A 20 años del crimen de “La Clotta” Lanzetta: qué pasó con sus asesinos y el caso que marcó el fin de una época

Juzgado y adorado a la vez, el relacionista público y cantante pop encarnó el estilo explosivo de una época de modelos y famosos en la noche. El 29 de octubre de 2001, con una Argentina casi en llamas, tres jóvenes de Tigre lo mataron para robarle en un supuesto encuentro sexual

Compartir
Compartir articulo
Sepia: Lanzetta en Punta del Este meses antes de su muerte, en foto de su archivo familiar
Sepia: Lanzetta en Punta del Este meses antes de su muerte, en foto de su archivo familiar

Matar a “La Clotta” Lanzetta fue matar a una época entera. También fue matar a un estilo. Siempre que se recuerda su asesinato, cometido el 29 de octubre de 2001, se recuerda al país que se destruía rápidamente a su alrededor. Dos meses después llegarían los más de 30 muertos en las revueltas de diciembre y el helicóptero de Fernando de la Rúa en el aire sobre la Casa Rosada. Y se piensa cómo todo lo que Lanzetta fue no tendría lugar en la nueva Argentina de pilas de cubiertas de caucho incendiadas y clubes del trueque para paliar el hambre, un tiempo donde el corazón argentino fue roto casi de manera irrevocable. Es cierto, no lo hubiese tenido de ninguna forma, pero el espejo retrovisor de la memoria puede ser un poco traicionero, particularmente con alguien como él.

Claudio Oscar Lanzetta, nacido en 1961, era el hijo de un administrativo de un hospital público y un ama de casa de Almagro, quien nunca le había ocultado su sexualidad a su familia y que triunfó en construir una gran fantasía de sí mismo. Era el relacionista público de la discoteca Buenos Aires News, entre tantas otras. Las fotos en secciones de sociales de revistas, rodeado de las modelos de su época en el sector VIP que se convertían en su principal pieza de utilería, en fiestas de una estética totalmente 90s, hicieron su imagen, con pantalones de cuero ajustados y su boca un poco torcida de pato, el duckface de Instagram antes de que existiera Instagram.

“La primera vez que lo vi yo tenía 17 años, en La City presentaban el video de En La Ciudad de La Furia de Soda Stereo”, escribió Juan Castro años después del crimen: “Qué impresión. Platinado, enorme, de casi dos metros, vestido de negro, glamoroso, caballero, mujer, un auténtico putodonte”.

Pero Clotta trascendió a la noche. También llegó a la radio, a la Energy 101 y a sus festivales y eventos, en el punto cero del salto a la masividad de la música electrónica en el país, llegó a la televisión como presentador en Much Dance o a su propio programa en América con Alacrán y Daniela Cardone, Viva La Fiesta. Tenía sus fans y los tiene hasta hoy, quienes amaban su desenfado y su efervescencia, la energía Clotta. “Mi amor, ¡no entendés nada!” era su frase célebre.

Video: su versión de "Das Model" de Kraftwerk con Solange Cubillo, Dolores Moreno e Isabel Macedo.

Tuvo su disco, un CD editado en 1998, el más autorreferencial de la historia de la música moderna argentina, hoy convertido un objeto de colección que cuesta 6500 pesos en Mercado Libre. “Fashion X Clotta” se llamó, con la producción artística de Tuti Gianakis, el hombre detrás de la revista D-Mode y el sello Oíd Mortales, generador de los mayores hits dance de los 90s como “Viciosa” de Valeria Vix. Las fotos del estudio Rocca Cherniavksy eran Clotta puro, Lanzetta envuelto en sus modelos, Marina Cini, Dolores Moreno, Lorena Ceriscioli, apenas vestidas con un poco de lencería vinílica y antifaces sado, Claudio con su tintura rubia y ojos de lince.

Tal vez no era un triunfo musical. Tenía temas propios, compuestos para el disco y versiones que se recuerdan hasta hoy como “Eléctrica Salsa”, un giro propio de un clásico clubber de la época al que Clotta le imprimió su frase célebre y sus inflexiones, algunos covers. Una versión de “Das Model” de Kraftwerk a la que hizo enteramente suya llevó el disco a la historia. El video del tema era todo, mucho mejor que la canción. Hay una escena en particular. Clotta en el asiento trasero de una limo con Solange Cubillo, Dolores Moreno otra vez. Está Isabel Macedo, que mira sugestiva hacia la nada mientras repite el estribillo.

El repudio a los 90s como estética identitaria anuló cualquier chance de un legado cultural de Clotta. El progresismo cambió el culto al lujo en las revistas por el culto al privilegio que disfrutan sus dirigentes. Pero quienes comentan en sus viejos videos hoy disponibles en YouTube coinciden en el deseo de bailar y salir a divertirse sin cuestionamientos en vez de llamarlo un menemista grasa que curiosamente nunca habló de política. Clotta era pop. Y lo pop jamás puede ser grasa.

Después, su asesinato oscureció todo aún más.

Clotta con Alacrán y Daniela Cardone en la gráfica de su programa Viva La Noche.
Clotta con Alacrán y Daniela Cardone en la gráfica de su programa Viva La Noche.

El expediente número 92297/2001, bajo el rótulo de robo a mano armada calificado por homicidio, investigado por la jueza de instrucción Silvia Ramond, llegó a una condena en el Tribunal Oral N°4 en marzo de 2003. Marcos Germán Araujo, acusado de dispararle a Clotta en su departamento de la calle Juancal y darle muerte, recibió 15 años y cinco meses de prisión con la unificación de una condena previa en suspenso, a Matías Ezequiel Elorza a 13 años y a Esteban Suárez a 10, penas considerablemente menores que las pedidas por la fiscal del proceso, Cecilia Pombo, que había requerido 22 años de prisión para el principal imputado. Gastón Rojas, el cuarto imputado por el hecho, que había delatado a Araujo como el tirador en su indagatoria, fue absuelto.

Se conocían todos de Tigre, donde tenían sus domicilios. Ninguno tenían más de 21 años, Clotta tenía 40 al momento de su muerte. Elorza, particularmente alto, había sido arquero en el club Tigre. Tenía según registros de la Cámara Criminal una causa del año 2000 por robo a mano armada, la víctima había sido una mujer porteña. Araujo también tenía una causa previa. No tardaron en caer. Fueron encontrados y los allanaron tres días después del crimen. El arma con la que mataron al relacionista y cantante fue hallada en un arroyo de la zona de Tigre.

A Lanzetta lo mataron para robarle, en el marco de lo que, se supuso, un encuentro sexual pago tras encontrarse en el restaurant “El Portugués” de Las Cañitas. Luego, fueron al departamento de la calle Juncal al 3900: el mozo que los atendió los oyó planear para irse. La confirmación del procesamiento con prisión preventiva de los acusados con un fuerte embargo de 70 mil pesos de aquel entonces, una decisión de la Sala de Feria de la Cámara del Crimen firmada el 18 de enero que Infobae analiza 19 años después tras hallarla en registros judiciales, aseguró que Araujo, Rojas, Elorza y Rojas antes de ser absuelto entraron al departamento “mediante engaño” con la neta intención de robarle bajo amenazas, “el cual solapadamente fue disimulado por el de mantener relaciones sexuales con la víctima”, asegura el documento. El sexo era lo de menos. Elorza y Suárez fueron supuestamente los primeros en la cita, quienes cenaron con Clotta. Araujo y Rojas llegaron después tras ser alertados con un arma de fuego.

Intentaron quitarle efectivo, así como la clave de su tarjeta. Guga Pereyra, también relacionista público, estaba allí. Le robaron también, un reloj Bulgari y su billetera, entre otras pertenencias. Ataron a ambos mientras le exhibían el arma a Lanzetta, que, según testimonios, se disparó por error. La Justicia creyó lo contrario: lo mataron con saña. Al final, Guga logró zafarse de sus ataduras con el cadáver de Clotta en el living. Fue el testigo principal en el expediente. La confirmación del procesamiento revela cómo su declaración combinó con el resto del expediente para darle sustento a la acusación. Una vecina vio huir a cuatro delincuentes que abordaron dos autos distintos. En su fuga, abandonaron dentro del departamento un bolso que habían preparado.

La reacción conservadora para con el crimen fue evidente, tratado como un hecho de “la noche gay”. No hubo perspectiva o empatía en 2001. Eso también manchó la memoria.

Radio: Clotta en la Energy 101.1, su salto a la masividad.
Radio: Clotta en la Energy 101.1, su salto a la masividad.

Clotta todavía vive en Tribunales, en cierta forma. El 14 de junio de este año, con los 20 años de su muerte a pocos meses, uno de los empresarios que se había vinculado a Lanzetta en los años 90 se presentó con abogados en la Justicia civil para una jugada llamativa: pidió desarchivar y digitalizar la sucesión de Clotta, un caso que llegó al Juzgado Civil N°51. Los padres de Clotta -su padre falleció en 2015, su madre, de 83, vive aún- figuran como demandados en el sistema con un abogado que los representa.

La sucesión -que había incluido una declaración de herederos y un remate- había sido supuestamente saldada en 2005, de acuerdo a documentos judiciales, pero el pedido de desarchivo del empresario comenzó en 2017, con refuerzos en junio de este año. El expediente, efectivamente, fue encontrado. No es la única causa civil que habla de su patrimonio. Un departamento de Clotta en la calle Cabrera valuado en más de 2,5 millones de pesos fue mencionado octubre de en 2019.

Hoy, con el paso del tiempo, los asesinos de Clotta están libres, con sus condenas cumplidas.

Icónico: Clotta en una de sus imágenes más famosas junto a Naomi Campbell y Valeria Mazza.
Icónico: Clotta en una de sus imágenes más famosas junto a Naomi Campbell y Valeria Mazza.

Todos estuvieron encerrados en penales federales, donde trabajaron por el modesto sueldo tumbero, un trabajo en blanco al fin, con un pago del SPF. Dejaron sus celdas en algún punto de la década pasada para volver al barrio. Siguen en la zona de Tigre, donde se conocieron. Araujo desapareció del radar, sin empleos registrados, nuevas condenas, o un paso por el sistema penitenciario, perfiles en redes sociales. Nada.

Elorza hoy tiene 42 años. Fue padre de acuerdo a registros, mantiene domicilio en la zona, consiguió trabajo poco después de salir preso, pasó por una serie de empleos. No volvió a una celda, o a nuevas condenas. Tampoco respondió los mensajes de este medio para hablar en esta nota. Solo Esteban Suárez volvió a caer: fue condenado por violencia de género, lesiones agravadas y amenazas, tras ser denunciado en diciembre de 2019 por su ex pareja luego de que la tomara del cuello en la estación de servicio de Escobar donde trabajaba y asegurarle que le cortaría la cara con un cuchillo si no volvía con él.

“Estuve ahí”, reconoció Suárez en su indagatoria tras presentarse al saber las acusaciones en su contra. “Discutimos, lloramos, nos abrazamos... No la agredí, no hice nada”, afirmó: “Está todo filmado. Les digo de corazón, soy inocente”. La declaración de la ex pareja fue particularmente incriminadora. La hermana de la víctima también fue testigo y relató un cuadro de violencia, según consta en el expediente de la UFI de Violencia de Género de Tigre, un caso investigado por el fiscal Diego Callegari. El caso fue elevado a juicio y Suárez volvió a prisión, con celdas en la alcaldía de Campana y la Unidad N°46 de San Martín. Estuvo un año preso: salió en junio de este año.

Flashback: Lanzetta a fines de los 90 con Daniela Urzi.
Flashback: Lanzetta a fines de los 90 con Daniela Urzi.

No hubo muchos recuerdos a lo largo del tiempo. Clotta se disolvió un poco en las décadas como un personaje divertido de un país que ya no existe. Su sobrina Micaela, la hija de su hermana Alicia, lo mantiene como puede. “Tenía 9 años cuando lo mataron. Yo lo conocí viendo los videos”, dice. Desde 2014 que se encarga de gestionar un santuario online en Facebook para evocarlo con fotos inéditas, recortes de prensa y comentarios: “Era un tío presente, carismático, enojón, muy buen hijo, buen hermano. Mi abuela siempre lo recuerda, mi mamá sueña con él”.

Micaela sabe del juicio conservador a la figura de su tío, pero la figura de Clotta era otra, de libertad. “Siempre la gente va a juzgar esas cosas, pero al tío jamás le importó. Era como se mostraba, él era lo que era, fue lo que fue. Nunca tuvo problema, la familia tampoco. A esas modelos las amaba, se desvivía por ellas. Lo aceptamos y lo quisimos tal cual era, nunca le dimos la espalda, él era él”, afirma.

Sabe que los asesinos están libres, que “cumplieron su condena”, sin embargo, no cree “que se haya hecho justicia, las penas podrían haber sido mucho mayores”. Hoy, los Lanzetta lo evocarán a 20 años del crimen, “nada super simbólico”, dice Micaela.

fotos: Facebook Clotta Lanzetta

SEGUIR LEYENDO: