Mario Abdo Benítez, presidente electo de Paraguay, gobernará sin el control del Senado

En la elección de los 45 miembros del Senado, el partido Colorado del presidente electo obtuvo 18 bancas, contra 13 del partido Liberal de su rival Efraín Alegre. El oficialismo requería 23 asientos para dominar la Cámara Alta

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Mario Abdo Benítez durante su discurso tras la victoria en las elecciones presidenciales (Reuters)
Mario Abdo Benítez durante su discurso tras la victoria en las elecciones presidenciales (Reuters)

Mario Abdo Benítez, hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, electo el domingo a la presidencia de Paraguay, se verá forzado a buscar alianzas durante su mandato de cinco años luego de que su partido no lograra la mayoría absoluta en el Senado.

En la elección de los 45 miembros del Senado, el partido Colorado de Abdo Benítez obtuvo 18 bancas, contra 13 del partido Liberal de su rival Efraín Alegre. Otras fuerzas obtuvieron las curules restantes, según datos del Tribunal Electoral conocidos el lunes.

El oficialismo requería 23 asientos para dominar el Senado.

"El pueblo votó por la unidad y no por la división. Me comprometo a ser factor de unión del Paraguay", dijo conciliador Abdo Benítez en su primer discurso después de ser proclamado presidente electo.

La elección de "Marito", como se lo conoce popularmente fue saludada por el departamento de Estado de Estados Unidos, que destacó "el compromiso de Paraguay con los valores democráticos".

El presidente argentino, Mauricio Macri, también se congratuló por la elección al igual que el jefe de Estado brasileño, Michel Temer. Paraguay comparte dos grandes represas hidroeléctricas con Argentina y Brasil sobre el caudaloso río Paraná limítrofe.

El presidente electo ganó por 3,7 puntos de distancia sobre Alegre, un estrecho resultado muy inferior a la proyección de las encuestas, que llegaron a darle hasta 20 puntos de ventaja.

Dominio colorado

En las elecciones, que tuvieron una participación de 61,40% de los 4,2 millones de votantes, se resolvió también la composición del nuevo Congreso y los gobernadores de los 17 departamentos.

Y aunque el partido Colorado ratificó la hegemonía que casi ininterrumpidamente ha mantenido desde hace 70 años, el conteo oficial en el Senado no le favoreció.

"La diferencia con la que ganó Abdo Benítez puede causarle problemas de gobernabilidad. El partido Colorado tiene que replantearse", comentó a la AFP la analista Ati Snead.

Al aceptar su derrota en la presidencial, Alegre lanzó una advertencia. "Creemos que el cambio en Paraguay es irreversible, más temprano que tarde", dijo.

Efrain Alegre (REUTERS/Jorge Adorno)
Efrain Alegre (REUTERS/Jorge Adorno)

Paraguay, que salió de 35 años de dictadura en 1989, ha vivido bajo la hegemonía del partido Colorado desde 1947, con la sola excepción del gobierno del ex obispo y ex presidente izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), quien fue destituido en un juicio político un año antes de completar su mandato.

Deuda social

Abdo Benítez, que debe asumir la presidencia el próximo 15 de agosto, tendrá como uno de sus primeros desafíos el combate a la pobreza.

Paraguay muestra buenos resultados en los índices macroeconómicos, con un crecimiento promedio de 4% anual desde hace más de una década, apoyado fundamentalmente en las exportaciones agrícolas, el auge de la construcción y la creciente industrialización.

Sin embargo, el saliente presidente Horacio Cartes reconoció que deja una "deuda social".

"En Paraguay falta todo por hacer. Tenemos deudas sociales. No se concibe que con toda la riqueza que tenemos y siendo siete millones de habitantes tengamos la pobreza que tenemos", dijo.

(Con información de AFP)

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