10 libros imprescindibles para pasear por la literatura infantil y juvenil chilena

Jardines, pájaros, listas, historias alegres, tristes, cotidianas, extraordinarias, con colofones que valen un apartado y mucho más en esta selección de novedades (y no tanto) para chicos y chicas. #LijEnInfobae

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(fotomontaje)
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Chile… Un país que no está en guerra. Un país que está hablando. Por eso, la decisión de acompañar ese movimiento leyendo publicaciones de autoras y autores de LIJ. Alguna novedad y mucho “no tanto” que vale la alegría conocer. No se las pierdan. Porque el arte puede ser refugio y sostén.

Michele Petit escribe en su libro Leer el mundo: “Leer sirve para encontrar fuera de sí palabras a la altura de la propia experiencia, figuraciones que permiten poner en escena, de manera distanciada o indirecta, lo que se ha vivido, en particular, en los capítulos difíciles de cada historia. Para desencadenar súbitas tomas de conciencia de una verdad interior, que se acompañan de una sensación de placer y de la liberación de una energía atascada. Leer sirve para descubrir, no por razonamiento sino por un desciframiento inconsciente, que lo que nos atormenta, lo que nos asusta, nos pertenece a todos”.

Para empezar, dos mujeres

La jardinera. Un poema de Violeta Parra ilustrado por Paloma Valdivia. Santiago de Chile: FCE, 2018

La jardinera. Un poema de Violeta Parra ilustrado por Paloma Valdivia. Santiago de Chile: FCE, 2018
La jardinera. Un poema de Violeta Parra ilustrado por Paloma Valdivia. Santiago de Chile: FCE, 2018

“Para mi tristeza violeta azul,

Clavelina roja pa´mi pasión

y para saber si me correspondes

deshojo un blanco manzanillón.

Si me quieres mucho, poquito, nada,

Tranquilo queda mi corazón.”

La música con los pentagramas y los acordes para agarrar la guitarra y cantar. Las ilustraciones de Paloma Valdivia que piensa que la ilustración es clave en los libros para niños y niñas. Su trabajo, inspirado en Violeta Parra, es hermoso. Cuenta que Violeta y sus canciones fueron y son la banda sonora de su niñez, y que por eso es tan importante para ella ilustrarla. Un libro para cualquier edad desde las personas más pequeñas de la casa hasta las más grandes. Un libro que suena, porque propone e invita a mirar, a leer, a tocar y a cantar. Un libro que apuesta a una experiencia estética, que pone en juego todos los sentidos, porque también se saborea.

Para Violeta Parra las flores eran sanadoras y eso aparece en este trabajo de Valdivia, quien estuvo trabajando en este libro durante dos años aproximadamente. “Esta canción es una metáfora sobre cultivar nuestro jardín interior”, dice. El libro se publicó con el apoyo de la Fundación Violeta Parra y el Museo del mismo nombre.

Recomendado para personas niñas, jóvenes y adultas.

La mujer de la guarda, escrito por Sara Bertrand, ilustrado por Alejandra Acosta. Bogotá: Babel libros, 2016

La mujer de la guarda, escrito por Sara Bertrand, ilustrado por Alejandra Acosta. Bogotá: Babel libros, 2016
La mujer de la guarda, escrito por Sara Bertrand, ilustrado por Alejandra Acosta. Bogotá: Babel libros, 2016

“¿Estaría soñando? No era cualquier hombre. ¡Era su papá!

La mujer más bella del mundo se acercó a pasos cortos, como si caminara sobre un andamio. Todavía le relucían las yemas de los dedos cuando le tomó las mejillas y sonrío. Eso fue todo. Después, subió a su caballo y se alejó.

Ni tuvo tiempo de protestar, porque su padre se quejaba. Entonces, corrió a su lado.”

La historia está inspirada en un cuento popular de la tradición popular tibetana de una mujer que todo lo ve y que aparece en un caballo azul allí donde más la necesiten.

En La mujer de la guarda tenemos una abuela, la de Jacinta, que es la que cuenta el encuentro entre su nieta y la mujer más bella del mundo montada en el caballo azul. Y nos invita a seguir buscando ese azul durante toda la historia. Jacinta espera y quienes leemos, esperamos con ella, encontrarse con ese azul para decir lo que está silenciado, para contar cuánto extraña a su mamá, para hablar de su deseo de jugar, para decir lo que piensa sobre las mamás que se mueren, sobre los papás que se esconden. La historia de Jacinta y sus hermanos.

Este libro, el primero de la colección Frontera ilustrada publicado por editorial Babel, tiene una edición cuidada y hermosa de María Osorio, tiene una estructura que apuesta a esa entrada desde la ilustración. Ocho dobles páginas dibujadas al inicio, cincuenta y dos páginas llenas de palabras impresas y luego otras ocho dobles páginas ilustradas. Pero no crean que esas ocho páginas de inicio y de cierre se pueden pasar rápido, de ningún modo. Hay que detenerse, entregarse. Una historia que invita a pensar, a hacerse preguntas, a decir.

Una historia en la que entramos de la mano de las ilustraciones expresivas de Alejandra Acosta, en azules y negros cargados de tramas, que nos proponen una atmósfera inquietante, y de la que salimos, y en esa salida se pueden ver brotes y flores en donde solo había bruma.

Recomendadísimo para niñas, niños y jóvenes.

Dos de listas

Mi lista de envidias, de Irene Bostelman y Catalina Silva Guzmán. Santiago de Chile: Gata Gorda Ediciones, 2014

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“Algo me duele en alguna parte cuando la Cami saca su colación de una bolsa de tela con florcitas rojas y negras. Desde ahí sale un queque de amapolas o un pan con dulce de moras.

El otro día trajo galletas de avena y miel.

¿Cómo voy a envidiarla si ella siempre me convida?”

Así empieza este libro maravilloso desde el troquelado de la tapa, en donde podemos estar un rato largo maravillados. Para luego entrar y encontrarnos con una maravilla en la página de legales que incluyen un comentario de Cristián Turdera sobre la edición de libros álbum: “El proceso de un libro álbum necesita indefectiblemente 4 de figuras: editor, escritor, ilustrador y diseñador. Si alguna falla, no funciona.”

Luego, texto e imágenes nos meten de lleno en la vida de esta niña que piensa y vive lo que le pasa con las cosas y las personas que rodean a su amiga Cami. Texto e imágenes cargadas de ternura y humor. Las ilustraciones, bordadas, cosidas, dejan mucho lugar a quien lee, con espacios en blanco y en negro. Silencios, espacios vacíos, costuras que van armando la historia.

¿Cuántas veces sentimos cosas que no sabemos cómo nombrar? ¿A quién no le ocurrió alguna vez? Un libro bello en cuyo colofón se puede ver la misma silueta de la casa que se ve en la tapa, en el que cuentan que Juan Pablo de Gregorio diseñó la tipografía de interior que se llama Chúcara. Recomendado para lecturas compartidas a cualquier edad, desde el jardín hasta siempre.

Baguala, escrito por Elena Roco Hederra, ilustrado por Isabel Margarita Zambelli Matte. Valparaiso: Quilombo ediciones, 2013

Baguala, escrito por Elena Roco Hederra, ilustrado por Isabel Margarita Zambelli Matte. Valparaiso: Quilombo ediciones, 2013
Baguala, escrito por Elena Roco Hederra, ilustrado por Isabel Margarita Zambelli Matte. Valparaiso: Quilombo ediciones, 2013

“Soy buena para algunas cosas. Y de todas esas cosas que hago bien, me dicen que no hay ninguna que sirva para algo… o por lo menos aún no lo descubro.”

Así comienza este libro que es una delicia. Expresividad, amor y sorpresa. Un libro que nos interpela sobre qué es lo que nos gusta y qué es lo que hacemos. Las ilustraciones son muy interesantes. Proponen cambios en el ángulo y de pronto se ven las escenas desde arriba o en primer primerísimo plano de la cara, o solo unas piernas que danzan, partes que nos sugieren un todo.

El libro se financió con el aporte del Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura. En los legales, encontramos que la editorial define su nombre: Un quilombo es un “asentamiento selvático de varias aldeas próximas entre sí, compuestas por grupos libertarios de esclavos fugitivos del Brasil del siglo XVII. Crearon sus propias estructuras sociales y en la selva se entregaron a vivir y a defender lo que creían propio de todos: la libertad para existir.”

Un libro para niños, niñas y jóvenes.

Bichos y pájaros, siguen las listas

El baile diminuto, escrito por María José Ferrada, ilustrado por Sole Poirot. Andalucía: Kalandraka Ediciones, 2012

El baile diminuto, escrito por María José Ferrada, ilustrado por Sole Poirot. Andalucía: Kalandraka Ediciones, 2012
El baile diminuto, escrito por María José Ferrada, ilustrado por Sole Poirot. Andalucía: Kalandraka Ediciones, 2012

“¿De dónde han salido los animales diminutos

que atraviesan la mañana del jardín,

y ahora zumban,

y ahora cantan?

¿Cayeron un día cualquiera de sol?

¿O salieron en fila del ombligo de la tierra?

¿De dónde han salido esos caballos minúsculos con sus alas y violines?

¿Será que un día no eran nada

y luego fueron grillos, gusanos, mariposas?”

Un insecto que no era nada y ahora es. Un libro que invita a observar. A mirar la poesía, que está ahí también, donde antes no había nada. Ante cada nuevo insecto, aparece ese principio donde no era nada y que ahora es… Que nos lleva también a pensar en todo antes y después. En ser y no ser. Me encanta esta propuesta de pensar la existencia.

Las ilustraciones de Poirot son geniales, realizadas con collage y técnicas mixtas, humanizan las caras de estos insectos. El libro nos propone desde la pregunta inicial, nuevas preguntas, y, además, dialoga hermosamente con otros libros de insectos. Les propongo que lo lean junto con El museo vivo de los insectos. Es muy rica la relación entre poesía y ciencia. Y es interesante explorarla.

Un libro que propone un sinfín de lecturas. Recomendadísimo para cualquier edad.

Pajarario, de Alejandra Acosta. Chile: Quilombo ediciones, 2014

Pajarario, de Alejandra Acosta. Chile: Quilombo ediciones, 2014
Pajarario, de Alejandra Acosta. Chile: Quilombo ediciones, 2014

Una bella selección “emotiva-circunstancial" de pájaros que, según se advierte en la cuarta página con una “Nota de edición”, no es una selección lógica.

Es una belleza a dos colores a los que se le suma el color madera de la tapa y el papel vegetal, así, las ilustraciones se van armando entre transparencias, trazos y tramas.

Una cita de Clarice Lispector, bien viene a quienes leen: “No haber nacido animal parece ser una de mis secretas nostalgias. Ellos a veces claman desde el fondo de generaciones y yo no puedo responder sino sintiendo desasosiego. Es el llamado.”

La idea original de este viaje al mundo de los pájaros la tuvo Camila Rojas Contardo y Andrea Maturana nos propone un texto denominado “Bajo un ala” que abre el juego y nos cuenta que los pájaros tienen una intimidad que desconocemos, una vida íntima y privada. Que pocos han tenido la suerte de estar solos con un pájaro. ¿Qué hacen cuando están solos, cuando tienen hambre, sueño? ¿Qué olores huelen? ¿Cómo es su plumaje? Este libro, dice Camila, “honra a la mujer que mira los pájaros”. Y esa mirada es amorosa y nos invita a explorar: el descanso, la carrera, la expectación, la nobleza, la soledad, la espera entre muchos otros momentos. A modo de índice tiene un Orden pajarístico en el que encontramos enumeradas todas las especies que se encuentran en este Pajarario. Este proyecto se financió con el aporte del Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura.

Un libro para volar. Recomendado para niños, niñas y jóvenes. Y adultos también, claro.

Dos de diez

Diez pájaros en mi ventana, escrito por Felipe Munita, ilustrado por Raquel Echenique. Santiago de Chile: Ediciones Ekaré Sur, 2016

Diez pájaros en mi ventana, escrito por Felipe Munita, ilustrado por Raquel Echenique. Santiago de Chile: Ediciones Ekaré Sur, 2016
Diez pájaros en mi ventana, escrito por Felipe Munita, ilustrado por Raquel Echenique. Santiago de Chile: Ediciones Ekaré Sur, 2016

Este es el segundo libro de poemas para niños y jóvenes escrito por Munita. Y es el resultado de una mezcla de sus pasiones: naturaleza, poesía y música. El libro tiene ojos troquelados por donde mirar. Un pájaro y un barrilete se dejan entrever. Y sus tapas se abren de tal modo que pareciera levantar vuelo. Las ilustraciones son una de liviandad poética tremenda: acuarela, tinta, crayón… Conmueve de belleza el trabajo el de Raquel Echenique. Delicadas y con carácter, sus escenas dibujadas tienen un ligero parecido con algunas estampas japonesas.

El libro está dividido en tres partes que incluyen veinte poemas, de los que unos pocos son caligramas. Todo en el libro levanta vuelo.

“En este poema

no cabe una letra

pero si los libros

de la biblioteca.

¿Por qué este poema

se ve tan pequeño

si en verdad es grande

como son mis sueños?”

Este proyecto fue financiado con el aporte del Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura. Recomendadísimo para jóvenes lectores.

Yo tenía diez perritos, escrito por Paloma Valdivia, ilustrado por Carles Ballesteros. Chile: Ediciones Amanuta, 2018

Yo tenía diez perritos, escrito por Paloma Valdivia, ilustrado por Carles Ballesteros. Chile: Ediciones Amanuta, 2018
Yo tenía diez perritos, escrito por Paloma Valdivia, ilustrado por Carles Ballesteros. Chile: Ediciones Amanuta, 2018

Basado en una canción popular, este libro es una invitación a jugar, cantar, y contar.

“Yo tenía diez perritos,

uno se marchó a la nieve,

no me quedan más que nueve.”

La disminución de perritos en esta versión tiene un destino menos trágico para los perritos que mi recuerdo de infancia. Un trabajo hermoso la ilustración de Ballesteros, editada en cartoné, que invita a leerlo y a mordisquearlo también.

Especialmente recomendado para las personas más pequeñas de los alrededores.

Y para terminar esta selección, otras dos mujeres

Ana. Reimaginando El diario de Ana Frank, escrito por Marjorie Agosín, ilustrado por Francisca Yáñez. Santiago: Das Kapital Ediciones, 2015

Ana. Reimaginando El diario de Ana Frank, escrito por Marjorie Agosín, ilustrado por Francisca Yáñez. Santiago: Das Kapital Ediciones, 2015
Ana. Reimaginando El diario de Ana Frank, escrito por Marjorie Agosín, ilustrado por Francisca Yáñez. Santiago: Das Kapital Ediciones, 2015

En su cumpleaños número 12, Marjorie Agosín recibe un regalo que, según cuenta, define su experiencia como escritora y defensora de los derechos humanos. Ambos regalos fueron El diario de Ana Frank y un diario para ella. Ambos llegaron de la mano de su abuelo Joseph Halpern y la acompañan desde entonces. “… no pudieron silenciar todas las voces. Quedó la de Primo Lévi, la de Charlotte Delbo, y para mí, la de Ana. Este libro lo he escrito especialmente para los niños de Chile. Quiero que el recuerdo de Ana permanezca, que la lean, pero no como la víctima más conocida de Hitler, sino como una maravillosa escritora de la época. Una joven adolescente a la que le gustaba mucho jugar, y seguro comer helados, enamorarse, dibujar barquitos, en fin, una gozadora de la vida.”

Una mirada sobre Ana Frank, contándola. Desde las palabras y desde las imágenes, el libro es belleza pura. Al finalizar, hay una cronología que nos permite ubicar a Ana en tiempo y espacio, desde 1929, cuando nace, hasta 1990 cuando los tribunales de Hamburgo confirman que el diario es auténtico.

Como la mayoría de los libros chilenos que conozco, tiene un colofón de colección que proclama: “El acto liberador de la literatura es, para nosotros, un ejercicio democratizador que debe apuntar a enriquecer culturalmente a sus autores y a la realidad den su conjunto.” Además de contar que Ediciones Das Kapital cree que la base del circuito editorial son autores y lectores, quienes trabajaron en el libro y las características del papel, tipografía y cantidad de ejemplares.

Las ilustraciones del libro tienen son delicadas y tienen un especial detalle en las tramas. Telas, paredes, guardas… todos los estampados nos cobijan mientras leemos.

Matilde, escrito por Carola Martínez Arroyo, ilustrado por Power Paola. Buenos Aires: Norma, 2017 (Colección Zona Libre)

Matilde, escrito por Carola Martínez Arroyo, ilustrado por Power Paola. Buenos Aires: Norma, 2017 (Colección Zona Libre)
Matilde, escrito por Carola Martínez Arroyo, ilustrado por Power Paola. Buenos Aires: Norma, 2017 (Colección Zona Libre)

La novela empieza con un epígrafe de Neruda y está dedicada a Carlos Paredes, a su memoria, y a toda la juventud que sigue luchando en Chile para que nunca más.

Matilde es la primera novela de Carola Martínez Arroyo. La escritora vive en Buenos Aires hace muchos años, pero nació en Chile, donde transcurre la historia en la época convulsionada de la dictadura de Pinochet.

Matilde es una niña de 8 años que tiene una gata que se llama Estrella y vive preguntándose con angustia y miedo sobre qué le ocurrió a su padre, entre los silencios de su abuela y su madre, y las aventuras y juegos propios de una niña de esa edad que va a la escuela, juega, corre, se pelea, se amiga. Tiene recuerdos del último día compartido con su papá, pero con el tiempo la nitidez se le va escapando.

Ella busca respuestas y se queja de que nadie le cuenta nada. Luego de los 17 capítulos, hay un apartado denominado “Y el tiempo pasó” y un epílogo. La historia de la niña de zapatos de charol amante de las figuritas Sarah Kay es la historia de Matilde, pero también es la de muchas otras personas que vivieron en Chile durante la dictadura.

“-Abuela, ¿mi papá no estará en la playa? Mi mamá dice que el mar es lo que más le gusta.

-No, Mati, no está en la playa.

- ¿Y cómo sabes?

-Mati, no me preguntes cosas que no puedo explicarte.”

En el apartado “Y el tiempo pasó”, la historia sigue ilustrada por Power Paola, que cuenta en imágenes como siguió el devenir de Matilde. Me gusta mucho esta apuesta. El dibujo de Power Paola arma una suerte de viñetas a doble página en donde seguimos escuchando las voces protagonistas.

Hasta aquí esta selección chilena. En fútbol “la chilena” o “chalaca” es una jugada espectacular que consiste en patear la pelota muy alto con el cuerpo a 90 grados, subiendo las piernas adelante y empujando sobre el cuerpo sin tocar el piso. Es usada como defensa para sacar la pelota del arco o para marcar un gol. Ojalá que estas lecturas sean cobijo, resguardo, gol y posibilidad de salida.

* Nota: Estos libros se consiguen en Argentina en librerías especializadas en literatura infantil y juvenil.

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