Presidente de Indepaz asegura que el narcotráfico empeoró en la presidencia de Iván Duque

La oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP) señaló que 2021 contabilizaron 234.000 hectáreas de coca, que contrasta con los 208.000 en 2018, desde el mandato de Duque

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Foto de archivo. El presidente de Colombia, Iván Duque, saluda a la llegada al Congreso para votar en la segunda vuelta de la elección presidencial, en Bogotá, Colombia, 19 de junio, 2022. REUTERS/Vannessa Jiménez
Foto de archivo. El presidente de Colombia, Iván Duque, saluda a la llegada al Congreso para votar en la segunda vuelta de la elección presidencial, en Bogotá, Colombia, 19 de junio, 2022. REUTERS/Vannessa Jiménez

Iván Duque está ad portas de dejar la Casa de Nariño y especialistas en diferentes ramas ya empiezan a hacer su balance de su ejercicio como presidente de Colombia desde el 2018. Una de las materias en las cuales tenía mayor compromiso internacional, además de implementar el Acuerdo de Paz, era la reducción de cultivos ilícitos de hoja de coca, principalmente con Estados Unidos.

Hace poco, se publicó un anticipo del Informe Mundial sobre Drogas de la Oficina de Naciones Unidas (ONUDC) y allí se hace un corte en cuanto a las cifras de narcotráfico del país el año pasado (2021).

El Espectador consultó sobre estas cifras con el presidente del Instituto de estudios para el desarrollo y la paz, Indepaz, Camilo González Posso, quien vio un retroceso en cuanto a hectáreas cultivadas de hoja de coca.

“El fracaso de la estrategia de erradicación forzada militarizada también se registra en el reciente informe de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP), que señala que en 2021 sus sistemas de monitoreo contabilizaron 234 mil hectáreas de coca que superan en mucho las 208 mil que registró esa misma entidad en 2018, cuando comenzó el gobierno de Iván Duque Márquez”, dice Gonzáles Posso.

Los datos también reflejan una disminución de cerca de cinco puntos porcentuales en cuanto a las áreas cultivadas de coca, pues se pasó de 245 mil en 2020, a 234 mil en 2021, pero para el presidente de Indepaz “muestran un incremento de alrededor del 12 % con respecto al inicio del gobierno Duque”.

Gonzáles habla también de un incremento en la sofisticación de los laboratorios de coca, lo que se ha visto en un aumento en la actividad delictiva derivada del narcotráfico y señala “la ineficacia de la política del Gobierno” de Iván Duque, algo que ha sido aprovechado por los diferentes grupos delictivos: “se han reorganizado para ejercer control y extender la violencia en los territorios”, señala.

Estudios previos de Indepaz han logrado establecer cuáles son las zonas de la geografía nacional que más han resultado afectadas por el fenómeno del narcotráfico en el país.

De acuerdo a la data de Indepaz, se puede observar una afectación por esta actividad delictiva en el Magdalena Medio hasta el Bajo Cauca antioqueño y en el Guaviare.

“Lo más grave es que después de más de 320 mil hectáreas erradicadas por la fuerza, y de decenas de miles de pequeños productores lanzados a la miseria y a la resiembra, no solo existe la misma cantidad de hectáreas con hoja de coca, sino que se presenta un incremento del 22 % en la producción de cocaína”, señaló González a El Espectador.

Por los datos que tiene la Oficina de Naciones Unidas, la producción de cocaína el año pasado (2021) es de aproximadamente 1.700 toneladas con una tendencia al incremento, pues 2018 a 2021 incrementó un 30%.

A lo anterior se suma que los productores de la cocaína estarían recibiendo más pesos como producto de la devaluación de la moneda local en comparación al dólar estadounidense.

Para González, durante la administración Trump se reforzó la guerra contra el agricultor y pequeño productor, más no para los eslabones más fuertes de la cadena.

A lo anterior, según el presidente de Indepaz, se suma la política de seguir en la dirección a la prohibición de esta droga, algo que iría en contravía de la verdadera solución contra el narcotráfico, pues en lugar se debería acudir a la regulación de la coca y marihuana. “(...) adoptar normas que faciliten los usos sanos de la marihuana y de la coca, y reglamenten el consumo adulto recreativo y la atención a las personas adictas. Se trata de asumir un enfoque de derechos humanos, no militar, del problema”, dijo el presidente de Indepaz a ese medio.

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