Un tiempo de “extrema vagancia” y la bebida como puente: la obra más inspirada de Andy Chango en honor de Boris Vian

El multifacético rockero argentino grabó en Madrid la obra que reúne canciones del genial francés que murió antes de los 40 años, pero dejó una huella profunda en la cultura de masas. La historia de esa creación en las palabras de su autor

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Andy Chango
Andy Chango

Hay tres elementos que me unen a ese adorable esbirro del demonio que responde al nombre de Andy Chango: cantidad de amigos en común, nuestro profundo amor a las melodías jamaiquinas preferentemente pre Bob Marley y una profunda devoción hacia la figura de Boris Vian, el bromista universal, ingeniero, músico, novelista, traductor y periodista. Boris Vian no llegó a los 40 años pero su aporte a la cultura de masas universal es tan contundente como la de cualquier mítico personaje griego. O romano.

Tal vez uno de los mejores discos del rock en español sea justamente Boris Vian de Andy Chango.

Una obra maestra en la que Andy junto a otras celebridades del estilo agarraron un puñado de las mas significativas canciones de Vian traduciéndolas con esmerado rigor conceptual, algo que los oídos de refinado entrenamiento agradecen sobremanera. Es decir, no hay literalidad en los traslados pero si un profundo conocimiento del génesis de esas músicas, algo que dice mucho mas de ese disco que aquello que cualquier “crítico o periodista” musical haya opinado en su momento.

Andy Chango y Javier Krahe - Viva el progreso

Vale aclarar que “Boris Vian” se grabó en España, donde Andy vivió unos años a principios de siglo.

Hay tres hombres de inmensa intelectualidad involucrados en la historia, la leyenda y la realización de esta placa. Boris, Andy y la tercera pata básica del proyecto nada menos que Javier Krahe.

De los primeros se tiene data precisa, de Krahe no, algo que habla pésimo de nosotros que prestamos atención a demasiados fraudes peninsulares dejando para después figuras esenciales como Javier Krahe.

De este tío nos llegaba, en los 80´s, bastante material de dudosa legalidad a todos los musicalizadores, disc jockeys y productores.

Una especie de concertista de café, lo que acá serían nuestras figuras provenientes del Café Concert, artistas que actuaban para selectos públicos, que hacían de sus shows algo muy exclusivo, lejos de lo inclusivo.

Es decir, no buscaban el mainstream sino la empatía afectiva con los que los seguían noche tras noche de tragos y tugurios.

Andy Chango y Javier Krahe - Donde se habra metido esta mujer

Me contó Andy que Krahe era un lobo solitario en el mercado musical español, en parte ayudado por la brillante carrera diplomática de su esposa Annik, que le permitía esquivar disgustos económicos, algo que usaba para transitar por los márgenes de absolutamente todo. Annik era canadiense, así que vivieron en Canadá en el gran momento de Leonard Cohen, eso fue quizás lo que disparó al cantautor que incipientemente asomaba en Krahe. Socio histórico de Joaquín Sabina en 1980, con un Sabina que apenas asomaba al gran público. Graban en trio con Alberto Pérez también “La Mandrágora”, que era un show de los tres en un boliche de ese nombre, donde hacen canciones propias y de Georges Brassens.

Brassens, junto a Boris Vian, fueron los fundadores de la chanson francesa moderna. Krahe se murió hace unos años, en un disco homenaje con sus obras versionadas a nuevo llamada “Y todo es vanidad” participaron Sabina, Loquillo, Alejandro Sanz, Joan Manuel Serrat, Diego el Cigala, Santiago Segura, Miguel Ríos y Luis Eduardo Aute entre otros a la altura.

Krahe y Chango entonces comienzan a trabajar con las letras del genial (literal) Boris Vian, ambos instalados en Madrid en 2008 se colocan en la atmósfera de Paris en los 50´s.

Boris Vian, inspirador del mejor disco de Andy Chango
Boris Vian, inspirador del mejor disco de Andy Chango

En esa París brilló Vian, atravesado por amistades como André Bretón, Jean Paul Sartre, Albert Camus, quienes lo acercaron al periodismo y al surrealismo, hasta que de noche Boris se iba de caravana por los barcitos del barrio Saint Germain Des Prés donde frecuentaba a Charlie Parker, Miles Davis y Duke Ellington en sus excursiones europeas. Ahi se impregnaba del mas genuino jazz americano. Autor de las novelas “Escupiré sobre vuestra tumba” de 1946, “Que se mueran los feos” además de la autobiográfica “La hierba Roja” del 50 entre otros libros. Un hombre que sufrió demasiadas multas y persecuciones debido a su poco entusiasmo para ser políticamente correcto. Llegó al cenit del bancadero personal con las infidelidades de su esposa Ursula Vian Kubler mientras ganaba la Palma de Oro en Cannes o lo nombraban Sátrapa Trascendente en el colegio de Patafísica francés y caballero de algunas órdenes. Vendió los derechos de su primer novela “Escupiré sobre tu tumba” aunque después se peleó con los de la compañía. Tuvo el buen gusto de morirse de un ataque en la sala donde había ido a escondidas a ver el film.

Y aquí llegamos al bueno de Andy Chango que encaró este proyecto mas movido por el amor y la pasión que por los consejos de los marketineros del disco.

Algo que toda la parroquia no llegará a agradecerle lo suficiente ni viviendo cuatro vidas.

“Boris Vian” es un disco único con canciones verdaderamente hermosas.

Tal vez la mejor manera de acercarse a Boris Vian para quienes no lo escucharon o conocieron su obra lo suficiente. Letras plenas de sarcasmo e ironías, amablemente duras, tal cual escribía Boris.

Hablar de unas o de otras es baladí. No vale la pena diferenciarlas con criterios personales. Aquí están “Viva el progreso!” (La complainte du progres), “Snob” (Je suis snob”), “No quisiera morir” (Je voundrais pas crever) tratadas con el mismo criterioso cariño de Andy Chango, acompañado por el pianista argentino Federico Lechner y una banda que incluye invitados como el trompetista Jerry González, Andres Calamaro, Fito Paéz y Ariel Rot a quienes se nota relajados y divertidos haciendo sus partes, algo que sólo puede lograr Andy Chango.

“Beber” (Je bois) sirve para tomar de ejemplo. Una letra descomunal acompañada de arreglos musicales de refinamiento extremo, una lección de vida diría mi primo el gordo, como el disco entero.

Andy Chango y Javier Krahe - Beber

-” Beber, simplemente beber,

Para olvidar los amantes de mi mujer.

Beber, simplemente beber.

Para olvidar las mierdas que hice ayer.

Beber, no me importa en que bar

Solo con tal de pillar un buen pedal.

Beber, un vinazo vulgar

Bazofia pura que ayuda a respirar.

La vida es una distracción?

La vida es pura diversión?

Yo, quiero saber...

La vida merece vivir?

El amor, vale ser cabrón?

Yo quiero saber lo que no puedes responder,

¡ Asi que a beber !

Le pregunte a Andy Chango porqué a mi me sonaba esa canción mas que otras del disco, me contestó arreglándose el sombrero

-La canción “Beber” (Je bois en francés) fue la más importante porque fue la primera. Cuando empecé el proyecto yo estaba un poco perplejo porque claro, Boris Vian vivió 39 años y había hecho 12 novelas, mas de 300 canciones, era ingeniero, hizo 2 inventos -una era la rueda elástica y del otro no me acuerdo-. Trompetista, fue de gira con grandes músicos. Fue miembro de la Patafísica, un movimiento tremendo mientras era el rey de la noche parisina llevando a Miles Davis y a Charlie Parker ahi a Saint Germain Des Prés donde vivía él. Fue director de la casa Philips de música, traductor de libros que es quizás lo que mas tiempo le llevaba. Después con pseudónimo escribía Novela Negra. “Escupiré sobre vuestra tumba” fue una novela que le trajo muchos problemas aunque partió de una broma con el editor al que Boris Vian le dijo ‘Mirá, ¿te escribo una novela media chota, así, llena de muertos y de sexo al estilo americano? Vendemos seguro’. Porque Boris Vian no vendía muchos libros, entonces con esta broma se convirtió en Best Seller. Paradojas de este mundo. ¿No? Pasa mucho.

Andy Chango y Javier Krahe - Don Andrés Octogenario

Todo eso hizo este personaje con 39 años de vida porque murió muy joven. Yo tenía 38 , en ese momento estaba viviendo un tiempo de extrema vagancia, estaba viviendo con una actriz famosa, no se me conocía ocupación si bien había grabado un par de discos de rock eso es verdad, hice algo de radio mas pequeñas conferencias y también organicé un par de buenas fiestitas, pero evidentemente estaba en las antípodas de Vian.

Pensé entonces cuál era el punto en común más fuerte que puedo tener con él y rápidamente pensé en la bebida, obvio. Sobre todo porque la bebida es un puente entre el tiempo y el espacio. Sabés que cuando se habla de eso se habla de lo mismo. Digamos, es lo mismo un romano en pedo que cualquiera de nosotros en pedo, es lo mismo un romano actual con resaca que un romano antiguo con resaca. El alcohol es universal, el beber es un puente entonces elegí esta canción para empezar mi proyecto...”

-” Beber, simplemente beber

Para olvidar el alquiler.

Beber, simplemente beber

Para olvidar que los veinte no volverán.

Beber, en cualquier ocasión,

Para olvidar mi jeta de mamón.

Beber casi ya sin placer

Para no ver que todo se acabó.”-

Andy Chango hizo Boris Vian en Madrid
Andy Chango hizo Boris Vian en Madrid

Sigue, inagotable, Andy Chango:

-”Hice la letra en colaboración con un poeta español muy reconocido, Luis Antonio de Villena, las primeras dos letras del disco, “Beber” y “Viva el progreso” las hice con él y son mas literales. Luis Antonio de Villena me explicó, porque el habla mejor francés que yo que esta canción estaba más en una especie de slang parisino lo que derivó que en la canción pusimos algunas palabras que no son de mi agrado como Mamón o Jeta pero tenían que ver con la fidelidad en la traducción. Terminadas esas dos canciones ya me pasé a colaborar con Javier Krahe y fue otro tipo de trabajo, la verdad la pasé mucho mejor. Krahe era un tipo más agradable con los que hacíamos versiones más libres donde dejábamos volar más nuestras fantasías preservando el sentido original. Eso fue durante las otras 10 canciones. Cada una en su traslado estas canciones fueron muy cuidadas, tanto en estilo como en los músicos. En ”Beber” tenemos aparte de Fede Lechner en el piano -que es un pianista de jazz increíble- a Fernando Lupano en el contrabajo, el baterista Dani Garcia, Norman Frederic Hogue en el trombón que es un trombonista que tocó con Dizzy Gillespie, y después nos dimos el lujo de que haga el solo de trompeta Jerry González, un saxofonista y gran amigo que murió hace un par de años. En fin. A este disco le tengo un especial cariño por el grupo de gente con el que trabajé en esos años tan hermosos. Caramba, parezco un viejo choto hablando asi. Lo dejamos acá Bob. Mejor para todos...”-

Y asi se fue Chango, como se va siempre, haciéndote saber que nunca se irá del todo.

“Boris Vian” es un disco que hizo que un amigo de los tantos que compartimos me dijera que si Andy hubiese insistido con ese disco y algunos temas de él mismo, estaría asomado al mismo balcón que Moris, Andrés Calamaro y Ariel Rot destinado a esos argentinos que abrieron puertas demasiado importantes a todos los rockers españoles.

Pero el espíritu de Andy Chango es demasiado inquieto como para acomodarlo en un balcón.

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