Exnovia del exmagistrado Carlos Vargas Bautista aceptó que tenían una empresa que vendía fallos

Por amañar fallos en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca es investigado el exmagistrado Carlos Alberto Vargas Bautista. Este proceso es adelantado por la Fiscalía en lo que ellos han catalogado como una ‘empresa criminal’, la sociedad ilegal que tenía junto con Kelly Andrea Eslava, socia y también novia del anterior togado.

Eslava, quien ahora es testigo estrella en este caso, gozando de inmunidad penal por los delitos de cohecho por dar u ofrecer, falsedad en documento privado, acceso abusivo a sistema informático agravado y fraude procesal, habló en una audiencia adelantada por la Corte Suprema de Justicia sobre el funcionamiento del entramado ilegal que tenía con Vargas Bautista.

Durante la diligencia, la mujer confirmó que, en efecto, ambos desviaban fallos del alto Tribunal. También, detalló las presiones que ejercían sobre sus clientes para que, antes de que el exmagistrado renunciara a su cargo, pagaran las altas sumas de dinero de las decisiones judiciales emitidas.

Además, confirmó las hipótesis de la Fiscalía sobre la sociedad ilegal que vendía los fallos, precisando que la gallina de los huevos de oro era proteger a una empresa de un embargo de 800 millones de pesos por parte del Hospital El Salvador. “De manera incisiva yo le hago saber al ingeniero ‘póngase las pilas, formalice los acuerdos que tiene que formalizar con el magistrado Vargas porque su compañía depende de eso”, dijo Eslava en la audiencia.

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¿En qué consistía el ‘envión’ con el cual presionaban para hacer los pagos?

Precisamente, este término correspondía al envío del pago acordado. Sin embargo, la testigo negó tener conocimiento sobre los acuerdos monetarios a los que llegaba su expareja. Sobre esto, el magistrado Jorge Emilio Caldas le pidió que entre en detalle sobre el funcionamiento del ‘envión’, a lo que ella contestó que estaba involucrado un familiar del extogado.

En su testimonio también apareció el nombre de William Rojas, ingeniero de profesión y que actuó como demandante en este proceso. Este cobró una suma de dinero en el Tribunal, y, para ello contrató a la mujer. De hecho, hubo un momento donde la empresa queda en manos de Bautista Vargas. Otro elemento mencionado fue la relación entre ambos que se había fragmentado por el manejo de la sociedad.

Sobre el porqué de delatar al exfuncionario, la mujer dijo: “Siento mucha pena y mucha vergüenza de tener que contar todo lo que conté y todo lo que hice, todo lo que sucedió. No es chévere, pero era necesario”.

La falta de comunicación entre ambos se debió a “la angustia que va a tener el ingeniero William Rojas de no saber si le van a amparar o no sus intereses dentro de la decisión del recurso de queja de conocimiento de la apelación, respecto del auto que le negó la nulidad por falta de ejecutividad de los actos que constituían el título dentro del proceso de Zipaquirá”, detalló Eslava.

Adicional a esto, el fiscal Carlos Iván Mejía le preguntó en medio de la última diligencia por la estrecha relación que tenía con el exmagistrado, a lo que ella responde que estaba al tanto de la vida íntima de su expareja. Además, señaló que ambos salían a diferentes reuniones y fiestas; “intimábamos, nos contábamos cómo iba la vida de cada uno”.

Cabe mencionar que en la audiencia pública, el exmagistrado Vargas escuchó la versión de su exnovia que lo delató ante la Corte Suprema de Justicia.

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