Negaron el desbloqueo de las cuentas de Ramón Pequeño, el expolicía ligado a la fuga del Chapo y García Luna

El pasado 31 de julio, la UIF informó que las cuentas de Pequeño García habían sido bloqueadas por sus presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa

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Ramón Pequeño, ex jefe de la División de Inteligencia de la Policía Federal (PF), fue destituido de su cargo tras la fuga de Joquín "El Chapo" Guzmán. (Foto: ARCHIVO /SAÚL LÓPEZ /CUARTOSCURO)
Ramón Pequeño, ex jefe de la División de Inteligencia de la Policía Federal (PF), fue destituido de su cargo tras la fuga de Joquín "El Chapo" Guzmán. (Foto: ARCHIVO /SAÚL LÓPEZ /CUARTOSCURO)

Una jueza federal rechazó suspender el bloqueo de cuentas bancarias de Ramón Pequeño García, ex jefe de la División de Inteligencia de la Policía Federal, acusado por Estados Unidos de dar protección al Cártel de Sinaloa.

Pequeño García, ligado a la fuga de Joaquín, el “Chapo” Guzmán en la prisión de Almoloya, Estado de México en 2015, tramitó una demanda de amparo para impugnar su inclusión en la lista de personas bloqueadas de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF); sin embargo, la jueza Séptima de Distrito en Materia Administrativa, Laura Gutiérrez de Velasco, la rechazó.

La jueza resolverá el próximo 24 de septiembre sobre la suspensión definitiva. La Suprema Corte de Justicia ha establecido que procede levantar el bloqueo de cuentas, salvo que existan peticiones de colaboración internacional, lo que es probable en el caso de Ramón Pequeño, que actualmente está prófugo de la justicia estadounidense.

El pasado 31 de julio, el titular de la UIF, Santiago Nieto, informó que las cuentas del ex agente de la Policía Federal estaban bloqueada, al igual que las de sus coacusados en EEUU, el ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna y el ex jefe de varias divisiones de la Policía Federal, Luis Cárdenas Palomino.

José Luis Cárdenas Palomino, ex jefe de varias divisiones de la PF, fue acusado de brindar protección al cártel de Sinaloa  (Foto: Cuartoscuro)
José Luis Cárdenas Palomino, ex jefe de varias divisiones de la PF, fue acusado de brindar protección al cártel de Sinaloa (Foto: Cuartoscuro)

Hace un mes, un gran jurado de Nueva York acusó a los ex líderes de la Policía Federal mexicana Ramón Pequeño García y Luis Cárdenas Palomino, quienes habían sido celebrados por funcionarios de seguridad nacional y diplomáticos de los Estados Unidos como socios confiables en la lucha contra los cárteles de la droga, durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012).

Ambos policías en lugar de combatir a los narcos, habrían colaborado y aceptado millones de sobornos de ellos. Cárdenas Palomino se destacaba como director de Operaciones Regionales para la fuerza de la Policía Federal, mientras que Pequeño García fue jefe de la División de Antinarcóticos de la corporación policíaca.

En la imagen, el súper policía de México, Genaro García Luna.  Pequeño García y Cárdenas Palomino fueron dos de los principales lugartenientes de éste (Foto: Cuartoscuro)
En la imagen, el súper policía de México, Genaro García Luna. Pequeño García y Cárdenas Palomino fueron dos de los principales lugartenientes de éste (Foto: Cuartoscuro)

Las acusaciones forman parte de una investigación sobre la corrupción del gobierno mexicano, que comenzó después de la condena del narcotraficante y fundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán. En diciembre de 2019, los fiscales del Distrito Este de Nueva York arrestaron a su primer gran objetivo: Genaro García Luna, ex jefe de la policía de México.

Pequeño García y Cárdenas Palomino fueron dos de los principales lugartenientes de García Luna. A partir de 2006, cuando éste fue designado para ocupar un puesto a nivel de gabinete, los tres hombres fueron nombrados como los nuevos y audaces arquitectos de la guerra contra el narcotráfico. Los tres trabajaban estrechamente con altos funcionarios de seguridad y diplomáticos de Estados Unidos.

Esa alianza condujo a la captura de docenas de capos, pero también a un número récord de muertes y desapariciones. Pese a ello, las autoridades mexicanas defendieron la lucha asegurando que el derramamiento de sangre era un mal necesario en sus esfuerzos por desmantelar a las organizaciones criminales.

Las acusaciones contra Pequeño y Cárdenas Palomino son resultado de meses de esfuerzos infructuosos por parte de agentes de Estados Unidos, para convencerlos de que cooperen en el posible juicio contra su ex jefe, García Luna. Ambos permanecen prófugos.

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