“AMLO está matando al Estado mexicano”: Denise Dresser y los cinco problemas que le preocupan del actual gobierno

Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en un hombre muy poderoso, con control discrecional del presupuesto, un gobierno por decreto y un congreso complaciente, afirmó la politóloga mexicana Denise Dresser.

La analista consideró que el presidente se ha dedicado a desmantelar partes del Estado en nombre de la austeridad y a extraer recursos destinados a sectores sociales para emplearlos en la contención de la pandemia. Sin embargo, acusó, el dinero será probablemente destinado al Ejército o al Tren Maya. López Obrador recorta presupuesto al estilo más neoliberal, afirmó, “está matando al Estado mexicano”.

Durante una conferencia convocada por el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Berkeley, California, Dresser expuso su visión sobre los primeros dos años del gobierno de López Obrador: su sueño de centralizar el poder parece convertirse en realidad, señaló.

La politóloga agrupó su crítica al gobierno del tabasqueño en cinco problemas que “la mantienen despierta de noche”: la centralización del poder, el mal manejo de la pandemia, la militarización del país, el crecimiento de la pobreza y la polarización del debate público.

“Mexico under AMLO: moving forward or falling apart?” (México bajo AMLO: ¿avanzando o desmoronándose?) es el nombre que la también profesora del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) dio a su conferencia.

Dresser consideró que López Obrador se parece al ex presidente Plutarco Elías Calles, padre del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pues se ha encargado de reconfigurar un sistema presidencial con controles sobre los poderes legislativo y judicial y con un poder meta constitucional, justificado por la necesidad de reparar los problemas del pasado, de “limpiar la casa” y anular la corrupción.

Respecto al manejo de la pandemia, la analista consideró que mientras en otros países “los Estados sustituyen políticas neoliberales por proteccionistas” para hacer frente a la emergencia sanitaria, en México, López Obrador se niega a contraer deuda pública porque confunde todo rescate con el Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro) en la década de 1990.

Dice que pone a los pobres primero, pero realiza medidas minimalistas cuando se necesita un Estado que provea fondos para que sea posible permanecer en casa, criticó.

También refirió que López Obrador amplió el poder del Ejército y lo convirtió en un pilar de la “cuarta transformación”: está a cargo de la seguridad pública y del control de los puertos y fronteras, mantiene intactos sus fideicomisos, participa en la política migratoria y es beneficiario de grandes porcentajes del presupuesto público, mismos que usa de forma poco transparente.

Andrés Manuel López Obrador, como Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa, ignora que el Ejército no es inmune a la corrupción, sino que es susceptible al lucrativo mercado de las drogas. El candidato que prometió abrazos y no balazos decidió continuar con la guerra contra el narcotráfico y el resultado son niveles de violencia que superan a los de gobiernos pasados, añadió.

Sobre el crecimiento de la pobreza, la profesora del ITAM afirmó que los programas sociales del gobierno federal sí llegan a los beneficiarios, pero no hay indicios de que terminen con la pobreza y promuevan la movilidad social. Sus acciones se limitan a romantizar a los pobres, pero no hay cambios previsibles a largo plazo, diagnosticó.

Finalmente, Denise Dresser reflexionó sobre la polarización del debate público y la falta de espacio para disentir del gobierno. No es posible discutir, afirmó, porque el debate se centra siempre en quién eres, junto a quién apareces fotografiado, y no en las ideas y argumentos.

En la visión de México del presidente parece no haber lugar para científicos, feministas, periodistas, ambientalistas, gobernadores de la oposición, empresarios e integrantes de las clases medias, concluyó.

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