La aprobación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cayó en el último trimestre y ahora se encuentra en niveles muy parecidos a los de los ex presidentes Felipe Calderón y Vicente Fox en el mismo periodo de sus respectivos mandatos.
López Obrador, que asumió el cargo el pasado diciembre, cayó al 61 por ciento en el inicio del cuarto trimestre de su administración, una disminución en el apoyo de los gobernados de cinco puntos porcentuales con respecto al tercer trimestre, cuando alcanzó el 66%, de acuerdo con una encuesta de GEA-ISA.
Fue precisamente el periodo pasado cuando el mandatario mexicano alcanzó su máximo hasta ahora en las mediciones que realizan dichas empresas. Antes, había tenido 59% en su primer trimestre y 64% en el segundo, por lo que esta medición es la primera caída en el apoyo desde que asumió como presidente para esta encuestadora particular.
Con su popularidad actual, el tabasqueño de 65 años se encuentra en un nivel parecido al de dos de sus antecesores: a estas alturas de su gobierno, Fox, que gobierno entre 2000 y 2006, alcanzaba el 57% de apoyo. El guanajuatense, del Partido Acción Nacional (PAN), fue el primer presidente de un partido diferente al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 70 años en México.
Sin embargo, para Fox, que comenzó con dos trimestres por encima del 70% (72% y 73% en el primero y segundo, respectivamente), el tercero y cuarto periodos fueron de una caída abrupta, ya que cayó por debajo de los 60 puntos porcentuales a partir de entonces, un nivel que no volvería a alcanzar en su presidencia.
Calderón, por su parte, tuvo un difícil inicio de mandato (2006-2012). Después de unas reñidas y polémicas elecciones en 2006 donde se impuso precisamente a López Obrador por menos de medio punto porcentual, tuvo el peor primer trimestre en dos décadas, con 54% del apoyo.
Sin embargo, el también panista superó la barrera de los 60 puntos porcentuales después de declararle una "guerra contra el narcotráfico" en los primeros días de su mandato. En el segundo periodo llegó al 69% y en el tercero 67%, para caer al 60% en el cuarto, prácticamente la misma medición que López Obrador alcanzó 12 años después.
Entre los números, contrastan los del antecesor directo de López Obrador, Enrique Peña Nieto (2012-2018), que, a pesar de su incierto inicio de mandato en popularidad, tuvo sus mejores números justamente en esa época, ya que después de desplomaría incluso por debajo del 20 por ciento.
Peña Nieto, tras un contundente triunfo electoral, tuvo un primer trimestre con el 55% de aprobación en su primer trimestre; cayó al 45% en el segundo, 50% en el tercero y para el cuarto midió un 43%, que a partir de entonces sería una constante durante su gobierno.
Sin embargo, tras su primera caída en la medición de GEA-ISA, a pesar de que los números del tabasqueño "no son nada fuera de este mundo", de acuerdo con Guillermo Valdés, que presentó el estudio este jueves, todavía hay una expectativa alta con el gobierno actual.
"El porcentaje de la población que cree que esta administración quiere acabar con la corrupción, está comprometido y está haciendo algo para cumplirlo, sigue creciendo", señaló, detallando que el 66% de los encuestados piensa así.
Por el contrario, el número más preocupante para López Obrador es el de los que ven "buena voluntad" del gobierno, pero todavía no los resultados, ya que la mitad (47%) de los entrevistados piensa así.