Capturan en Bogotá a un presunto violador en serie que huyó del departamento del Meta

El hombre tenía orden de captura por varios delitos contra mujeres.

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Captura video Noticias Caracol.
Captura video Noticias Caracol.

En la localidad de Suba, en la capital del país, la Policía logró la captura de un hombre que, según las autoridades, era buscado desde hace varios meses para que respondiera por los delitos de acceso carnal violento y feminicidio. Así lo confirmó Noticias Caracol, que informó que el sujeto tenía orden de captura por estos delitos y por otros abusos a mujeres en el departamento del Meta, desde donde, aparentemente, venía huyend.

El coronel Simón Cornejo, comandante de la estación de Policía de Suba, confirmó al noticiero que “a esta persona le figuran delitos como feminicidio acceso carnal violento y constreñimiento ilegal”, que hace referencia a una fuerza o violencia que establece alguien contra la víctima para que diga o haga cosas en contra de su voluntad.

“Es una persona que venía siendo buscada por la Policía durante este año”, agregó el coronel. El hombre, de 28 años de edad, fue capturado en el sector de Tierra Linda cuando se movilizaba por la ciclorruta en la calle 134 con carrera 45.

El coronel Cornejo aseguró al noticiero Arriba Bogotá que “en las diferentes actividades de control, disuasión y prevención realizadas en la jurisdicción de Suba se logró la captura de este delincuente que estaba siendo solicitado por las autoridades del departamento del Meta”, donde también habría cometido estos delitos.

Según los oficiales, cuando llegaron a este punto notaron la incomodidad del delincuente con la presencia de los autoridades, razón por la que se acercaron a él para conocer sus antecedentes, en los cuales detectaron la orden de captura por los delitos cometidos en el departamento del Meta, por este motivo el delincuente fue buscado a nivel nacional.

El hombre fue entregado a la Fiscalía en la Unidad de Reacción Inmediata de Usaquén, para su respectiva judicialización.

Casos de abuso en la ciudad

El pasado 27 de noviembre, una mujer tomó un taxi a las 9:30 de la mañana en la autopista Sur en Bogotá, cerca de la estación de TransMilenio de Venecia, en la localidad de Kennedy. Cuando lo abordó, le indicó al conductor que tomara la avenida Boyacá, no obstante, el hombre hizo caso omiso. Desde ese instante, la víctima no recuerda más, según le contó al diario El Tiempo.

La víctima relató que, previo a tomar el taxi, se encontró con una amiga para entregarle un dinero y que no se demoró, porque su esposo la esperaba. Cuando volvió a tener conciencia, estaba en una habitación de la clínica de Occidente, el sábado 28 de noviembre. En el centro asistencial los doctores le dijeron que le habían suministrado un “tóxico raro y dictaminaron que había sido abusada sexualmente”.

Las autoridades del cuadrante de Policía le informó a la familia que ya se habían reportado tres casos de mujeres que habían padecido la misma situación violenta y que, al parecer, el responsable era el mismo.

“Yo estoy muy mal, pero tengo que denunciar porque le puede pasar a más mujeres”, le dijo la víctima al diario capitalino, y agregó que cree que hay incompetencia con este tipo de casos. “Me tiene destrozada”, concluyó.

El pasado 23 de noviembre, la Fiscalía imputó cargos por delitos de acceso carnal violento, acto sexual violento y acceso carnal con personas en incapacidad de resistir contra Leonardo Guevara Díaz, un profesor universitario.

Al profesor, de 56 años de edad, la Fiscalía lo asoció con 11 casos de víctimas de abuso sexual en estudiantes de diferentes universidades de la capital, entre el 2008 y el 2019. La estrategia del fagotista y tenor lírico para acceder carnalmente de algunas de sus estudiantes era engañarlas, al parecer, ofreciéndoles ayuda para “desbloquear sus chakras” y así, según él, pudieran cantar mejor, según información suministrada por el ente investigador y acusador.

Lo que hacía el presunto victimario era convocar a las estudiantes a su casa para invitarlas a tomar un té, practicar ejercicios relacionados con la meditación y, posteriormente, proponerles quitarse la ropa y vestirse con una bata.

Bata puesta, de acuerdo con la Fiscalía, las hacía seguir a una habitación con ambiente esotérico, con camilla incluida, donde bajo la excusa de realizarles masajes a las jóvenes, les tocaba “desde el cuello hasta sus partes íntimas”.

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