Un intruso saltó al campo en medio del clásico Marsella-PSG y le cortó un ataque a Messi

Sucedió en el segundo tiempo, cuando el conjunto parisino ya jugaba con diez hombres, por la expulsión de Hakimi

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Messi se retira de la escena mientras el intruso, ya capturado por los agentes de seguridad, parece decirle algo (REUTERS/Eric Gaillard)
Messi se retira de la escena mientras el intruso, ya capturado por los agentes de seguridad, parece decirle algo (REUTERS/Eric Gaillard)

Una situación insólita se dio en el segundo tiempo del clásico entre Olympique de Marsella y PSG, en el Stade Velodrome, por la Ligue 1. A los 72 minutos de juego, cuando Lionel Messi encabezaba un contragolpe en velocidad, un intruso saltó al campo e interrumpió la inspiración del argentino. Debió intervenir la seguridad para que el cotejo pudiera reiniciarse.

El delantero, con el dorsal N° 30, corrió desde la derecha al centro con el campo abierto y Gueye proyectándose por el carril, ofreciéndose para la apertura y el centro, o para llevarse la marca y propiciar el enganche de la Pulga hacia el centro para el remate. Sin embargo, Leo puso el freno, retrocedió y tocó hacia atrás, cuando tenía otras opciones. La respuesta a su actitud estaba en el aficionado que apareció desde atrás de uno de los arcos: el hombre se le acercó, lo tomó de uno de los hombros y le habló. Enseguida intervinieron los agentes, mientras el punta se alejaba de la escena.

A Leo, de 34 años, la situación le generó incomodidad y fastidio, dado que le cortó una acción potencialmente peligrosa, en un momento del partido complejo, dado que el PSG se había quedado con 10 hombres por la expulsión de Hakimi, a instancias del VAR.

El inoportuno momento de la invasión de campo

El partido se jugó en una verdadera caldera, con los aficionados del Marsella generando un clima hostil para el PSG. Messi fue el más silbado a la hora de los anuncios de las formaciones. Y cada tiro de esquina fue una tortura para el conjunto visitante. De hecho, Neymar y Leo tuvieron que correrse en más de una oportunidad para esquivar la lluvia de proyectiles. En cada envío, agentes de seguridad, con escudos y redes, los rodearon para que los objetos contundentes no impactaran en su humanidad.

En el contexto de un encuentro intenso, de ida y vuelta, parejo, pero que ofreció dificultades para ambos elencos al momento de elaborar jugadas de riesgo, Mauricio Pochettino apostó por el cuarteto de estrellas conformado por Ángel Di María, Lionel Messi, Neymar y Kylian Mbappé, más Verratti por detrás de ellos. Sin embargo, la plena concentración de los orientados por Sampaoli impidió el cierre de varias acciones con aroma a gol.

La Pulga contó con dos chances favorables para convertir. Primero, a los 26 minutos, con un cabezazo franco, dentro del área chica, que no logró direccionar, le salió al medio y propició la atajada del arquero Pau López. La situación se dio tras un centro de di María que rebotó y desorientó a sus adversarios. Luego, con una combinación con Mbappé, muy parecida a la que terminó en grito ante el Manchester City, por la Champions League. Pero, esta vez, su remate se fue ancho.

Las principales acciones del clásico

Además, Messi le regaló dos asistencias ajustadas a Mbappé, una en cada tiempo. En una, no logró controlar con seguridad y se le fue larga, cuando llegaba a las barbas del arquero. En la otra, Saliba le arañó la pelota justo cuando se acomodaba para definir.

Y en una jugada que podía resultar clave... El intruso se vistió del mejor defensor del Olympique de Marsella, para asegurar el 0-0.

LA SECUENCIA COMPLETA DE LA IRRUPCIÓN DEL INTRUSO

Messi domina el baln y por detrás ya aparece el intruso, que pareció pedirle una foto o un autógrafo (REUTERS/Eric Gaillard)
Messi domina el baln y por detrás ya aparece el intruso, que pareció pedirle una foto o un autógrafo (REUTERS/Eric Gaillard)
Messi fue el primero en advertir que el aficionado, a pesar de confundirse por el color de su indumentaria, no era un jugador del Marsella (REUTERS/Eric Gaillard)
Messi fue el primero en advertir que el aficionado, a pesar de confundirse por el color de su indumentaria, no era un jugador del Marsella (REUTERS/Eric Gaillard)
Al llegar a Messi, el intruso lo tomó del hombro y le habló, pero el futbolista lo sacó y se alejó de la escena (REUTERS/Eric Gaillard)
Al llegar a Messi, el intruso lo tomó del hombro y le habló, pero el futbolista lo sacó y se alejó de la escena (REUTERS/Eric Gaillard)
Marquinhos fue el primer jugador del PSG que se acercó para formar una barrera frente al astro (REUTERS/Eric Gaillard)
Marquinhos fue el primer jugador del PSG que se acercó para formar una barrera frente al astro (REUTERS/Eric Gaillard)
La seguridad ya rodeó al intruso. El juego se reanudó con un pique simbólico, dado que el árbitro le entregó el balón al PSG, perjudicado por la irrupción del fanático (REUTERS/Eric Gaillard)
La seguridad ya rodeó al intruso. El juego se reanudó con un pique simbólico, dado que el árbitro le entregó el balón al PSG, perjudicado por la irrupción del fanático (REUTERS/Eric Gaillard)
Seis agentes se llevaron al intruso. Atrás, un séptimo, con la valla a modo de escudo, por si desde las tribunas caían proyectiles (REUTERS/Eric Gaillard)
Seis agentes se llevaron al intruso. Atrás, un séptimo, con la valla a modo de escudo, por si desde las tribunas caían proyectiles (REUTERS/Eric Gaillard)

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