El pequeño pueblo que pide ser tomando en cuenta en las consultas para el aeropuerto de López Obrador

Uno de los 20 pueblos originarios que existen cerca de la base aérea teme a la sobreexplotación de recursos naturales ante riesgo de un aumento en la población en las zonas cercanas al aeropuerto de Santa Lucía

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El aeropuerto de Santa Lucía fue la alternativa del presidente López Obrador para la construcción de una nueva terminal aérea (Foto: Cuartoscuro)
El aeropuerto de Santa Lucía fue la alternativa del presidente López Obrador para la construcción de una nueva terminal aérea (Foto: Cuartoscuro)

Hay 20 pueblos originarios que rodean la base aérea de Santa Lucía, que pertenecen al Estado de México. Pero solo uno de ellos fue consultado el 10 de marzo respecto a la construcción del nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, se trata de la comunidad San Miguel Xaltocan, Nextlalpan.

El resto de los poblados ni siquiera fueron tomados en cuenta en la consulta ciudadana de octubre donde se votó para decidir si se cancelaba el Nuevo Aeropuerto Internacional en Texcoco y en su lugar se hacía uno en Santa Lucía.

Una de las comunidades más cercanas a la base aérea, está a menos de un kilómetro, es San Lucas Xolox, la cual visitó el portal de noticias Animal Político. Es uno de los más viejos de la zona, en 2020 van a festejar los 1,000 años de la fundación. Tienen más hablantes de lengua indígena que Xaltolcan. Pero todo eso no bastó para que el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) los reconociera como tal.

De manera que ahora se organizan para que el INPI los tome en cuenta sobre lo que va a implicar la megaobra en su lugar de origen. Hasta ahora, han recabado 350 firmas para hacer la solicitud de reconocimiento con pueblo indígena.

San Lucas Xolox es un pequeño pueblo que lucha por su reconocimiento (Imagen: Google maps)
San Lucas Xolox es un pequeño pueblo que lucha por su reconocimiento (Imagen: Google maps)

Los pobladores se dieron cuenta que durante el último mes, de acuerdo a lo relatado por Animal Político, militares entraban y salían de Xolox a hablar con los campesinos. Después se enteraron que los ejidatarios habían acordado negociar sólo con ellos la venta de tierras necesarias para el proyecto sin tomar en cuenta al resto de los habitantes.

Los residentes de Xolox irrumpieron en una de las reuniones. Tiempo después, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) envió un representante para abrir el diálogo. Las personas no están en contra de que la obra se realice, pero quieren que se haga planificada tomándolos en cuenta.

El agua, la actividad minera, el desagüe de aguas negras y la inseguridad son asuntos que les preocupan a los pobladores y sobre los que no han obtenido respuestas ni los de Xolox ni los de Xaltolcan.

Xolox tiene su propio sistema de agua potable extraída del subsuelo, pues en la zona hay una red de pozos que pertenecen a la cuenca Cuautitlán-Pachuca y que ayudan a abastecer de este líquido a la Ciudad de México. Este uso ha provocado una sobreexplotación de 800%, según la Comisión Nacional del Agua. Por eso les preocupa que aumente la población.

Las obras del Nuevo Aeropuerto en Texcoco fueron canceladas por el actual gobierno federal (Foto: Archivo)
Las obras del Nuevo Aeropuerto en Texcoco fueron canceladas por el actual gobierno federal (Foto: Archivo)

La situación empeora porque se están perdiendo los métodos naturales de filtración de agua al subsuelo. En los cerros que están cerca de la base aérea hay actividades mineras que han devastado la vegetación que sirve para la captación de agua debido a las excavaciones.

En cuanto a la salida de aguas negras, una de las tierras que se van a vender a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene un área de bombeo sanitario. Nadie sabe qué va a pasar con él cuando la marina ocupe el terreno.

Hugo Aguilar, coordinador de Derecho Indígenas, consultado por Animal Político, explicó que San Lucas Xolox pudo haber sido incluido como comunidad indígena afectada por el aeropuerto de Santa Lucía. Sin embargo, eso no sucedió porque no tienen propiedad colectiva sobre la tierra, cada campesino es dueño de su parcela. El INPI no consideró que haya una afectación directa al pueblo en su conjunto, sino a personas concretas.

La resolución no toma en cuenta los reclamos de medio ambiente, agua, ruido e inseguridad. De acuerdo con Aguilar, esos criterios no son válidos para el INPI.

Para el coordinador, los problemas que ponen sobre la mesa los pobladores de Xolox no requieren una consulta porque el Instituto puede demostrar que no hay impacto significativo en la comunidad basados en el plano de afectación de tierras.