Hija de la presentadora Andrea Guerrero estuvo internada en una UCI

La periodista de RCN y Win Sports sorprendió a su comunidad de seguidores con una publicación que hizo luego de unos agitados días

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Imagen tomada de Instagram @andreaguerreroquintero
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Sorprendidos y conmovidos. Así quedaron los seguidores y amigos de Andrea Guerrero, luego de conocer que su hija Luna tuvo graves complicaciones de salud y resultó internada en una unidad de cuidados intensivos (UCI), de donde logró salir, afortunadamente.

De acuerdo con la información que compartió la periodista y presentadora deportiva, fue una semana la que su hija estuvo hospitalizada por problemas respiratorios y, mientras que la pequeña luchaba por recuperarse, ella vivía los días más angustiantes de toda su vida.

“Fue una larga semana para Luna, en la que aprendimos que muchas veces damos por sentado el estar sanos. Generalmente cuando oímos mencionar una UCI, entramos en pánico; una lección más, en medio de una situación tan angustiante, es recibir el cuidado de médicos, enfermeras y fisioterapeutas respiratorios, todo un equipo luchando para sacar un paciente adelante”, explicó en el principio de su relato.

Posteriormente, Andrea Guerrero se mostró agradecida con el personal de la Clínica La Colina, donde permaneció su hija, pues asegura que hicieron todo lo posible para que el final de la historia fuera feliz, ya que la pequeña se encuentra sana y salva en su hogar.

Además, también mencionó en su mensaje a todos aquellos que se dedicaron a darle ánimo durante estos días, así como a quienes recordaron a Luna en sus oraciones.

“Gracias a mi cucarrona por enseñarme que el amor todo lo puede, incluso la paciencia que aparentemente no existe en medio de la angustia. Hoy estamos de regreso a casa y agradecemos profundamente a nuestra familia, a todas las personas que nos apoyaron en una semana tan compleja, a la iglesia ‘El lugar de su presencia’ por las oraciones, porque cualquier ayuda reconforta el alma en una situación difícil; y a la UCIP de la Clínica La Colina porque allí nos encontramos con palabras de aliento en medio de la angustia,y con mucho amor desde el primer día hasta el último”, agregó.

Por último, Andrea Guerrero dijo sentirse “muy afortunada” por su trabajo en Noticias RCN y en el canal Win Sports, ya que ellos le permitieron ausentarse el tiempo que fuera necesario para poder estar todo el tiempo junto a su pequeña.

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La enfermedad que padece Andrea Guerrero

En medio de una dinámica de redes sociales conocida como ‘cinco cosas que no saben sobre mí', la cucuteña dejó al descubierto hace algunos meses un dato que alarmó a quienes la siguen, pues entregó el nombre de una extraña enfermedad que padece.

“Tengo síncope vasovagal, soy alérgica a los mariscos, soy control freak, mi debilidad es la pasta y me dan miedo los aviones”, en su red social.

Guerrero no dio mayor información respecto al padecimiento y dejó en duda como lo ha llevado en su vida y carrera profesional, pero afortunadamente para los fanáticos del deporte y de la comunicadora, ella está se encuentra muy bien.

Sobre el síncope vasovagal, se puede mencionar que es la forma más común de desmayo. Diversas situaciones estimulan el nervio vago, lo que ocasiona una reducción de la frecuencia cardíaca y una dilatación de los vasos sanguíneos del cuerpo por mediación del sistema parasimpático. La frecuencia cardíaca lenta y los vasos sanguíneos dilatados hacen que llegue menos cantidad de sangre al cerebro, provocando así el desmayo.

El síncope vasovagal es de tipo reflejo. Existen síncopes situacionales que ocurren en momentos como al orinar, defecar, deglutir o toser. Las causas del síncope no se han entendido por completo, pero se cree que se presentan en personas con una carga venosa periférica excesiva, lo que produce una caída súbita del retorno venoso periférico, lo que da como resultado un estado de hipercontractilidad cardíaca que activa los mecanorreceptores que responden al estiramiento, limitando así las condiciones de la hipotensión y provoca una disminución en el ritmo cardíaco por debajo de 60 latidos por minuto (lo considerado normal es de 60 a 100 latidos por minuto).

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