
Una confusión al usar la función de visualización única en WhatsApp derivó en una conversación insólita entre madre e hija que se volvió viral en redes sociales.
Una situación cotidiana, pero cargada de imprevistos, se convirtió en fenómeno viral, luego de que una usuaria de la red social X (antes Twitter) compartiera una conversación personal que, por su nivel de confusión y espontaneidad, atrapó la atención de miles de personas.
Todo comenzó cuando la joven, identificada con el nombre @minhyuk_62, intentó enviarle dos fotos privadas a su pareja, Tobi, a través de WhatsApp. Para proteger la privacidad de las imágenes, eligió la opción “ver una sola vez”, una función que permite visualizar archivos una única vez antes de que se eliminen automáticamente. Sin embargo, un error al seleccionar el destinatario alteró por completo el curso del mensaje.
En lugar de llegar a su novio, las imágenes terminaron en el chat de su madre. La joven, al percatarse del error, reaccionó de inmediato, aunque la primera respuesta que recibió del otro lado fue, según la captura que luego publicó en X: “¿Qué es eso? Ja”.

Ante la incomodidad del momento, intentó aclarar la situación con una frase tan directa como reveladora: “Eran para Tobi…”, acompañada de un sticker, probablemente con la intención de alivianar la tensión y restarle dramatismo al episodio.
Lejos de permanecer en el ámbito privado, la joven decidió compartir la captura de pantalla del intercambio en su perfil de X, donde la publicación se viralizó con rapidez. En cuestión de horas, el posteo superó los 18 mil “Me Gusta” y alcanzó cerca de 255 retuits. La interacción con el contenido no tardó en expandirse, generando una variedad de comentarios que oscilaban entre el humor, la empatía y la sorpresa.
Entre las respuestas más destacadas, se leyeron frases como: “¿Cómo le vas a decir para quién eran?” y “La valentía de decirle causa risa”. Los mensajes reflejaron no solo el impacto del error, sino también una cierta admiración hacia la reacción desenvuelta de la joven y el tono aparentemente distendido de la madre.
También puso sobre la mesa, de manera informal, las dinámicas de comunicación entre madres e hijas, y cómo ciertas situaciones que antes habrían sido consideradas vergonzosas hoy pueden ser tomadas con mayor naturalidad o al menos, compartidas con sentido del humor en redes sociales.
Aunque la identidad completa de la joven no se dio a conocer, el episodio fue suficiente para desatar una ola de interacción digital que, una vez más, evidencia cómo un momento íntimo puede transformarse en un fenómeno público cuando entra al circuito viral de las redes. La publicación sigue acumulando reacciones, y su protagonista parece haber optado por capitalizar el accidente con una buena dosis de ironía.
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