La monumental campaña mediática del régimen chino para lavar su imagen en occidente

Un informe de 52 páginas publicado el lunes por la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) advierte que China está extendiendo activamente su influencia en los medios de comunicación internacionales para disuadir críticas y difundir propaganda estatal. "El propósito del informe es provocar una reacción", dijo a Honk Kong Free Press Cédric Alviani, director de la oficina de Asia Oriental de RSF. "Es sólo la punta del iceberg de la influencia de China en los medios de comunicación de todo el mundo. Eso es lo que lo hace escalofriante".

El informe, titulado "El nuevo orden mundial de los medios de comunicación según China", califica al presidente chino Xi Jinping como un "enemigo de la democracia, los valores universales, los derechos humanos y la libertad de prensa".

"En el espíritu del régimen de Beijing, los periodistas no están concebidos como una fuerza que contrarreste al poder, sino para servir a la propaganda de los Estados", dijo Christophe Deloire, secretario general de RSF.

En una sección sobre Hong Kong, RSF dijo que la libertad de prensa en la ciudad ha sido socavada, citando los vínculos entre los propietarios de los medios de comunicación de Hong Kong con los organismos políticos del territorio continental, las amenazas de la Autoridad de Comunicaciones de suspender las licencias de los medios de comunicación locales y la venta del periódico en inglés South China Morning Post a la empresa china de comercio electrónico Alibaba, en el año 2016.

Luego de la adquisición, "alrededor de 30 empleados del diario se fueron inmediatamente", dijo RSF. "Fueron rápidamente reemplazados por reporteros con reputación de ser dóciles o pro-Beijing, y sus políticas editoriales no tardaron en cambiar".

La estrategia de comunicación china, sostiene el informe, está basado en tres pilares. El primer objetivo es ampliar el acceso a los programas de radio y televisión estatales en todo el mundo. El segundo, promover extensas campañas publicitarias a nivel global. Por último, adquirir participaciones en los medios extranjeros.

El gobierno chino está invirtiendo hasta USD 1.300 millones anuales para ampliar la audiencia de los medios de comunicación locales a nivel mundial. China Global Television Network (CGTN) -una agrupación de las operaciones en idiomas extranjeros de CCTV, la emisora estatal- es reservada en cuanto a su presupuesto, pero abierta en cuanto a sus ambiciones de competir con las emisoras globales como CNN y la BBC. Este año tiene previsto abrir un nuevo centro de emisión en Chiswick, un suburbio rico de Londres. Complementará a las otras dos emisoras de CCTV de Washington y Nairobi, cada una de las cuales cuenta con unos 150 periodistas.

Para asegurar su control sobre el mensaje que transmiten sus medios de comunicación nacionales e internacionales, incluida la CGTN, el gobierno los fusionó en marzo del año pasado en un único grupo de medios de comunicación llamado Voz de China. La reorganización permite a la CGTN y a los demás servicios mantener sus identidades separadas bajo una gestión coordinada controlada por el Departamento de Publicidad del Partido Comunista, una poderosa agencia a cargo de la propaganda y la censura de los medios de comunicación.

Entre sus misiones, la Voz de China tiene a su cargo "la planificación general de importantes informes de propaganda". En un artículo publicado en un periódico de propiedad estatal, Jia Wenshan, de la Universidad Renmin de Beijing, dijo que el grupo intentaría "combatir las noticias falsas, desmentir el meme propagandístico de la 'amenaza china' y luchar contra la hegemonía de los medios de comunicación occidentales".

En la última década, Xinhua, la principal agencia de noticias de China, que publica en numerosos idiomas, ha establecido más oficinas extranjeras que cualquier otro competidor, elevando su número a 180 de un poco más de 110. En 2010 creó un canal de televisión global en inglés, llamado CNC World. La Radio Internacional de China, que forma parte de la Voz de China, emite ahora en 65 idiomas, en comparación con los 43 de hace una década.

En África, la prensa china tiene una larga historia. La primera oficina de Xinhua se inauguró en El Cairo en 1958. Radio Beijing, una emisora estatal, comenzó a transmitir a África oriental en 1967. Pero la presencia de China en el continente comenzó a crecer notablemente en la última década. CGTN África abrió sus primeras oficinas en Nairobi en 2012, el mismo año del lanzamiento de China Daily Africa, un periódico, y ChinAfrica, una revista, ambas publicadas a lo largo del continente.

China también se vale de otros métodos para ejercer su influencia, incluyendo la celebración de eventos ostentosos para periodistas extranjeros que pretenden atraer coberturas favorables y la compra de acciones de varios medios de comunicación europeos por una suma de más de USD 336.000 millones. Beijing ha invitado al menos a 3.400 periodistas extranjeros de 146 países a seminarios patrocinados por el gobierno.

En octubre de 2018, la firma de inversores H&H Group de Nueva York, que cuenta con conexiones con el medio Phoenix TV (controlado por el Gobierno chino) en Hong Kong, adquirió la estación de radio mexicana XEWW 690, que llega a todo el sur de California (zona con una gran presencia de descendientes chinos) con el propósito de enfocarse en esa comunidad, declaró RSF.

La visión de Xi Jinping de que los medios de comunicación actúen como portavoces del partido amenaza la libertad de prensa tal como la conocemos en todo el mundo. "Si las democracias no se resisten, la propaganda 'al estilo chino' invadirá gradualmente los medios de comunicación del mundo, compitiendo con el periodismo tal como lo conocemos", advirtió Deloire.

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