Luego de la primera gala de eliminación, en la que el actor Nacho Sureda tuvo que abandonar el certamen, comenzó la segunda semana de Masterchef Celebrity con una prueba en parejas. Como portadora de la medalla dorada por su celebrado cerdo con brócoli, Vicky Xipolitakis fue la encargada de armar las duplas. Como compañera, eligió a la influencer Belu Lucius y, como si fuera un pan y queso, fue armando el resto de los equipos a su antojo. A Sofía Pachano la juntó con El Polaco, al Turco García con Leticia Siciliani y a Iliana Calabró le tocó Roberto Moldavsky.
Cada vez más suelto en la competencia, el “Turco” García fue uno de los protagonistas del programa y junto a Siciliani formaron la pareja más divertida de la previa. La dinámica consistía en una especie de pictionary, en el que el ex futbolista de Racing y Huracán debía dibujar los ingredientes del plato y la actriz adivinarlos e ir a buscarlos al mercado. “Para todo hace un chinito”, se reía Leticia en referencia a cómo el Turco graficaba la soja y al arroz. Un poco más seria, se quejaba de los constantes pedidos de auxilio del Turco, aunque sin perder la buena onda “lo quiero ayudar, pero no para un segundo”, reconocía la actriz, que también sufría los problemas de elaboración de su propio plato.
A la hora de cocinar, y a diferencia de programas anteriores, a García se lo vio tranquilo y confiado durante la preparación de su plato, un wok de cerdo marinado con verdeo, ajo y jengibre, acompañado con arroz integral. Con esa actitud caminó hacia el jurado cuando lo convocó el conductor, Santiago del Moro. Fue el primero en rendir examen, y hacia allí fue, cantando y riendo, sabiendo que llevaba en sus manos un plato que lo iba a dejar bien parado. ¿El jurado opinaría lo mismo?
“Creo que me salió espectacular”, reconoció el Turco durante las presentaciones de rigor y ante la atenta mirada del jurado. “¿Cómo estuvo el equipo hoy?", preguntó Germán Martitegui, iniciando un ida y vuelta lleno de guiños futboleros. “El equipo fue al frente, con mucha dinámica, fue a buscar al rival arriba, pero ustedes son más difíciles que cuando me marcaba el Negro Enrique”, respondió García, como en sus tiempos de jugador. “No sé quién es”, contestó entre risas el chef. “¿Cómo no sabés? Tenés menos fútbol que la revista Gente”, remató el futbolista.
Cuando Martitegui finalmente probó el plato, una mueca de sonrisa empezó a dibujarse en su rostro. “Te gustó, eh”, intentó adivinar García. “Me gustó”, confirmó el chef. “¿Los cortes los hiciste vos?”, intervino Damián Betular, otro de los jurados. “¿Y quién los va a hacer, si no? ¿Están muy buenos para que los haga yo?”, replicó el participante, más sorprendido que desafiante. Otra vez el lenguaje gestual del jurado, tan importante como cualquier devolución verbal, le marcaba que iba por buen camino. Faltaba la palabra del tercer chef, Donato De Santis, que elogió hasta el tostado de las semillas de sésamo.
“¿Lo hiciste vos seguro? Eras otro Turco” insistió un incrédulo Martitegui antes de elogiar el marinado del cerdo y el punto del arroz. Para elegir su devolución, Betular volvió a prescindir de las palabras e improvisó un ángulo recto con sus manos, simulando un arco de fútbol, mientras De Santis colocaba un plato lo más cerca posible del ángulo. "¿Qué es esto?”, preguntó Damián. El Turco dudó un segundo y remató “Una pelota al ángulo”. “Eso es tu plato”, sentenció el chef, mientras el grito de gol se apoderó del estudio.
“Turquito, ¿estás contento?” intervino Del Moro. “Feliz”, corrigió García. “Los tres más grandes, Maradona, Messi, Pelé que me digan eso...", comparó, respectivamente, a De Santis, Betular y Martitegui. La alegría fue completa, porque junto a su compañera subieron al balcón y se aseguraron una nueva semana en el certamen. Como en tantas otras tardes de gloria sobre el verde césped, fue clave para el triunfo de su equipo, ya que Leticia había tenido algunos problemas con su pollo deshuesado con papas noisette. "Hacía mucho tiempo que no metía un gol así”, cerró el Turco durante el backstage, emocionado y satisfecho con el deber cumplido.
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