Del oaxaqueño al yucateco: cuáles son las clases de tamales que existen en México

Sin duda alguna, el tamal es uno de los alimentos favoritos de todos los mexicanos. Este delicioso platillo es elaborado con maíz. El origen del tamal se ha disputado por varios países en América, sin embargo, no se han obtenido pruebas suficientes para atribuirlo a alguna cultura o país en particular. Diversas variedades de tamales han sido desarrolladas en casi todos los países del continente americano, especialmente en México, Perú, Argentina, Chile, Bolivia, los países de Centroamérica y otros sitios de América en donde el maíz tiene preponderancia en la dieta.

A pesar de esto, debe destacarse que el origen del maíz se dio en el centro de México, desde donde se diseminó por el resto del continente americano. Es posible pensar que fue inventado en la región en donde se dio por primera vez el maíz, o sea, México, sin embargo, el intercambio cultural también pudo haber traído al tamal de otra región a México.

La palabra tamal viene del náhuatl tamalli, y significa envuelto. Este es un nombre genérico que se le da a varios platillos americanos de origen indígena. Generalmente es preparado con masa de maíz cocida envuelta en hojas de mazorca o de la misma planta de maíz, plátano, bijao, maguey, aguacate, o incluso papel aluminio o plástico. pueden llevar o no relleno, el cual puede contener carne, fruta, vegetales, chile, salsa, etc. Además puede ser de sabor salado o dulce.

El próximo dos de febrero se conmemora el Día de la Candelaria, en el cual se acostumbra comer tamales. En México, hay una gran variedad de estos platillos, que dependiendo del lugar geográfico, se suelen preparar de diferente forma y tienen diferente sabor e incluso forma. Te mostramos algunos de estos tamales:

Es común encontrar los típicos tamales de maíz con salsa verde o roja, rellenos de carne de pollo o puerco. Estos suelen deleitarse, ya sea solos, o bien, dentro de un bolillo, lo cual se conoce como guajolota, y regularmente es acompañado de atole.

Tradicionalmente se elaboran con masa de maíz y se envuelven en hoja de plátano o del mismo maíz, aunque son menos comunes. Generalmente son de cerdo o pollo con mole negro, pero también hay verdes, rojos, de carne de iguana, de mole amarillo y hasta de chipilín.

Tal vez se trate del tamal de mayor formato y volumen. Es también conocido como tamal de fiesta y es propio de la región huasteca, que abarca las zonas montañosas de estados como San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo y Querétaro, por los que atraviesa la Sierra Madre Oriental.

Este tamal se prepara en una tina de metal y puede llegar a medir hasta tres metros y pesar hasta 50 kilos. Por su tamaño, se cuece en un horno horizontal de tierra (barro), calentado con brazas de leña. La masa, que es de maíz martajado, y se pinta de un ligero color rojo con un polvo de chile seco. regularmente se rellena de carne de puerco o pollo, y es muy común encontrarlo en las plazas de los pueblos desde muy temprano, los fines de semana. Se sirve en porciones abundantes en un plato hondo, sobre una hoja de plátano asada y se come con cuchara. Se suele acompañar con chiles jalapeños, filetes de cebolla y rebanadas de zanahoria, todo esto encurtido en agua con vinagre y especias. Es común acompañarlo con café de olla, pues regularmente se toma como desayuno.

Están envueltos en hoja de plátano, y se rellenan con la masa de maíz y cochinita pibil. Esta última es un guisado hecho de carne magra deshebrada de cerdo, en un caldillo de axiote, jugo de naranja agria y otras especias.

La palabra k’urhunda proviene del idioma purépecha, típico de la región occidental del país, y se traduce como tamal. Se hacen con verduras, queso y tequesquite, revueltos con masa. Se envuelven en la hoja de maíz y se les da forma triangular cónica o piramidal. Son originarias del estado de Michoacán, sin embargo, son conocidas por todo el occidente de México, como en los estados de Jalisco y Colima.

Además de los típicos tamales sinaloenses, en este estado se cocinan otros tamales típicos, como los tamales tontos, hechos solo de masa, sin carne u otro relleno. También están los tamales barbones, que son típicos de la ciudad costera de Escuinapa, hechos de camarón y en donde la cabeza y las “barbas” del camarón salen del tamal, de ahí el nombre.

Están hechos de masa de maíz endulzada y rellenos de miel, mermelada de guayaba, piña, fresa, membrillo u otra fruta. Regularmente son para los niños y tienen un color rosa mexicano, similar al magenta, aunque en ocasiones se pinta de amarillo, verde limón o morado. Los tamales de dulce también son dulces y están rellenos de masa de maíz endulzada, envueltos con hojas verdes de elote y suele rellenarse con granos de elote.

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