Rodolfo Hernández llora en una entrevista al recordar a su hija Juliana, asesinada por el ELN

El ingeniero aseguró que este hecho le cambió la vida y empezó a involucrarse en la política

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El candidato presidencial colombiano independiente
El candidato presidencial colombiano independiente Rodolfo Hernández, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, habla con la prensa tras una reunión con empresarios en Bogotá, Colombia, 24 de mayo, 2022. REUTERS/Luisa González

En medio de una entrevista en CNN con el periodista Andrés Oppenheimer, el candidato a la Presidencia de Colombia, Rodolfo Hernández, se conmovió y lloró al recordar a su hija adoptiva, Juliana Hernández Oliveros, asesinada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) hace 18 años. Oppenheimer le preguntó cómo le cambió la vida, a lo que el ingeniero le respondió que a partir de ese episodio empezó a involucrarse en la política.

La tragedia familiar de Hernández se remonta a junio de 2004, cuando Colombia atravesaba uno de sus momentos más violentos por cuenta del conflicto armado interno. Para entonces, Juliana tenía 23 años, era la única mujer de cuatro hermanos, y estudiaba derecho en la Universidad Santo Tomás de Bogotá, pero aprovechando las vacaciones intersemestrales, volvió a su natal Santander.

Una amiga la invitó a pasar una temporada en una finca en Ocaña (Santander), una ciudad para entonces azotada por el ELN. Ella llegó al municipio el 4 de junio y desde ese día no se volvió a saber nada.

“En el 2004 -mi hija- estaba estudiando derecho y resolvió, con una amiga, irla a acompañar a Ocaña, allá al Catatumbo. Y allá, tal vez, nunca supimos la verdad, pero la cogió el Ejército de Liberación Nacional y empezó a chantajearme”, ha asegurado Hernández.

El ELN estaba pidiendo dinero para liberar a la joven, sin embargo, Hernández y su familia no lo pagaron.

El contexto de esto es que antes del secuestro de su hija, su padre también estuvo retenido forzosamente, pero por las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). Los subversivos le exigieron 50 millones de pesos por el rescate, pero el pagó 15 millones y quedó debiendo otros 35 que luego se rehusó a entregar.

“Les quedé debiendo 35 (millones) y entonces me empezaron a acosar para que pagara los 35. Les dije: yo no puedo pagar los 35 porque ustedes le pusieron una bomba a una urbanización y se quebraron todos los vidrios”, expresó el aspirante presidencial.

Así las cosas, Hernández, su esposa, Socorro, y el resto de sus familiares hicieron una reunión para saber qué hacer y ahí concordaron no entregar el dinero a los criminales, dando a entender que estaban atentando contra todos sus familiares y que si no le ponía un alto esa situación no se detendría.

“Hicimos una reunión de familia: ‘¿Qué hacemos?’, y mi mamá me dijo: ‘no pague, vamos a ver qué pasa’, y la mataron”, ha sostiene el ingeniero.

Hasta en los últimos años, Rodolfo Hernández ha asegurado que se permitió vivir el duelo, al tener que aceptar que lo más probable es que su hija ya no se encuentre con vida. Sin embargo, su estado oficial sigue siendo desaparecida porque tras más de una década del secuestro no se supo más de su estado.

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