“Vengo a representar al 70% del país que ha sido olvidado”: Josué Alirio Barrera

El exgobernador de Casanare, que empezó vendiendo periódicos y chance en las calles de Bogotá, dialogó con Infobae sobre su aspiración a ganar la candidatura del Centro Democrático el próximo 22 de noviembre

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El precandidato a la presidencia de Colombia Alirio Barrera habla durante entrevista con Efe el 28 de octubre de 2021, en Bogotá (Colombia). Con su sombrero de vaquero calado hasta las orejas, Josué Alirio Barrera, un campesino llanero, considera que es hora de que un "hombre del pueblo" gobierne Colombia y cree que él puede ser la sorpresa si su partido, el derechista y conservador Centro Democrático, lo nomina para las elecciones presidenciales de 2022. EFE/ Carlos Ortega
El precandidato a la presidencia de Colombia Alirio Barrera habla durante entrevista con Efe el 28 de octubre de 2021, en Bogotá (Colombia). Con su sombrero de vaquero calado hasta las orejas, Josué Alirio Barrera, un campesino llanero, considera que es hora de que un "hombre del pueblo" gobierne Colombia y cree que él puede ser la sorpresa si su partido, el derechista y conservador Centro Democrático, lo nomina para las elecciones presidenciales de 2022. EFE/ Carlos Ortega

INFOBAE: ¿Cómo se ha sentido Alirio Barrera en esta campaña, enfrentando a rivales tan fuertes en el mundo político como Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Rafael Nieto Loaiza y Óscar Iván Zuluaga?

JOSUÉ ALIRIO BARRERA: Son rivales de mucha condición, de mucha altura y calidad política. y tienen las cualidades no solo para disputar una precandidatura sino para llegar a una candidatura final. No es fácil, yo empecé hace tan solo un mes, estoy llegando y recién desempacadito pero gracias a Dios me ha ido bien. Pienso que ha habido respeto entre los participantes, se están cumpliendo hasta hoy las reglas de juego. Espero que todo siga así para que termine en sana paz y que gane el mejor, quedan pocos días para el resultado de las encuestas. Pero pienso que todo ha salido muy bien.

Usted fue víctima del conflicto, tuvo que abandonar sus tierras, sus estudios, llegó a Yopal y se hizo prácticamente desde cero. De toda esa historia de vida, ¿qué es lo que más le pesó y lo que le metió el gusanillo de la política?

Mi vida desde niño no fue fácil. Nací en el campo con mucha necesidad, estuve a punto de ser reclutado por los grupos al margen de la ley, esto conllevó a que mi padre abandonara el trabajo de toda su vida y nos fuéramos a Bogotá. Aunque no me dieron todo lo que yo quise sí me dieron todo lo que pudieron y lo más importante, me enseñaron los principios de querer y respetar a esta patria. Cuando llegamos a Bogotá tuvimos que trabajar por necesidad en las calles, yo viví el trabajo de las calles. Fui vendedor ambulante, vendí chance, periódicos, trabajé en talleres, construcción, lo que saliera. Esa es la respuesta cuando le pregunta a alguien en qué trabaja: en lo que salga, porque no tiene trabajo escogido.

Ahí me formé y tuve la oportunidad de empezar como empresario de ganado, de caballos, de tierras, donde conocí después al presidente Uribe, que me ofreció la oportunidad de ser candidato a la gobernación de Casanare. Fui el primer gobernador de la historia de Casanare que cumplió cuatro años de gobierno, donde hubo de 2008 a 2015 once gobernadores. Llegar a acabar esa ingobernabilidad, con este sistema de corrupción, con esa necesidad del pueblo casanareño, era muy grande. Con el solo conocimiento de sacar adelante una empresa, un negocio, una finca, una idea de emprendimiento, y con esa experiencia llegamos a trabajar. Porque yo creo que el gobierno, Colombia, es una gran empresa, Casanare era una gran empresa y para administrarla se debe tener experiencia.

Foto: Cortesía
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En la memoria de muchos está el apoyo que le brindó el hijo del expresidente Álvaro Uribe, Tomás Uribe, que lo ha respaldado públicamente. ¿Cómo ha sido esa relación con Tomás Uribe y con el expresidente, considerando que no viene de la política nacional o la maquinaria del partido sino de una zona periférica como el Casanare?

Con el presidente Uribe hemos tenido una amistad muy bonita y de mucho respeto, más por el tema de la ganadería y de los caballos, las tierras, el conocimiento en los temas del campo, que por la misma política. Con Tomás, Jerónimo y la señora Lina (Moreno), también he podido compartir con ellos y tengo buenas relaciones. Es algo de mucho respeto y han sido muy neutrales, no han querido mostrar su apoyo a ninguno de los candidatos, excepto Tomás que ha manifestado algunas veces su forma de pensar. Pero no han manifestado contundentemente “este es el candidato”, sino que nos han dejado competir en franca lid y esperemos que así siga hasta el próximo 22, que gane el que tenga más aceptación dentro del partido y la sociedad.

¿Cómo va su aceptación dentro del partido y la sociedad? Usted fue gobernador del Casanare, pero no era conocido a nivel nacional hasta que lanzó su precandidatura…

Usted lo ha dicho, a pesar de los resultados que tuvimos en la Gobernación, que fueron únicos en el país. Cogimos un departamento quebrado, el más corrupto del país que iba a perder la autonomía administrativa; pagamos deudas, lo dejamos en un superávit y fuimos el único departamento que quedó en ceros en sus deudas, con ahorro, un departamento modelo. Eso nos llevó a marcar unos índices importantes en la reducción de pobreza, un desempleo por debajo del 9%, la competitividad la subimos 12 puestos, llevamos cuatro universidades públicas y dos sedes del Sena, garantizamos la educación pública a todos los casanareños. Esto ha hecho que tenga un reconocimiento dentro del partido y la familia del presidente Uribe, que siempre ha sido muy fuerte en el tema de transparencia, y honorabilidad. Y eso nos ha llevado a tener la opción de participar por ese aval.

Foto: Cortesía
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Tenemos seis exgobernadores como precandidatos: Carlos Amaya, Luis Pérez Gutiérrez, Sergio Fajardo, Dilian Francisca Toro, Eduardo Verano y Alirio Barrera. También tenemos de exalcaldes a Enrique Peñalosa, Federico Gutiérrez, Rodolfo Hernández, Gustavo Petro… ¿Por qué hay tanto interés entre los gobernantes regionales de llegar a la casa de Nariño? ¿Hay muchas diferencias de escala entre Yopal o Barranquilla y el Gobierno Nacional?

Lo que pasa es que nosotros ya gobernamos. Para gobernar un país, usted ya tiene que haber administrado. Yo soy empresario, vengo de las calles, vengo del campo; conozco muchas de las áreas en las que las familias colombianas se desenvuelven hoy en día para sacar adelante a los suyos. Pero además, por ejemplo, en nuestro caso mostramos resultados. Creo que es más fácil que lo haga alguien que fue gobernador, que arrancó como concejal, que ha trabajado en Naciones Unidas, que conoce cómo es el tema a nivel local, regional y nacional. ¿No es mejor eso que alguien que se preparó en el extranjero, duró 20 o 25 años en las mejores universidades y conoció tanto las necesidades de otro país, de la comunidad internacional, que desconocen las problemáticas del pueblo colombiano?

Esa es la gran diferencia: de ahí venimos nosotros, conocemos las diferencias… Es como cuando entra a una empresa, conoce la problemática de la empresa y ya sabe cómo funciona porque ha manejado otra empresa más pequeña. Cambian las cifras, pero el objeto es el mismo. La necesidad del pueblo colombiano no se desliga de lo que tenía el Casanare: pobreza, falta de empleo, falta de oportunidades, inseguridad, servicios públicos básicos insatisfechos… todas estas cosas es lo que están aquejando el país, y usted va a cualquier región y los problemas son igualitos, de pronto con algunas diferencias en temas culturales, de pisos térmicos o de suelos… De pronto en unos está más acrecentada la necesidad, en otros menos, pero en todos la gente se queja de lo mismo, y ya lo sabemos hacer. Ya hemos gobernado, ya tenemos la experiencia, y yo creo que eso nos da un puntico sobre aquellos que solo vienen de la universidad o que se prepararon como funcionarios en una entidad y que no han gobernado.

Cuando menciona ese tema de la preparación de los funcionarios en entidades internacionales, no dejo de asociarlo con la hoja de vida del presidente Iván Duque. ¿Cuál es su relación con el mandatario?

La mejor. El presidente fue el único que nos ayudó durante nuestro gobierno, ha invertido tantos recursos para la región nuestra, para los llanos… Las relaciones son buenas, de gratitud y de respeto. Sabemos que es una persona muy inteligente, muy preparada, que tiene bastante conocimiento… hombre, de pronto no había gobernado un departamento o un municipio, pero ya había tenido varios cargos que de pronto le dieron algo de preparación para eso. Pero como le digo, aún por encima de eso estamos los que ya gobernamos, ya tenemos la experiencia, y lo más importante, hemos dado los resultados.

Josué Alirio Barrera. Exgobernador de Casanare. (Foto Colprensa - Luisa González).
Josué Alirio Barrera. Exgobernador de Casanare. (Foto Colprensa - Luisa González).

Vemos que en el país hay un rechazo a las propuestas del Centro Democrático y el gobierno Duque, y que los candidatos alternativos están dominando las encuestas. ¿Cómo haría el candidato del Centro Democrático Alirio Barrera, si es seleccionado este 22 de noviembre, para recuperar la confianza de los electores y ser elegido en mayo de 2022?

Primero, siempre hemos perdido las encuestas, casi históricamente. En la anterior presidencia íbamos con el 4%, 8% y así íbamos creciendo hasta que ganamos las elecciones, y yo pienso que esta no va a ser la elección. Sabemos que hay un desgaste en el Gobierno, claro que sí, pero esta vez hay un candidato diferente en el país. Es la primera vez que un candidato que viene verdaderamente del pueblo, que la necesidad no se la contaron en un computador o en estadísticas sino que vivió en ella, trabajó en ella, salió de ella, salió adelante, gobernó y lo hizo bien, y hoy tiene la oportunidad de representar a esos estratos bajos.

Cuando le pregunta a alguien de los estratos 1, 2 o 3 si es de izquierda o derecha, le responde “a mí no me pregunte esas pendejadas, que lo que queremos es un gobierno que nos tenga en cuenta, que conozca nuestra situación y que nos ayude a salir adelante”. De esa situación venimos nosotros, conocemos la situación de la sociedad colombiana que pone presidentes, que es más de 70% de la población, que salen a votar verdaderamente, pero que no han tenido una representación hasta hoy. Venimos a representarlos hoy, a representar a ese sector del país que ha sido un poco olvidado, y créame que hemos tenido una gran recepción donde quiera que vamos porque es un discurso totalmente diferente, que viene del reconocimiento de la situación que vive el país y que tiene resultados.

¿Cuál es el mayor problema para usted que tiene este país y cómo lo contrarrestaría?

Yo creo que la desigualdad. La falta de oportunidades trae violencia. Pero también tenemos que decir que si no hay seguridad, no hay desarrollo ni económico ni social, en ninguna región. Así que todo va de la mano, todo va encadenado a la misma idea, al mismo proyecto, donde haya confianza y seguridad jurídica. Si no hay esa confianza y seguridad jurídica para los empresarios, dificilmente vamos a reactivar la economía de este país. Eso genera procesos de igualdad, en todos los niveles sociales de la patria. Pienso que a eso le vamos a trabajar ahorita: la igualdad en los procesos de desarrollo en el tema económico social para acabar la falta de oportunidades que hoy reina en Colombia.

El Centro Democrático es un partido insistente en el tema del conflicto, y muchos de sus candidatos han pedido reformar el acuerdo de La Habana. Como víctima del conflicto, ¿le haría algún cambio al acuerdo con las Farc?

Como víctima, pienso que las víctimas han sido poco tenidas en cuenta en este proceso. Más de 9 millones de víctimas, de las cuales más de 8 millones son por desplazamiento forzado, están prácticamente en una condición precaria, y es triste ver que hoy 13 mil reinsertados tienen más presupuesto que 9 millones de víctimas. Pienso que sí se deben hacer algunos ajustes donde las víctimas deben tener mayor participación, lo mismo la Fuerza Pública que está hoy diezmada y desmotivada. Creo que se debe restablecer este proceso de justicia penal militar donde los militares juzguen a los militares y no un tribunal civil.

Aparte de eso, creo que se debe exigir el cumplimiento de los acuerdos; hoy tenemos una guerrilla que se desmovilizó, pero que hoy tiene casi el mismo número de combatientes que cuando inició el proceso de paz. Ahí debemos pedir a la comunidad internacional que se exija el cumplimiento de los acuerdos y que no sea solamente el Estado colombiano, gastando el presupuesto y entregando prácticamente la gobernabilidad, sino que todos los actores cumplan paso a paso cada uno de los acuerdos. Sí creo que eso se debe hacer, ya el plebiscito se ganó y se perdió, pero no tenemos toda la vida para llorar sobre la leche derramada sino que tenemos que buscar otras alternativas. El país necesita otras propuestas diferentes que le generen desarrollo y progreso a los colombianos.

Si el 22 de noviembre no queda usted como candidato del Centro Democrático, ¿ha considerado llevar esa trayectoria, esa hoja de vida, a otros escenarios políticos como el Senado? ¿Cuál sería su futuro si no llega a ser candidato?

Hoy estamos dándole con alma, vida y sombrero, como dice el dicho. Estamos trabajando con todas las ganas, con toda la actitud. No hemos visualizado otros escenarios, habrá que ver las condiciones que se presenten. Ya una vez se esté decidiendo el tema el 22 de noviembre, el 23 estaremos mirando pa’dónde agarramos. Y si no, eso allá tenemos muchísimos que hacer en la finca, hay muchísimo trabajo.