Sandra Lorena Arenas: “Siempre daré lo mejor de mí”

La velocista ganó la primera medalla olímpica del país en la historia de la Marcha (femenino y masculino) y sumó una nueva, e inesperada, presea en los Juegos Olímpicos de Tokio

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La atleta colombiana Sandra Arenas fue registrada este viernes al celebrar la obtención de la medalla de plata en la prueba femenina de 20 km en marcha de los Juegos Olímpicos 2020, en Sapporo (Japón) EFE/Kimimasa Mayama
La atleta colombiana Sandra Arenas fue registrada este viernes al celebrar la obtención de la medalla de plata en la prueba femenina de 20 km en marcha de los Juegos Olímpicos 2020, en Sapporo (Japón) EFE/Kimimasa Mayama

Sandra Lorena Arenas llegó al país luego de dejar su nombre en la historia de los Juegos Olímpicos al ganar la medalla de plata para Colombia en la disciplina de la Marcha Atlética Femenina de 20 kilómetros en Tokio.

Arenas, de 27 años, se convirtió en un referente del deporte colombiano al alcanzar dicho honor en su tercera participación en unas justas olímpicas: la colombiana subió al podio después de correr en Londres 2012 y Río 2016, escenarios en los que la deportista se preparó a fondo para alcanzar la plata en la capital del Japón.

En una rueda de prensa organizada por el Comité Olímpico Colombiano, Sandra Lorena Arenas recibió a los medios y habló sobre la lesión que tuvo hace un poco más de un año, del trabajo que ha realizado de la mano con su psicóloga y el ejemplo que quiere dejarle a las nuevas generaciones de deportistas colombianos.

Arenas empezó hablando de sobre cómo la llegada de la pandemia del COVID-19 le ayudó a sanar las fuertes lesiones que venía teniendo. “Me favoreció el tema de la pandemia porque venía con lesiones complicadas. Cuando supimos que se cancelaban los juegos con mi equipo se decidió ir más allá cómo me podía recuperar para estos juegos y se consiguió la persona adecuada. Acá está el resultado del sacrificio”.

Además confesó que se siente feliz de cumplir el sueño de llevarse una medalla de los Juegos Olímpicos. “Me siento feliz de cumplir este sueño y de que más personas y niños quieran seguir el camino de ir a unos Juegos Olímpicos, no es fácil pero no hay nada imposible. Es un orgullo representar a mi país, siempre daré lo mejor de mí.

Y por último habló sobre su relación y cómo ha trabajado con su psicóloga. “Vengo trabajando con mi psicóloga, pensando en la competencia, cómo podía asimilar. Soy fuerte ante las adversidades. Hubo agresiones, alegatos en la competencia, eso queda en mí, me hace más fuerte. Antes de la competencia estaba que me moría del susto, pero luego me sentí tranquila, concentrada”.

Por otro lado, cabe resaltar que sus registros en las dos ediciones olímpicas anteriores no indicaban la sorpresa que dio en las últimas horas en la competencia tokiota: En Londres hizo 1:33:21; en Río fue de 1:35:40. En ambas justas la colombiana alcanzó el puesto 32, lo que enaltece su triunfo en Tokio 2020.

Pero, visto desde el triunfo de este día, Arenas se alzó con el oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, en lo que terminó siendo una advertencia de lo que estaba por llegar en las calles de Tokio. En la competencia de este viernes, la colombiana arribó segunda detrás de la ganadora, la italiana Antonella Palmisano, quien cumplió treinta años en este día, con un tiempo 1:29:12, y tercera la china Liu Hong, con 1:29:57.

Quedará para los anales del deporte base que la colombiana entregó un registro de 1:29:37, lo que le garantizó la plata en la capital nipona.

La estrategia de la colombiana se basó en resistir el embate de las corredoras chinas que buscaron rebasarla en el trayecto: las atletas de la República Popular China la superaron numéricamente, lo que implicó que Arenas saliera del grupo puntero a los cinco kilómetros de la carrera.

Pero, en un giro de acontecimientos, una de sus rivales cometió dos faltas en menos de 100 metros y la tercera cuando iba a 1 hora y 20 minutos de carrera. Esto implicó una sanción de dos minutos, que favoreció a la colombiana con miras a alcanzar el podio.

Imágenes de Sandra Lorena Arenas rompiendo en llanto luego de cruzar la meta dieron la vuelta al mundo: a pocos metros de la meta aún no estaba claro que la atleta fuera a obtener la presea de plata porque había obtenido dos amonestaciones que, de haber sido efectivas, la hubieran alejado del sueño olímpico.

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