Como cada 2 de febrero, en México se conmemora la fiesta de La Candelaria, donde se acostumbra comer tamales, purificar las semillas para la siembra, llevar al Niño Dios a la iglesia y bendecir las velas.
Esta fiesta es una combinación de tradiciones prehispánicas y católicas. En las culturas mesoamericanas, en esta fecha se conmemoraba a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl mientras que en el catolicismo, se recuerda la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María.
Los tamales de ollita son característicos del municipio de Ocoyoacac, en el Estado de México, la señora Cecilia Peñaloza lleva más de 15 años dedicándose a elaborar tamales de ollita, lo aprendió de su mamá y su abuelita.
Desde muy temprana hora prepara su nixtamal para llevarlo al molino y poder preparar la masa que posteriormente se le agregará manteca, sal y anís, dejando reposar la masa y poder hacer las ollitas que se tienen que dejar reposar, las cuales serán rellenadas con salsa verde o roja, y carne de puerco que es lo tradicional, o también pueden llevar pollo y mole, dependiendo del gusto del comensal, posteriormente envueltos en hoja de maíz y ponerse al fuego.
En estas fechas sus pedidos aumentan por la celebración del Día de la Candelaria, ha llegado a elaborar hasta 700 tamales y se han ido lugares como Colima y Los Cabos; sus hermanas, hijas y sobrinas le ayudan en estas fechas para poder tener listos sus pedidos.
Actualmente la elaboración de tamales de ollita continúa en el municipio aunque ya son menos personas que los realizan, entre ellas personas de la tercera edad, pero buscan que no se pierda esta tradición, vendiéndolos no solo en este municipio si no en los municipios aledaños.
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