Sentenciaron a sacerdote pederasta a más de 30 años de cárcel en Chihuahua

Determinaron que será necesario que la víctima reciba tratamiento psicológico de por vida

Compartir
Compartir articulo
infobae

El sacerdote Aristeo Baca fue sentenciado a 34 años y 5 meses de prisión, por los delitos de violación y abuso sexual agravado contra una menor de 8 años.

Dentro de la resolución judicial, se contempló que el sacerdote deberá además cubrir un pago de 59,000 pesos por concepto de reparación material que serán destinados para la atención de la víctima.

El 22 de febrero se le encontró culpable por los jueces asignados al proceso. Sin embargo, el Ministerio Público pidió que se le dieran 83 años cárcel, además de las medidas de reparación para la víctima y su familia como terapia psicológica, entre otras.

infobae

El Tribunal encontró culpable a Aristeo Baca por dos violaciones y un abuso sexual en contra de la niña.

A través de un video el abogado del sacerdote y ex secretario del Ayuntamiento, Maclovio Murillo, dijo que la defensa de Aristeo Baca apelará la decisión de los jueces para que magistrados del Tribunal Superior del Estado resuelvan si la sentencia se mantiene, se revoca, o se modifica.

La víctima –actualmente de 13 años– contó que a los 7 años comenzó a servir en la iglesia y un año después se convirtió en monaguilla.

Cada domingo llegaba unos 40 minutos antes del inicio de la misa acompañada de su padre, quien se enfocaba en acomodar el altar, preparar las túnicas, revisar la distribución de las sillas del templo, preparar el vino y el agua y dar las campanadas. Mientras, ella se quedaba en la casa parroquial a solas con el presbítero.

Su familia era fiel devota y trataba de ayudar en la iglesia cada semana, lo que fue aprovechado por el clérigo Foto: (Google)
Su familia era fiel devota y trataba de ayudar en la iglesia cada semana, lo que fue aprovechado por el clérigo Foto: (Google)

“Estoy en este juicio porque a mí me pasaron cosas que no debían y porque tengo que declarar lo que me pasó, porque lo que me pasó no es justo para nadie…me violaron mi derecho como niña, que no debían de tocarme ni hacer lo que me hicieron”, expresó en respuesta a las preguntas de la agente del Ministerio Público para narrar lo que vivió desde que tenía ocho años.

La adolescente dijo que la primera vez que fue agredida por Aristeo ocurrió en el 2015, en la casa parroquial ubicada en la colonia Santa María, y la última agresión la sufrió el 28 de enero del 2018. Su testimonio, al igual que el resto de la información, fue escuchada en la sala donde se hallaba el sacerdote y su equipo de abogados, las fiscales, integrantes de organizaciones civiles así como en un recinto preparado para que reporteros de diferentes medios de comunicación escucharan la diligencia –a la que solo se tuvo acceso por audio–, para garantizar el principio de publicidad que rige al actual sistema de justicia penal.

La ahora adolescente expuso que en una ocasión, en el 2015, Aristeo fue por ella a su casa para llevarla a comer un helado junto con los niños de la casa hogar que él dirigía y después la trasladó a la casa parroquial, donde inicialmente le pidió que jugaran escondidas, pero luego la sometió sexualmente, expuso el portal local La Verdad de Juárez.

También, explicó una agresión sexual presuntamente sucedida en 2016, como en el mes de septiembre, cuando veían una película tapados con cobijas y a metros de sus padres, quienes no se percataron de lo que sucedió.

La niña fue abusada desde que tenía ocho años por reiteradas ocasiones Foto: (Google)
La niña fue abusada desde que tenía ocho años por reiteradas ocasiones Foto: (Google)

En una parte del interrogatorio, la fiscal le preguntó a la víctima por qué no se oponía a los ataques sexuales. Ella respondió que los primeros años no comprendía qué estaba pasando, solo se sentía muy incómoda cuando el sacerdote la tocaba y se entristecía. Después, cuando cursaba el quinto grado de primaria, le explicaron que nadie tenía derecho a tocar su cuerpo y ahí comprendió lo que estaba sucediendo.

“No sabía que era malo”, expresó.

En otra parte de su relato, la víctima recordó que ella empezó a negarse a servir como monaguilla y tampoco quería ir a la misa, por eso fingía que se quedaba dormida. Pero sus padres la regañaban y le decían que no debía dejar solo al cura.

Al interrogarla, la asesora jurídica le preguntó a la víctima qué espera de este juicio y la ofendida respondió: “pues no solo que lo echen a la cárcel, eso no es suficiente para mí, solo quiero que esté muerto ya”.

Tras los ataques la niña fingió quedarse dormida para que no la llevaran más a la iglesia pero sus padres la reprendían y la obligaban a ir, hasta que finalmente contó lo que le había hecho el sacerdote Foto: (Google)
Tras los ataques la niña fingió quedarse dormida para que no la llevaran más a la iglesia pero sus padres la reprendían y la obligaban a ir, hasta que finalmente contó lo que le había hecho el sacerdote Foto: (Google)

El padre de la menor también declaró respecto a la situación que atravesaron narrando los hechos desde su perspectiva dado que no estaba consciente de todo lo que realmente sucedía y como su confianza fue quebrantada por Aristeo, según su declaratoria.

Me dijo que iba para pedirme perdón a mí, a mi hija y a mi esposa por los tocamientos que le hacía a la niña… qué había sido una estupidez lo que había hecho, así me dijo como tres veces”, contó el padre de la niña durante el segundo día del juicio oral en contra del clérigo.

El ahora testigo dice que en ese momento aceptó la disculpa porque no sabía con precisión qué había sucedido, se enteró hasta después que leyó la declaración de la víctima.

La especialista refirió también que será necesario que la víctima reciba tratamiento psicológico de por vida.

SEGUIR LEYENDO: