La reconocida cocinera Madame Papín continúa internada en terapia intensiva tras el grave accidente automovilístico que sufrió el sábado al mediodía en la Ciudad de Buenos Aires. Según informó su hija mayor, Lucía Marinaro, durante el mediodía de este domingo a Teleshow, “sigue en terapia, está mejorando. Hoy nos habló muy poquito”.
Según la hija, los médicos del CEMIC, donde permanece internada, señalaron que su estado general evoluciona favorablemente, aunque no se encuentra aún fuera de peligro. De acuerdo a lo que detalló su familia, el catéter que mide su presión cerebral continuará colocado durante veinticuatro horas más para un control riguroso de su evolución. “El neurocirujano nos dijo que está mejorando, pero que el catéter lo van a mantener 24 horas más”, agregó Marinaro, quien agradeció el acompañamiento: “Gracias a todos por estar, sentimos el amor y la compañía. Contamos con ustedes”.
El accidente ocurrió cuando Mónica Borda, nombre real de Madame Papín, intentaba cruzar la Avenida del Libertador a la altura de Núñez para realizar unas compras mientras trabajaba en el Estadio Obras, donde se encontraba preparando un catering para un evento. Un automóvil conducido por un joven de dieciocho años la embistió de manera accidental. El conductor declaró ante la policía que giró hacia la Avenida del Libertador y no logró evitar el impacto. De inmediato, personal de la Comisaría Vecinal 13 B acudió al lugar y constató la presencia de la mujer en el suelo, próxima a un vehículo gris, con visibles signos de dolor. El SAME trasladó a la damnificada al Hospital Pirovano, donde ingresó inicialmente en estado de riesgo de vida, aunque luego los médicos lograron estabilizarla. Posteriormente, fue derivada al CEMIC para continuar con un tratamiento de mayor complejidad.
El joven conductor fue sometido a un test de alcoholemia, que arrojó resultado negativo. Por orden del juzgado interviniente se realizaron pericias viales, se secuestró el vehículo y se iniciaron actuaciones por lesiones culposas. Mientras tanto, la familia de la cocinera permanece expectante ante cada reporte médico, en un clima de prudente esperanza.
La secuencia médica inicial resultó intensa. Tras el impacto, Madame Papín ingresó consciente al hospital, pero sufrió una convulsión, por lo que los profesionales decidieron intubarla de manera preventiva. Esta circunstancia derivó en su traslado urgente a una sala de terapia intensiva, donde actualmente permanece bajo estricta observación. “Sus valores están dando bien”, sintetizó su hija Lucía, quien remarcó que hasta el momento no fue necesario recurrir a una intervención quirúrgica. “Por ahora no es necesario operarla, tenemos que esperar para ver cómo sigue”, expresó la joven en diálogo con este medio.
En paralelo al estado de salud y al acompañamiento familiar, surgieron numerosas muestras de afecto hacia la cocinera, tanto de sus seguidores como de sus colegas en el ámbito gastronómico y televisivo. Con una trayectoria que cruzó el diseño gráfico y la cocina, Mónica Borda encontró su pasión culinaria mientras criaba a sus hijos. Fue pionera en la incorporación del papín andino a la gastronomía cotidiana de Buenos Aires, una innovación que le valió el nombre artístico de Madame Papín y que definió gran parte de su carrera.
Su figura alcanzó popularidad a través del programa Cocineros argentinos de la Televisión Pública, espacio en el que trabajó durante ocho años junto a figuras como Juan Ferrara, Ximena Sáenz, Juan Braceli y Guillermo Calabrese. Al despedirse del ciclo, escribió en sus redes: “Cuántas recetas, cuántas historias, cuánta calle caminada, cuántas alegrías y golpes horribles compartidos”. Luego de esa etapa, continuó en la pantalla estatal en el magazine Cocinate junto a Ronnie Arias, proyecto que finalizó hace algunas semanas.
Además de su presencia televisiva, Madame Papín desarrolló una intensa actividad de catering en eventos, combinando su pasión por la cocina con su amor por la música y la cultura punk. En su última publicación en redes sociales, celebró su participación en el Rock en Baradero, festival donde cocinó para artistas y equipos de producción. “Este fue el cuarto año que cocino el Rock en Baradero y el segundo que nos hacemos un rato para disfrutar con los íntimos de un mediodía de pasta con pesto”, compartió en una foto donde se la veía sosteniendo tallarines con su credencial colgando al pecho.
Fanática de la música alemana y de la filosofía punk, Madame Papín incluso tuvo la oportunidad de cocinar para Die Toten Hosen, uno de sus grupos favoritos, fortaleciendo así un vínculo entre gastronomía y cultura que definió su estilo singular y comprometido.
Con información de Andrea Taboada
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