Con sus 49 años bien llevados Leo Mateu brilla hace tiempo “detrás de la cortina”. Él controla, acompaña y organiza todo el detrás de la escena el devenir de marcas y personalidades que buscan posicionarse y "sacar la cabeza entre el montón”. Casi como un cuidador profesionalizado de las celebrities, el PR preferido de los famosos en sus 22 años de profesión nunca se dejó encandilar por las luces del medio.
Su labor parece simple pero no lo es. Y es que se encarga de que nada quede librado al azar. De hecho, esta temporada fue uno de los organizadores de eventos y acontecimientos de envergadura en el mundo de las celebridades. El relacionista público es el CEO fundador de Red Carpet Agency, una agencia de relaciones públicas y comunicación especializada en posicionamiento, que genera acciones de marketing y negocios en un abanico de variantes que no busca límites. En diálogo con Infobae, el empresario habló sobre el mundo de las relaciones públicas, las celebrities y cómo ve el medio hoy que lo vio crecer .
- ¿Quién es Leo Mateu hoy?
-Una persona común que no se mareó nunca con el mundo que lo rodeó siempre y que sigue viviendo la vida pensando en disfrutar.
- ¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
-Me gustan dos cosas. Una es el abanico inmenso de variantes que tenemos desde la agencia para crear y ejecutar lo que se nos ocurra. Y la otra es más personal, que es el simple hecho de hacer sólo lo que me agrada, lo que me representa. Tengo la suerte de poder elegir qué hacer y con quién. No asumo compromisos en donde no me sienta a gusto. En mis comienzos no tomaba mi profesión como un trabajo porque para mí siempre fue un placer. Con el tiempo fundé Red Carpet Agency, y luego de varias intermitencias estamos volviendo a posicionarla bien arriba, con un equipo joven del cual me siento orgulloso.
-Desde tus comienzos como PR hasta hoy, ¿Qué crées que es lo que más cambió en el medio con el correr de los años?
-Hablando puntualmente de la profesión, cuando yo comencé estaban Claudio Lanzetta y Javier Luquez que protagonizaban la escena local tanto como una celebridad. La gente del medio acudía a sus eventos simplemente por relación y afinidad con ellos. Era mucho más informal pero había mucho respeto. Hace bastante tiempo que cambió todo y el mercado se profesionalizó. Se trata además de una tendencia mundial que se agudizó con la irrupción y el crecimiento de las redes sociales y los negocios que se generan alrededor. También existen las mal llamadas celebridades, aquellas que viven de la exposición, más que de su profesión. La cultura cambia y es pendular, volverá a brillar el talento.
- ¿Alguna vez te imaginaste que ibas a triunfar en la comunicación y cultivar una amistad con las mayores celebridades del país?
- Mi éxito personal está en tener cerca a mi familia, a mis amigos, y a la gente que quiero y que me quiere. El resto es superficial. Así fui siempre y no me deslumbra la amistad, ni la aceptación de una celebridad, me importa la persona. En cuanto a lo profesional, si uno es prolijo y tiene la estructura apropiada no tiene por qué haber errores. En mi caso particular, todo pasa por las relaciones personales. La hipocresía y falsedad del medio no van conmigo, sólo me manejo con relaciones genuinas. Tengo varios amigos considerados celebridades, a los que les doy el mismo valor que al resto de mis amigos y creo que eso se valora mucho más.
-¿Qué te motivó a volver al ruedo de las Relaciones Públicas?
-Nunca me fui del todo, siempre dejé un pie dentro. La verdad es que me divierte mucho lo que hago y de forma natural, pero tengo un tema con mi parte emocional, no la puedo dejar de lado. Siento que todo pasa por la emoción, en mis trabajos, en mis relaciones, como en la vida.
En un momento debo admitir que me hizo mal la hipocresía que me rodeaba y sentí que me tenía que alejar. Vengo de una familia muy humana y con una consciencia social muy elevada, muy diferente al mundo frívolo del cual era parte. Así que me apoyé en mis amigos, con quienes viví momentos inolvidables de mi vida, alegrías y tristezas. Aprendí de la muerte injusta y dolorosa de Fede Ribero, quien me ayudó mucho. Todas fueron experiencias que me fortalecieron emocionalmente. Con el tiempo, aprendí a elegir...
- ¿Cómo te llevás con el manejo del ego en tu trabajo ?
-Por un tiempo quise dejar de ser protagonista y me corrí a un costado. Cedí mucho terreno, pero las propuestas llegan solas, como si me dijeran “no te vayas, seguí acá”, entonces me abrieron el camino una vez más. Por eso a la agencia hoy le brindamos toda la experiencia, profesionalismo y ese condimento único que tiene el valor de las relaciones personales genuinas, eso no tiene precio.
- Tuviste una gran movida en Punta del Este este verano 2019, ¿cómo ves el balance de estos meses pese a la crisis económica que existe en la Argentina?
-La verdad que sí. Tuvimos una gran variedad de opciones desde la Punta hasta José Ignacio. Es la tercera temporada que nuestra principal gestión está centrada en Enjoy Punta del Este, que es el histórico motor natural de la ciudad. Allí encontramos un equipo de trabajo maravilloso que nos brinda todo el apoyo con una gran dedicación y humildad.
Con respecto a la crisis económica, Punta del Este no es parámetro real de lo que se vive en nuestro país. No sólo viene gente de un nivel adquisitivo alto, también se nutre del turismo de la región y europeo en menor proporción. Pero sí se vivió una temporada más austera, mucho más corta, con menos gente y que sólo se extenderá los fines de semana. Si bien se siente la crisis, igualmente considero que la temporada fue mejor de lo que se esperaba, más aún si consideramos que la temporada anterior fue récord en cantidad de visitantes.
En cuanto a la situación de nuestro país, debemos sincerarnos, poder criticar y reclamar sin prejuicios. El país se debe gobernar pensando en todos. Tenemos todo para vivir mejor y lo podemos lograr, tenemos que salir adelante. Pero entiendo que Argentina se debe refundar, algo muy difícil de lograr.
- En un ambiente muchas veces efímero y superficial, ¿se puede tener amigos?
-Hay un concepto equivocado sobre que la persona que ejerce la función de PR: que debe estar sonriente todo el día, llevarse bien con todos y estar siempre a disposición. Es algo imposible de llevar a cabo. Lo que sí trato es de ser amable con todos.
En mi caso particular, me relaciono cada vez con un grupo más reducido de gente. Sólo tengo tres amigos reales del corazón, y tengo a mi otro gran grupo de amigos con los que comparto la vida, los acepto y los quiero, es un grupo que me hace bien y me fortalece día a día. Y no necesito más que los amigos que tengo.
- ¿Cuál es tu secreto o diferencial a la hora de encarar tu trabajo de relacionar personas ?
- Justamente las relaciones humanas. Lo son todo, para eso vivimos, para relacionarnos y generar vínculos. Siempre insisto con el valor de las relaciones personales, en el mano a mano, en compartir la experiencia juntos. Nada como eso. Intentar generar vínculos con el otro ayuda a reencontrase a uno mismo. En esta vorágine que vivimos hoy, al margen de la justicia, solo las relaciones humanas, el amor y la comprensión pueden hacer grandes cosas. Nos ayudarán a ser mejores, a sanar un enfermo, a sacar un pobre de la calle, a sellar la paz, a salvar al mundo...¿qué más se puede pedir?
Fotos: Martín Gutiérrez
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