La dolorosa historia del asesinato, a manos de los ‘paras’ hace 20 años, del padre de Rigoberto Urán

La tarde del 10 de enero, Rigoberto Urán compartió una de las páginas más difíciles de pasar en su vida, un autorretrato que evidencia cómo la existencia de miles de colombianos ha estado narrada desde la violencia, esa que tras más de seis décadas sigue derramando la sangre de inocentes en el país.

Desde Urrao, Antioquia, su municipio natal, el ciclista subió a Instagram una fotografía, en la que posa cerca del río en el que 20 años atrás un grupo paramilitar arrojó el cuerpo de su padre, luego de haberlo asesinado. Se trataba de un humilde vendedor de lotería. La publicación estuvo acompañada de la frase: “Estoy convencido de que los Colombianos buenos somos más”, y Rigo, Colombiano con mayúscula, es quizá uno de los ejemplos más valerosos.

Sucedió en el mes de las cometas de 2001, cuando Rigoberto tenía apenas 14 años de edad. Al regresar a su casa de la escuela, se enteró de que su padre no aparecía. Lo buscó desde la bicicleta que le regaló su primer triunfo como ciclista y lo acompañó en su primera gran pérdida de la vida. Lo preguntó en el hospital, en la estación de Policía, en la morgue y en las tabernas del pueblo, pese a que su padre no se tomaba ni un trago. Pero de él supo solo un día después.

El ciclista se enteró que su padre, de quien además del apellido heredó el nombre, había sido asesinado por paramilitares. El único error que cometió la víctima, junto con dos de sus amigos, fue salir a dar un paseo en bicicleta a la hora equivocada y en el municipio equivocado, uno de esos tantos donde grupos armados auspiciados por la extrema derecha del país se disputaba el poder con las Farc, guerrilla hoy extinta.

Su padre fue detenido en un retén de paramilitares para que les ayudara a arrear unas cabezas de ganado que pretendían robarse. Montaña arriba, al parecer, al negarse, le dispararon. Aunque en la corriente de esa mismo versión, hay otra.

El periodista británico Matt Rendell, quien ha dedicado dos libros a los ‘escarabajos’, en su más reciente publicación, ‘¡Colombia es Pasión!’ The Generation of Racing Cyclists Who Changed Their Nation, narró los hechos de la siguiente manera:

En ese entonces, en Urrao operaba el frente Suroeste de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), grupo paramilitar que, en boca de su exjefe financiero, Rodrigo Zapata Sierra, llegó a la zona para proteger un centro de reuniones radicado en Angelópolis, en cabeza de Vicente Castaño Gil.

En el municipio, uno de los 23 del Suroeste antioqueño, también operó el Frente 34 de las Farc, que asesinó en Urrao al gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, en mayo de 2003, así como al asesor de Paz de la Gobernación, Gilberto Echeverri y a ocho miembros del Ejército.

Tras la muerte de su padre, Rigo tomó las riendas de la casa y, como había aprendido vender lotería, continúo con el empleo de su padre, pero sin dejar de estudiar y montar en bicicleta. En la misma bici roja, que posaba en el cuarto de san alejo de su tío, y que su padre le mandó soldar para que pudiera ‘rodar’, ganó su primera competencia, con la que se dio a conocer. La victoria fue en noviembre, tres meses después de la partida que su familia más ha llorado y por la cual su madre, Aracely Urán, sufre de depresión:

Cerca de cumplir 34 años, el hoy corredor del equipo EF Education-NIPPO, sería el capo para correr La Vuelta a España, aunque no se descarta su participación en el Tour de Francia, competencia en la cual obtuvo el lugar en el 2017.

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