Se complica la situación del policía que mató a un chico de 14 años: sólo encontraron sus balas en el lugar

Las versiones policiales hablaron de un "fuego cruzado" en el incidente de anoche en San Martín pero las pruebas hasta ahora lo contradicen. Las pericias que faltan y el testimonio de las familias de los sobrevivientes en el hospital Castex

Compartir
Compartir articulo
Hugo POS, miembro del GAD de San Martín, el acusado de matar a un menor anoche.
Hugo POS, miembro del GAD de San Martín, el acusado de matar a un menor anoche.

El fiscal de menores Marcelo Brocca tiene tres opciones de acuerdo a la ley para el subteniente Hugo Daniel Pos, miembro del Grupo de Apoyo Departamental de la Policía Bonaerense en San Martín, el acusado de matar a Rodrigo C., un chico de 14 años de un tiro en la nuca y enviar a otros dos menores al hospital Castex con heridas de bala.

Pos aseguró que los tres jóvenes intentaron robarle el auto junto a dos cómplices que hoy están prófugos. Brocca podrá asegurar ante los jueces del caso -uno de garantías y uno de menores- que el subteniente ejerció su legítima defensa al disparar y matar. También, que hizo un uso excesivo de la fuerza al defenderse. La tercera opción es la peor de todas: Brocca, si es que las pruebas lo determinan, podrá imputar al policía como un asesino sin ninguna legítima defensa, un homicidio simple.

Las pericias y los testimonios de los sobrevivientes serán claves para determinar qué ocurrió, así como la autopsia que se le practicó este mediodía al cadáver de Rodrigo en la Morgue Judicial de Lomas de Zamora. Los análisis balísticos fueron encargados a Gendarmería Nacional.

El arma Bersa reglamentaria con la que el subteniente disparó y que le fue quitada por el Ministerio de Seguridad -que lo separó provisoriamente de la fuerza con una carpeta en la división Asuntos Internos bajo la calificación, precisamente de "uso excesivo de fuerza"– es uno de los elementos a analizar, así como los orificios de entradas y salidas de balas en los cuerpos y las vainas recuperadas en el lugar del hecho. Lo cierto es que a Pos, hasta el momento, las pruebas disponibles no lo favorecen.

Las versiones policiales en un primer momento hablaron de un "fuego cruzado", de un enfrentamiento a balazos en plena noche en el Conurbano. Los resultados de las pericias de Gendarmería, que todavía no están disponibles, darán una idea acabada al fiscal Brocca. Por lo pronto, altas fuentes en la Procuración bonaerense vinculadas al expediente aseguraron a Infobae que no solo la única arma encontrada hasta el momento es la Bersa del subteniente sino que los casquillos recogidos en la escena, a simple vista, corresponden únicamente a las balas disparadas por el policía. Los disparos, por otra parte, "no habrían sido hechos a corta distancia", asegura una voz de peso en los tribunales de San Martín.

Pos, que continúa aprehendido, será indagado mañana. Su ex pareja, que estaba junto a él en el momento del supuesto intento de robo, es hasta el momento la única testigo. Su declaración, hecha esta mañana, consta en el expediente.

Una versión policial indicaba que los cinco jóvenes intentaron robarle el auto a Pos y que sacó su arma y se identificó para amedrentarlos. Los jóvenes se habrían retirado de inmediato. La ex pareja de Pos le habría dicho al policía, aparentemente, que uno de ellos le apuntaba para dispararle. "Eso no es lo que tenemos nosotros. La mujer no lo contó así", lanza un investigador judicial. Sin embargo, los contenidos de la declaración la ex del subteniente son guardados con sumo recelo.

Pos, vestido y equipado para un operativo.
Pos, vestido y equipado para un operativo.

Los dos jóvenes sobrevivientes están en condiciones de declarar: sus testimonios serían tomados entre hoy y mañana. Infobae los encontró este mediodía en un box de la guardia del hospital Castex, detrás de una manta usada como cortina, con un policía de guardia sentado allí. Sergio Avellaneda, obrero de construcción, es el padre de uno de ellos y tío de otro. Ambos viven en la villa 18 de Septiembre, un territorio azotado por el narcotráfico. Dice no conocerlo al subteniente Pos, ni él ni su hijo ni su sobrino.

"Mi hijo tiene dos tiros. Uno le atravesó el pie derecho, otro lo tiene todavía alojado entre las costillas. Está estable, por suerte, fuera de peligro", se lamenta: "¿Sabés por qué nos hacen esto? Porque somos de una villa. Salen y dicen que nuestros hijos son delincuentes. A Rodrigo, el chico que mataron, yo lo conocía, venía a casa con mi hijo y se cortaban el pelo".

Varios familiares más esperaban en la sala de guardia, algunos del otro menor aprehendido. Una mujer ahí dice ser la directora del secundario al que asistían los tres chicos. "Todos muy buenos alumnos", asegura

Avellaneda, asegura, habló con su hijo: "Me contó que salieron ayer a la noche, como cualquiera y que el policía, del que no teníamos idea, se espantó al verlos. Supuestamente ya le habían robado en el barrio y por eso tiró. ¿Con qué consciencia va y mata? Al tipo no le importó que Rodrigo sea menor. La bala que lo mató le entró en la nuca. Ahora el policía tiene tres móviles que le custodian la casa. A nuestros hijos los venden como criminales, pero ninguno tiene antecedentes, ninguno tiene prontuario".