria derivada. De cualquier forma, esto no justifica la brutal masacre de ballenas que se sigue llevando adelante en las costas de dicho territorio, algo que continúa generando repudio a nivel internacional, sobre todo luego de que se filtraran imágenes gráficas de la más reciente e innecesaria matanza .

La práctica es parte intrínseca de la cultura feroesa y hasta los niños participan de ella desde muy temprana edad. Según compartieron distintos medios internacionales, como los tabloides británicos Daily Mail y The Sun, los habitantes del pueblo de Sandavágur en la isla de Vágar mataron el mes pasado a 180 ballenas, como parte de una tradición estival en la que cientos de variedades conocidas como piloto y zifio son masacradas cada año.

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Los isleños han llevado adelante la brutal cacería durante siglos, en preparación para los crudos meses de invierno donde las condiciones de vida se complican considerablemente. La carne de las ballenas es salada o cortada en bistecs, mientras que la grasa es fileteada y consumida cruda.

Alastair Ward, un estudiante de 22 años perteneciente a la universidad de Cambridge, visitó el archipiélago el mes pasado y logró inmortalizar con su cámara el dantesco suceso.

"Estábamos caminando a lo largo de la bahía cuando una familia de residentes se nos acercó para decirnos que se aproximaba una ballena" dijo el joven, en diálogo con el Daily Mail.

"Creíamos que se trataría de un solo animal que sería traído a la costa pero más y más botes seguían apareciendo en el horizonte" explicó azorado Ward.

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"Una vez que se encontraban lo suficientemente cerca, todo el pueblo salió corriendo a recibirlos y allí fue cuando comenzaron a mutilar a los animales. Incluso los niños participaban, al saltar sobre los cuerpos sin vida de las ballenas" relató con desgarrador detalle.

"Simplemente nos sentamos allí sin poder decir una palabra, tristes pero a la vez no podíamos dejar de ver lo que sucedía. Los chillidos de las ballenas eran espantosos" añadió.

"Ponían ganchos dentro de sus espiráculos para arrastrarlos a tierra y luego los troceaban con cuchillos. No murieron de una forma digna" explicó.

El ritual ha sido criticado por activistas en pro de los animales en el pasado, quienes aseguran que el mismo es "cruel e innecesario". Por otro lado, las autoridades locales aseguran que la cacería se hace de forma sustentable y a la vez permite que la isla sea auto suficiente