Sólo el 39,7 % de los estudiantes colombianos pasan del bachillerato a la educación superior

De acuerdo con la Universidad Javeriana, cerca de dos millones de colombianos entre los 17 y 21 años están por fuera de la cobertura en la última etapa del desarrollo académico

Compartir
Compartir articulo
Imagen de referencia. Icetex abre convocatoria de créditos para estudios de posgrado en Colombia y/o en el exterior. Foto: Colprensa
Imagen de referencia. Icetex abre convocatoria de créditos para estudios de posgrado en Colombia y/o en el exterior. Foto: Colprensa

El Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana presentó este jueves 19 de agosto un nuevo estudio sobre el ingreso de bachilleres recién graduados al sistema de educación colombiano. De acuerdo con el mismo, sólo el 39,7 % de los estudiantes que acaban de terminar la secundaria ingresaron a la siguiente etapa formativa en 2019.

Lo anterior, teniendo en cuenta que en números absolutos, del total de graduados de educación media, tanto privada como pública, en 2018 sólo 188.666 se vincularon a una institución de educación superior (IES) inmediatamente, mientras que 286.399 no lo hicieron. Esto, a su vez, representa una caída frente a 2017, cuando la tasa de acceso inmediato fue del 42,4 %, lo que se traduce en que cerca de 20 mil estudiantes menos accedió a educación superior entre años.

A las cifras se les suman comparativos que demuestran brechas relacionadas con la calidad de la educación, tanto desde el frente del tipo de institución del que se gradúan los jóvenes, donde el 47,7 % es egresado de las no oficiales mientras que el 27,7 % pertenece a las oficiales; como desde el punto de vista de las regiones, donde Bogotá, San Andrés y Quindío logran que uno de cada dos graduados accedan a la educación superior inmediatamente, mientras que en el Amazonas la proporción es de solo 15 por cada 100.

Igualmente, este último departamento, y otros como Chocó y Putumayo demuestran que, además de que son pocos los que ingresan rápidamente a la universidad, alrededor del 70 % de estos cupos se quedan entre estudiantes salidos de establecimientos privados.

infobae

“La baja tasa de tránsito inmediato es un asunto de alta relevancia principalmente en colegios oficiales ya que es inferior a la tasa de los establecimientos privados con excepción del departamento del Atlántico. Solamente el 8 % de los establecimientos educativos oficiales tiene una tasa de tránsito mayor al 60 % (equivalente a 489 de las 6.121 instituciones no oficiales del país)”, advierte el LEE.

Las tablas se voltean una vez se pasa al ámbito universitario, pues 59 % de los estudiantes que pasaron a esta instancia terminaron ingresando a instituciones de educación superior de carácter oficial. Es decir, cerca de 112 mil de los 188 mil jóvenes mencionados. De igual manera, queda claro que la institución pública que recibe mayor número de alumnos es el Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA- con el 39 % del total de aquellos que hacen tránsito.

No obstante, sólo el 39 % del total de esta población, es decir 74.453 accede a una IES con acreditación de alta calidad, mientras que sólo el 49,5 % de quienes ingresan a una institución privada lo hacen a una que tenga esa misma certificación. En otras palabras, y por donde se le mire, el país sigue teniendo una deuda amplia con la calidad educativa.

Con todo, el laboratorio es enfático en advertir que, “cerca de 2 millones de colombianos entre los 17 y 21 años están por fuera de la cobertura en educación superior”, lo cual resulta preocupante si se tiene en cuenta que el tránsito inmediato de los jóvenes entre la educación media y superior “es fundamental para obtener más oportunidades educativas y el desarrollo del país”.

De igual forma, los responsables del estudio recomendaron “avanzar en la pertinencia y calidad de la educación media para mejorar el acceso a educación superior ya que los programas de acceso se encuentran centrados en los deciles más altos de las pruebas de Estado”. Eso, sin dejar de obviar las labores para ampliar los niveles de accesibilidad a educación superior acreditada, que depende tanto del Gobierno como de las instituciones.

Lo anterior, a su vez, se enlaza con la obligación de hacer mejoras en el acceso a la información y al financiamiento para que los jóvenes, desde los colegios, conozcan la oferta de programas y alternativas a las que pueden aplicar de acuerdo con sus preferencias y condiciones socioeconómicas.

SEGUIR LEYENDO: