En 106 dólares se vendió una sola libra de café especial colombiano

En la subasta en línea, la primera de su tipo en Colombia, la empresa vallecaucana logró vender 21 lotes, 1,159 kilos de su café ultra especial, a clientes de varios países, principalmente asiáticos

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Empresa vallecaucana logró subastar una libra de café en 106 dólares.
Empresa vallecaucana logró subastar una libra de café en 106 dólares.

Una empresa vallecaucana dedicada a la producción y comercialización de café de alta calidad, poco conocida en la región y en el país, pero con un recorrido y reconocimiento muy importante a nivel internacional tranzó con un comprador norteamericano, a través de una subasta, un valor de 106 dólares por libra de café.

En total en dicha subasta en línea, la primera de su tipo en Colombia, Café Granja La Esperanza logró vender 21 lotes, 1,159 kilos de su café ultra especial, a clientes de varios países, principalmente asiáticos. La puja de la subasta para unos lotes inició en 14 dólares y para otros en 18 dólares, alcanzando hasta 354 pujas.

“Para nosotros este evento representa un logro a nivel Colombia, ya que según los registros hasta el pasado 2 de septiembre que se realizó la subasta, en el país nunca se había hecho una subasta privada como la de nosotros. Además logramos demostrar que Colombia tiene una gran variedad de cafés y procesos para ofrecer”, expresó Maria Alejandra Escobar, directora de marketing de la empresa cafetera.

Durante la subasta se obtuvieron más de 90 registros alrededor de todo el mundo, sin embargo, todas las apuestas de la compañía cafetera estaban enfocadas en penetrar el mercado de Asia, ya que sin duda son los que mejor pagan por un café de calidad como el que ofrece la compañía.

“Nuestra calidad es medida por unos parámetros que tratamos de cumplir a la perfección y eso lo pudimos demostrar en la subasta, ya que contamos con muchas variedades de café y procesos muy innovadores que han sido desarrollados durante los últimos 20 años, haciendo que nuestros cafés lleguen a otro nivel”, resaltó Escobar.

De esta manera, dentro de las variedades con las que cuenta la compañía se destacan: Geisha, Sudán Rumé, CGLE, Sidra, Mokka, SL34, entre otras.

Café Granja La Esperanza tiene presencia en la mayoría de los mercados de cafés especiales del mundo. Muchos de sus cafés son usados en competencias de barismo de talla mundial.
Café Granja La Esperanza tiene presencia en la mayoría de los mercados de cafés especiales del mundo. Muchos de sus cafés son usados en competencias de barismo de talla mundial.

Así mismo, cuentan con procesos postcosecha únicos como: XO, napoleón, natural anaeróbico, híbrido lavado, entre otros, creando perfiles singulares con los que han logrado posicionarse en el mercado de cafés especiales del mundo, con muy buenos resultados en cuanto a la obtención de reconocimientos, de ahí que el café de mayor valor que hayan vendido, fuera de la reciente subasta, fue uno por 195 dólares la libra.

Entre los galardones más importantes que han obtenido está el segundo puesto del mundial de barismo llevado a cabo en Ámsterdam, Holanda, en el año 2018, posicionando al Geisha XO como el perfil más reconocido de la compañía.

Actualmente, la empresa cuenta con 25 empleados directos; sin embargo, en tiempo de cosecha se ofrecen hasta 250 empleos indirectos, por el tema de recolección. Posee cinco fincas productoras de café, cuatro de ellas ubicadas en el departamento del Valle del Cauca, dos en el municipio de Trujillo y otras dos en Caicedonia, donde está su innovador laboratorio y donde se hace todo el proceso de calidad, y una última finca en Sasaima, Cundinamarca.

La compañía cafetera familiar de los hermanos Luis Eduardo y Rigoberto Herrera, tiene presencia en los mercados de Estados Unidos, Canadá, Europa, Asia y Australia, contando con clientes de alto reconocimiento como: Starbucks Reserve Roastery, que sólo cuentan con seis tiendas exclusivas en Seattle, Chicago, Nueva York, Shanghái, Milán y Tokio.

“Nosotros a nivel sostenible de acuerdo a la variedad de café a recolectar, pagamos a los colaboradores un precio diferenciado, ya que recoger nuestras cerezas no es lo mismo que recoger café convencional, los recolectores recogen menos kilos, porque deben escoger las cerezas que se encuentran en un grado de maduración preciso, lo que hace que la gente pueda tener un mejor ingreso”, puntualizó María Alejandra.

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