
Las ideas más originales no siempre surgen en el escritorio ni durante largas horas de concentración. De hecho, la ciencia revela que los momentos de mayor creatividad suelen aparecer en situaciones tan cotidianas como una ducha caliente o una caminata tranquila.
Este fenómeno, ampliamente experimentado, pero poco comprendido, ha captado la atención de la neurociencia en los últimos años.
Durante mucho tiempo, la cultura popular ha asociado la creatividad con el esfuerzo intenso y la concentración absoluta.
Sin embargo, expertos como Kalina Christoff, neurocientífica cognitiva de la Universidad de British Columbia, desafían esta creencia. “La gente siempre se sorprende cuando se da cuenta de que tiene ideas interesantes y novedosas en momentos inesperados, porque nuestra narrativa cultural nos dice que deberíamos lograrlo a través del trabajo duro”, afirma Christoff en declaraciones recogidas por National Geographic.
La explicación científica de este fenómeno se encuentra en la DMN, una red que conecta más de una docena de regiones cerebrales y que se activa especialmente durante actividades rutinarias que no requieren atención plena.

Roger Beaty, director del Cognitive Neuroscience of Creativity Lab en Penn State University, explica a National Geographic, que la DMN “es el estado al que el cerebro regresa cuando no estás activamente involucrado en una tarea”.
En contraste, cuando una persona se enfrenta a una tarea exigente, los sistemas de control ejecutivo del cerebro mantienen el pensamiento enfocado y lógico.
El descubrimiento de la DMN se remonta a 2001, cuando Marcus Raichle y su equipo de la Washington University observaron, mediante tomografías por emisión de positrones, que ciertas áreas cerebrales mostraban mayor actividad durante el reposo que durante tareas demandantes.
Caminata y ducha, dos actividades esenciales para encontrar ideas creativas
La experiencia de tener ideas brillantes en la ducha o durante una caminata no es exclusiva de unos pocos. Zachary Irving, profesor de filosofía y ciencias cognitivas en la University of Virginia, ha dedicado su carrera a investigar cómo inducir estados de mente errante creativa. “Describo este tipo de pensamiento como atención no guiada o sin restricciones”, explica Irving a Time.

“Tu cerebro codifica que no necesita que te involucres en los detalles, no requiere tu atención perceptual ni motora, y eso permite que tu mente se mueva de manera aleatoria”.
Irving advierte, en diálogo con Time, que la clave está en el equilibrio: actividades demasiado aburridas pueden llevar a buscar estímulos externos, como revisar el teléfono, lo que interrumpe el flujo creativo.
John Kounios, profesor de psicología en Drexel University y coautor de The Eureka Factor: Aha Moments, Creative Insight, and the Brain, señala a National Geographic, que la ducha ofrece un entorno ideal para la creatividad.
“Hay restricción sensorial, ruido blanco y realmente no puedes ver mucho”, describe Kounios en Time. Además, la temperatura del agua, similar a la del cuerpo, contribuye a una experiencia inmersiva que favorece la desconexión del entorno.
Tipos de mente errante y su impacto en la creatividad
No toda mente errante es igual ni produce los mismos resultados. Los expertos distinguen entre la mente errante espontánea y la deliberada.

La primera ocurre sin intención y es la que más favorece la creatividad, al permitir que ideas y recuerdos se mezclen de manera inesperada. La mente errante deliberada, en cambio, implica cierto control sobre el rumbo de los pensamientos y suele ser menos productiva en términos creativos.
Un estudio publicado por la American Psychological Association analizó la relación entre la generación de ideas y la mente errante durante actividades aburridas frente a actividades moderadamente estimulantes.
Los resultados mostraron que la mente errante conduce a más ideas creativas solo durante actividades moderadamente atractivas, como caminar o ducharse.
Las actividades demasiado aburridas pueden generar más ideas en general, pero estas no necesariamente son más creativas ni están relacionadas con la mente errante.
Schooler y sus colegas también exploraron cuándo surgen las ideas más innovadoras. En un estudio con escritores y físicos profesionales, aproximadamente el 20% de las ideas más significativas aparecieron durante actividades no laborales o mientras pensaban en algo no relacionado con el trabajo creativo.

Además, las ideas surgidas en momentos de mente errante tenían más probabilidades de estar asociadas con la superación de un obstáculo y de ser percibidas como "momentos aha“.
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