COVID-19 en México: entre la esperanza de las vacunas y el temor de las variantes

A dos años de haberse dado a conocer la existencia y diseminación del virus SARS CoV-2, el mundo continúa viviendo los estragos de la enfermedad, que de acuerdo con especialistas, llegó para quedarse

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COVID-19 en México: entre la esperanza de las vacunas y el temor de las variantes. (Fotoarte: Infobae México)
COVID-19 en México: entre la esperanza de las vacunas y el temor de las variantes. (Fotoarte: Infobae México)

Durante 2021, la pandemia de la COVID-19 siguió su avance implacable sobre México y el mundo, dejando a su paso muerte, dolor y temor, pero a la par, esperanza de que el virus pueda ser vencido o por lo menos, controlado a través de las vacunas.

Aunque el gobierno mexicano presume ser el séptimo país a nivel mundial en la aplicación de biológicos contra la enfermedad, lo cierto es que con casi 300,000 muertes oficiales a causa de la COVID-19, México se sitúa en el lugar número cuatro de las naciones con más decesos en el mundo desde el inicio de la pandemia.

Hasta el pasado 23 de diciembre y a prácticamente dos años de la aparición del SARS CoV-2, en México se registraron 3,943,764 contagios y 298,08 defunciones de manera oficial, pero la cifra de fallecimientos alcanza por lo menos el doble.

Mexico COVID (Foto: Cuartoscuro)
Mexico COVID (Foto: Cuartoscuro)

Y es que de acuerdo con las mismas cifras del gobierno federal, en el país han muerto 650,000 personas por arriba del promedio, es decir, hay un exceso de mortalidad por distintas causas.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el exceso de mortalidad es el mejor recurso para medir el impacto de la pandemia, al mostrar las muertes por todas las causas que excedieron los decesos esperados: saturación hospitalaria, falta de atención médica o por el propio virus.

La esperanza de las vacunas

Foto: EFE/ José Méndez/ Archivo
Foto: EFE/ José Méndez/ Archivo

Durante el 2020 y en una carrera contra el tiempo, diversas farmacéuticas realizaban pruebas para sacar una vacuna contra la COVID-19. Meses después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciaba la esperanza de 10 potenciales biológicos en contra de la enfermedad. Incluso, científicos mexicanos se sumaron al desarrollo de una vacuna. El gobierno la denominó “Patria”, la cual -a la fecha- sigue en fase de pruebas.

En diciembre de ese mismo año, la Secretaría de Salud federal presentó la Política Nacional de Vacunación contra la COVID-19, que contemplaba cinco etapas basadas en las recomendaciones sobre riesgo del Grupo Técnico Asesor.

El 23 de diciembre de 2020, México recibió su primer lote de vacunas anti-COVID. Se trató de un embarque de 2,925 dosis de Pfizer. Desde ese entonces, el país ha recibido 192 entregas de siete farmacéuticas: Pfizer, AstraZeneca, Moderna, Sinovac, Cansino, Sputnik y Johnson & Johnson.

Tras recibir el primer embarque, la vacunación inició casi de inmediato. El personal de salud de los hospitales públicos y los adultos mayores de 80 años y más tuvieron prioridad, toda vez que estaban catalogados como los grupos más vulnerables. Casi a la par, grupos de personas que están en contra de las vacunas y del uso del cubrebocas comenzaron sus movilizaciones.

Sin embargo, las filas de abuelitos y de sus familiares eran interminables. Todos tenían la esperanza de ser vacunados contra el mortal virus que hasta ese momento, ya le había arrebatado la vida a miles de mexicanos y tenía en crisis al sistema hospitalario mexicano. La felicidad y la ilusión enmarcaba sus rostros.

FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO/ ARCHIVO
FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO/ ARCHIVO

Pero el sector médico privado quedó excluido de la inoculación, por lo que cientos de profesionales de la salud realizaron varias manifestaciones para exigir al gobierno federal la aplicación de la vacuna, toda vez que ellos también estaban expuestos al atender a pacientes portadores del virus.

Pese a ello, las autoridades aseguraron que serían vacunados cuando les correspondiera por edad, lo que desató más inconformidades.

A la par, México vivía las peores cifras de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos a causa de la pandemia. De acuerdo con las cifras oficiales, el 21 de enero de 2021 se alcanzó el mayor pico de la enfermedad al registrarse 7,965 casos nuevos en solo 24 horas.

En total, el primer mes del 2021 se registraron 32,729 defunciones, producto de la segunda ola y de la época invernal. En febrero las muertes llegaron a 21,179, mientras que para marzo la cantidad de decesos fue de 18,134.

En medio del avance de la enfermedad y tras semanas de un lento proceso en la vacunación, tocó el turno de los adultos de 79 años a 50 años de edad, luego vinieron los maestros, ya que para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el regreso a las aulas seguía siendo parte de su prioridad.

Los docentes de todo el país recibieron el biológico de la farmacéutica china Cansino, la cual es de una sola dosis. Pero el desarrollo de la pandemia impidió el regreso inmediato a clases.

Foto: REUTERS / Daniel Becerril / Archivo
Foto: REUTERS / Daniel Becerril / Archivo

El avance en la vacunación se aceleró a medida de que se acercaban las elecciones intermedias del 6 de junio, en donde 15 estados del país en donde se disputaron más de 20,000 cargos así como la renovación total de la Cámara de Diputados. Tras los comicios, el ritmo en la aplicación de dosis disminuyó, quedando demostrado que el gobierno federal utilizó la inoculación como un instrumento político-electoral.

A medida que la población adulta era vacunada, comenzó un lento descenso en los contagios y decesos. Pero también se destapó otra crisis: la negativa del gobierno federal a vacunar a los menores de 18 años de edad.

Aunque en diversas partes del mundo como en Europa, Estados Unidos e incluso en varios países latinoamericanos, los adolescentes y niños estaban siendo inmunizados con biológicos de Pfizer -la única vacuna autorizada para aplicar en menores de edad- en México, el gobierno de López Obrador se negaba de manera rotunda a aplicarla a este sector de la población, argumentando que los niños no la necesitaban al no ser un sector de riesgo.

La situación llevó a decenas de padres de familia o tutores a tramitar amparos para que sus hijos menores de edad - muchos con alguna enfermedad que los ponía en riesgo de muerte al contagiarse de COVID- pudieran ser vacunados. Otros más -los de mayores recursos- optaron por llevar a sus hijos a Estados Unidos para ser inmunizados.

Mientras varios jueces otorgaban los amparos y ordenaban al gobierno federal la vacunación de los niños y adolescentes, la administración de López Obrador combatía en tribunales las determinaciones judiciales.

Foto: REUTERS / José Luis González/ Archivo
Foto: REUTERS / José Luis González/ Archivo

Pero la crisis se profundizó luego de que el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell , aseguró el 7 de septiembre que por cada dosis de la vacuna contra COVID-19 que “se desvía hacia un niño o niña” a través de amparos, se le quita la oportunidad a quien tiene un riesgo mayor.

“Por cada dosis que por acción judicial por esta sentencia de amparo se desviara hacia un niño o niña, cuyo riesgo es menor, se le está quitando la oportunidad a una persona que tiene un riesgo mayor”, dijo en la conferencia presidencial matutina en Palacio Nacional.

Las declaraciones ocasionaron el enojo no solo de los padres de familia de los niños amparados, sino también de una gran parte de la clase política y de la población.

Luego, vinieron los señalamientos del secretario de Salud, Jorge Alcocer, quien aseguró que los niños “tienen un sistema inmunológico de maravilla” y que la aplicación de la vacuna podría “entorpecer ese aprendizaje” de su sistema de defensas.

A mis nietos no los vacuno. Si tienen una comorbilidad, adelante”, aseguró. Las declaraciones desataron otra andanada de críticas en redes sociales y entre políticos de la oposición

Sin embargo, hasta octubre de 2021, el gobierno federal solo estaba autorizando la vacunación de menores entre 12 y 17 años de edad que tuvieran una enfermedad crónica al considerar que no existe suficiente evidencia científica sobre el efecto de la vacuna sobre los niños.

Foto: EFE/José Méndez/ Archivo
Foto: EFE/José Méndez/ Archivo

A mediados de noviembre, el gobierno federal anunció que todos los adolescentes de 15 a 17 años serían vacunados. Luego se anunció que los niños de 12 a 17 años, especialmente aquellos con comorbilidades, serían inmunizados.

A inicios de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el inicio de la aplicación de una tercera dosis para los adultos mayores en todo el país.

El 22 de diciembre, López Obrador informó que en breve se aplicará la vacuna de refuerzo contra COVID-19 al personal sanitario y educativo, incluso no descartó la vacunación de menores de 18 en México, siempre y cuando tenga una justificación científica y sea necesaria.

“Se tomó la decisión de aplicar la vacuna de refuerzo a todos los maestros, para que el magisterio nacional lo sepa, además, vamos a avanzar más en adultos mayores. Por razones obvias tenemos que seguir avanzando. Personal de salud y maestros”, dijo durante su conferencia mañanera de ese miércoles.

FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO/ARCHIVO
FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO/ARCHIVO

El mandatario resaltó que se están analizando los estudios de organismos internacionales para saber si recomiendan inmunizar con otra dosis a los niños.

“Veremos qué dice al respecto la Organización Mundial de la Salud (OMS) y nosotros lo vamos a hacer si está recomendado. Lo que no queremos es llevar a cabo algo que no sea conveniente e innecesario. Yo pienso que la próxima semana, el martes, los especialistas de salud podrían dar respuesta”, dijo.

Hasta el pasado 23 de diciembre, en México se registraron 3,943,764 contagios y 298,08 defunciones de manera oficial

Las variantes de la COVID-19: una pesadilla que no termina

Foto:  Andriy Onufriyenko/ Getty Images
Foto: Andriy Onufriyenko/ Getty Images

A lo largo del 2021, México y el mundo vivieron con temor la aparición de diversas variantes de la COVID-19, a las cuales, la Organización Mundial de la Salud les dio un nombre del alfabeto griego.

La variante Alfa (también conocida como variante Kent o B.1.1.7) que se descubrió por primera vez en el sureste de Inglaterra

La variante Beta ( variante sudafricana o B.1.351).

La variante Gamma (conocida como variante brasileña o P.2).

La variante Delta (también denominada como variante india o P.1) y que hasta el momento es la predominante en el mundo. Todas ellas fueron clasificadas como “variantes de interés”.

También existen Epsilon o B.1.427/B.1.429; Zeta; Eta (B.1.525); Theta o P.3; Lota (B.1.526); Kappa o B.1.617.1; Lambda (C.37) y Mu o B.1.621.

Sin embargo, a finales del pasado mes de noviembre, la OMS dio a conocer la aparición de una nueva variante llamada Ómicron (B.1.1.529), la cual surgió en Sudáfrica y fue catalogada como “altamente contagiosa”.

Foto: REUTERS/Dado Ruvic/ Archivo
Foto: REUTERS/Dado Ruvic/ Archivo

De inmediato el mundo se puso en alerta y varios países europeos cerraron sus fronteras a las personas provenientes de Sudáfrica, a lo que el gobierno de ese país calificó de actos discriminatorios.

Debido a su reciente aparición, hasta el momento se tiene poca información sobre Ómicron. Lo que es un hecho es que se está expandiendo rápidamente por todo el mundo, por lo que los expertos consideran que en muy poco tiempo desplazará a Delta como la variante dominante.

Las agencias sanitarias internacionales han calificado la situación como “de muy alto riesgo”, por lo que incluso han admitido que “hay que prepararse para lo peor”. Sin embargo, en México, el gobierno ha minimizado las advertencias argumentando que hasta el momento se tiene muy poca información científica sobre Ómicron.

Ante este escenario, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a los gobiernos del mundo ejercer máxima precaución en estas fiestas de fin de año y evitar eventos con presencia de mucha gente, ya que se podrían convertir en superpropagadores del virus.

El director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una imagen de archivo. EFE/EPA/FABRICE COFFRINI
El director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una imagen de archivo. EFE/EPA/FABRICE COFFRINI

Un evento cancelado es mejor que una vida cancelada. Es mejor cancelar ahora y celebrar más tarde, que celebrar ahora y estar de luto más tarde”, sostuvo el director de la Organización.

“No cabe duda de que el aumento de la mezcla social durante el periodo de vacaciones en muchos países provocará un aumento de los casos, la saturación de los sistemas sanitarios y más muertes”, enfatizó el director general de la OMS.

Contrario al llamado de la OMS, el gobierno mexicano exhortó a la población a reunirse en estas fechas decembrinas.

“Yo lo que deseo es que la gente no sufra, que nadie esté triste, que estén felices todos, que todos estemos contentos y que le demos gracias a la vida, al creador, que nos ha dado tanto, deseo que haya mucha felicidad en todos los hogares, que aún cuando hay la polémica si nos reunimos o no por esta buena variante, que lo hagamos con cuidado, pero sí procuremos reunirnos con nuestros seres queridos, que es muy importante vernos”, enfatizó Andrés Manuel López Obrador.

FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO/ ARCHIVO
FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO/ ARCHIVO

“Es algo bellísimo encontrarnos con hijos, con hermanos, papás, abuelos, por eso es una fecha tan especial, esta de fin de año, fundamentalmente, porque es cuando nos reunimos. Mientras viven nuestros padres, ellos eran los que nos convocaban a todos, siempre, pero se nos van adelantando y ya se empieza a desintegrar ese tipo de encuentros, ya no se realizan igual, pero hay que procurarlos con familiares y amigos, hay que estar juntos”, agregó.

Mientras el presidente mexicano hace estos llamados, los casos de Ómicron siguen multiplicándose.

De acuerdo con lo reportado por la plataforma internacional GISAID (Global Initiative on Sharing All Influenza Data) y por las Secretarías de Salud locales, hasta el 23 de diciembre, ya suman 46 casos de Ómicron en México: 28 en la Ciudad de México; 8 en el Estado de México; 6 en el estado de Nuevo León; 3 en Tamaulipas y 1 más en Hidalgo. En tanto, en Sinaloa se tiene uno sospechoso cuya muestra aún se encuentra en proceso de secuenciación.

El panorama para 2022: México ya no comprará más vacunas

Foto: REUTERS/Daniel Becerril/ Archivo
Foto: REUTERS/Daniel Becerril/ Archivo

Pese a la situación con Ómicron y ante la posibilidad de que surjan nuevas variantes (que pudieran ser más peligrosas que las actuales o no), México está a punto de quedarse sin vacunas.

Hasta mediados de diciembre de este año, el país sumó 194 millones 569 mil 625 vacunas, de las cuales, 10 millones 421 mil 800 fueron donadas por Estados Unidos. Pero de las dosis compradas por el gobierno mexicano, solo faltan por llegar las últimas 10 millones 370 mil 655 dosis y no hay contratos para comprar más, por lo que existe el temor de que México no cuente con las vacunas suficientes para seguir combatiendo la pandemia en el 2022.

El canciller Marcelo Ebrard, quien desde la llegada de la pandemia a México ha sido el encargado de conseguir las vacunas, dijo el pasado 14 de diciembre en la conferencia mañanera del presidente López Obrador, que en 2022 ya no será necesaria una estrategia especial para la compra de biológicos, ya que “entraríamos a una especie de normalidad en materia de vacunas como la vacuna de la influenza y muchas otras vacunas”, subrayó.

Presumió que hasta ese momento, 80.5 millones de adultos en el país tienen al menos una dosis de la vacuna, es decir, el 87% del total de la población mayor de edad, por lo que el gobierno federal ha cumplido la meta de vacunación. De ese total, el 82% (66.22 millones) ha completado su esquema de vacunación.

(Foto: Twitter @Birmex)
(Foto: Twitter @Birmex)

En febrero de 2021, el gobierno mexicano informó sobre una iniciativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para que México fabrique su propia vacuna contra el virus SARS-CoV-2, la cual fue llamada “Patria”. Pasaron meses sin que se informara de forma oficial sobre los avances en el desarrollo del biológico.

Fue hasta el pasado 21 de diciembre que Andrés Manuel López Obrador anunció que se necesitaban voluntarios para probar la vacuna mexicana.

“Para los que todavía no se han vacunado sería importante que participen en este protocolo de investigación”, dijo.

Diversos especialistas han asegurado que la COVID-19 llegó para quedarse, y aunque la pandemia como tal podría seguirse expandiendo y mutando por algún tiempo más (algunos señalan que podría ser controlada hasta 2023 y ser tratada como un resfriado en un futuro), lo cierto es que la población mundial presenta un desgaste ante las restricciones sanitarias y sociales, algo que ha contribuido a la expansión del virus y a que siga cobrando víctimas mortales y dejando secuelas a los contagiados a lo largo y ancho del mundo.

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