El peregrinar de los restos de Hernán Cortés después de 472 años de su muerte

Murió el 2 de diciembre de 1547 a los 62 años en Sevilla en donde fue sepultado en principio; en 1794, la urna con sus restos fue trasladada a la iglesia Jesús Nazareno donde alguna vez el conquistador español manifestó querer ser sepultado

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Parroquia de Jesús Nazareno donse se encuentran los restos de Hernán Cortés. (Fotos: Google Maps)
Parroquia de Jesús Nazareno donse se encuentran los restos de Hernán Cortés. (Fotos: Google Maps)

El 8 de noviembre se cumplieron 500 años del encuentro entre Hernán Cortés y Moctezuma II, según las crónicas de la época en el vértice de lo que hoy es la calle de República de El Salvador con la avenida Pino Suárez en pleno centro histórico de la Ciudad de México en donde se encuentran el templo de Jesús Nazareno y el antiguo hospital de Jesús. Este lugar tendría un especial significado para Cortés en el futuro.

El mayor enigma de Cortés fue su tumba; entre los siglos XIX y XX se dio por desaparecida. Hay desde quienes piensan que su cuerpo fue saqueado hasta los que especularon que se extraviaron.

Para dar con el paradero donde actualmente se encuentran los restos del conquistador español se debe remontar hacia el 2 de diciembre de 1547, fecha en que murió Cortés a los 62 años en Sevilla, España. Su cuerpo fue enterrado en el monasterio de San Isidro del Campo, en Sevilla, pero años más tarde debió ser reubicado por cuestiones de espacio.

En su testamento, según registros de la época, Cortés pidió que antes de cumplirse 10 años de su muerte, sus restos debían ser enviados a la Nueva España para ser enterrados en un monasterio que había mandado construir en Coyoacán, inmueble que nunca se concretó pues el cabildo de la ciudad había usado el dinero para otros proyectos.

Vista externa de la Parroquia de Jesús Nazareno donde esta depositada la una con los restos del conquistador español. (Fotos: Google Maps)
Vista externa de la Parroquia de Jesús Nazareno donde esta depositada la una con los restos del conquistador español. (Fotos: Google Maps)

De cualquier forma, en 1566 el cuerpo de Cortés fue enviado en una urna cerrada a la Nueva España y depositado en la iglesia de San Francisco de Texcoco. En 1629 la urna fue removida tras el fallecimiento de Pedro Cortés, quien fue el último integrante masculino de la descendencia de Hernán Cortés, y los dos fueron colocados en un templo franciscano de la Ciudad de México.

Para 1794, la urna de Cortés fue trasladada a la iglesia Jesús Nazareno donde alguna vez el conquistador español manifestó querer ser sepultado.

En 1823, tras la Guerra de Independencia y ante la furia antiespañola que recorría México, el ministro mexicano Lucas Alamán, urdió un plan para evitar que cayera en manos de profanadores y fuera destruida. Al tiempo que hacía creer que los despojos habían sido enviados a Italia, los ocultó primero bajo una tarima del Hospital de Jesús, y 13 años después, tras un muro en la contigua Iglesia de la Purísima Concepción y Jesús Nazareno.

Alamán no quiso que la urna se perdiera y para ello colocó la verdadera ubicación del cuerpo en tres actas a las que dio el tratamiento de “secreto”: una la entregó a la embajada española, otra la guardó en el Patronato del Hospital de Jesús Nazareno, y la última fue enviada a los descendientes de Cortés que vivían en Italia.

Por más de un siglo estas actas permanecieron selladas

El encuentro entre Hernán Cortés y Moctezuma, según relatos de la época (Foto: Wiki Commons)
El encuentro entre Hernán Cortés y Moctezuma, según relatos de la época (Foto: Wiki Commons)

No fue hasta 1946 cuando el político español Indalecio Prieto (que debido al franquismo estaba exiliado en México) encontró una de estas actas olvidada en la Embajada de su país. Al leer el documento se enteró que la urna de Hernán Cortés se encontraba oculta en uno de los muros contiguos al altar del antiguo templo de Jesús Nazareno. El que se encuentra junto al hospital del que Lucas Alamán había sido administrador.

¿Y por qué en ese hospital?, pues porque ese nosocomio fue fundado por el propio Cortés en 1524 para atender a los soldados españoles.

El 24 de noviembre de 1946 comenzaron las labores para intentar dar con la urna. Luego de horas de trabajo se halló una bóveda en cuyo interior había una urna de cristal donde estaba una osamenta que, por acuerdo presidencial, fue enviada al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Ahí determinaron que esos huesos habían pertenecido a Hernán Cortés.

El hallazgo, tras 123 años de misterio, desató antiguos demonios. Hubo quienes pidieron que los restos del conquistador fueran destruidos, lanzados al mar o expulsados del país. Indalecio Prieto, político socialista español, publicó una carta en la prensa donde pedía que estos huesos fueran enterrados y pidió la reconciliación. “México es el único país de América donde no ha muerto el rencor originado por la conquista y la dominación. Matémoslo, sepultémoslo ahora aprovechando esta magnífica coyuntura”, escribió.

La tumba de Cortés se encuentra al fondo de la Parroquia de Jesús Nazareno  en el centro históroco de la Ciudad de México. (Fotos: Google Maps)
La tumba de Cortés se encuentra al fondo de la Parroquia de Jesús Nazareno en el centro históroco de la Ciudad de México. (Fotos: Google Maps)

Finalmente se decidió regresar la urna al muro de la iglesia en donde había permanecido oculta, pero ahora se colocó una placa de bronce con la leyenda HERNÁN CORTÉS 1485-1547, acompañada por su escudo familiar.

La historia sobre el peregrinar de los restos de Cortés viene a cuento debido a que el diputado local de Morena en Tabasco, Charlie Valentino León Flores Vera, consideró que la osamenta de Hernán Cortés es un foco de infección y por eso le sugirió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador que ésta sea llevada a otro lugar.

Opinó que lo mejor es que los españoles se la lleven, pues “sólo da pena y vergüenza a nuestro país; le sugeriría que saque esa porquería, ese puto foco de infección que solo mal nos pone”. Consideró que tener los restos de Hernán Cortés sólo da mal aspecto y es de mal agüero.

En marzo pasado, el presidente López Obrador informó que envió una carta al rey de España, Felipe VI, y al Papa Francisco, pidiéndoles que pidieran perdón a los pueblos originarios de México por los abusos y atrocidades cometidos durante la conquista.

Descendientes de Cortés y Moctezuma se reunieron en la Ciudad de México en el marco del 500 aniversario del encuentro entre sus antepasados. (Foto: archivo)
Descendientes de Cortés y Moctezuma se reunieron en la Ciudad de México en el marco del 500 aniversario del encuentro entre sus antepasados. (Foto: archivo)

Y apenas el martes, el mandatario acusó a Cortés de haber cometido el primer fraude en la historia de México al autonombrarse alcalde de Veracruz y jefe del ejército invasor tras desembarcar en el puerto.

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