Tiene 4 años, su madre está sin trabajo y para vivir depende de una leche especial que cuesta 18 mil pesos

Martina sufrió hipoxia perinatal por una mala praxis durante el parto. Llegó a tener 200 convulsiones diarias, y se alimenta a través de un sonda nasogástrica. Su mamá, María (24), no tiene empleo ni obra social. La Fundación Saun inició una campaña solidaria

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María Cantero (24) se enteró que estaba esperando a su primer hija a los 18 años. Ilusionada, compartió la noticia con su pareja, que al conocer que sería padre desapareció, Sin embargo, ella decidió no interrumpir el embarazo. Fueron nueve meses sin problemas ni complicaciones. Todos los estudios prenatales habían dado óptimos.

El 17 de junio de 2015, cursando la semana 39 de gestación, empezó con las señales del trabajo de parto. Estaba expectante con la llegada de su beba: llamaría Martina. Pero no todo salió como lo había planeado, y quedó internada en Hospital Mariano y Luciano de la Vega, en Moreno.

En el nacimiento, lo impensado. Hubo una mala praxis que desencadenó una hipoxia perinatal. A Martina le produjo una lesión cerebral isquémica, y estuvo luchanco diez días por sobrevivir en neonatología.

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La angustia de la mamá, sumada al desconcierto de los profesionales, derivaron en una serie de exámenes médicos para evaluar el daño que se había producido en el desarrollo cerebral. La beba pasó sus primeros tres meses de vida entrando y saliendo de la terapia intensiva. Cuando cuando trataban de llevarla a su casa, convulsionaba sin parar. Finalmente, fue derivada de urgencia al Hospital Garrahan, donde estuvo internada durante cinco meses.

Allí, Martina continuó empeorando. Le encontraron un nuevo síndrome, llamado “Lennox- Gastaut”, una variante de epilepsia infantil de difícil manejo. Llegó a tener 200 convulsiones diarias. En noviembre de 2019, ante las reiteradas complicaciones intestinales, le colocaron un Botón Gástrico, siguiendo luego del alta, su tratamiento con anticonvulsivos y dieta. Por ese motivo hoy toma cinco anticonvulsivos y solo se alimenta a base de una dieta cetogénica (una restricción de alimentos ricos en glúcidos) que incorpora a través de un sonda nasogástrica.

Por su grave condición solo puede ingerir una leche específica llamada Ketocal. Una lata cuesta alrededor de 18.000 pesos y le dura apenas dos días. Necesita unas 18 mensuales. Además, por indicación médica, debe seguir un tratamiento específico que cuesta 6.500 pesos e incluye Levetiracetam de 500 mg, Diazepam de 5 mg y Levomepromazina.

Algo imposible de solventar para María, que actualmente está desempleada, vive en la casa de sus padres en Moreno, y sobrevive a través de donaciones.

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En un pedido desesperado de ayuda, María dio a conocer su caso a través de las redes sociales. Su historia conmovió a Florencia Mangialavori, abogada, madre de tres hijos, que decidió recurrir a la Fundación Saun para iniciar una campaña solidaria. El objetivo es que Martina acceda a una obra social para conseguir el alimento que necesita.

“La causa me llego al corazón, como mamá entiendo lo difícil de esa situación. No se trata solamente de vivir con determinadas limitaciones, sino también que así, María no puede disfrutar a su hija”, detalló Florencia.

"No hay una cura para ese síndrome, no existe, pero son posibles mejores condiciones de vida”, le explicó a Infobae.

Florencia, que es abogada, buscó otra manera de obtener asistencia para madre e hija. “Empezamos contactándonos con la Superintendencia de Salud, que nos derivó al Ministerio de Salud y de ahí nos derivaron a Incluir Salud Buenos Aires”. Sin respuestas, acudieron a la Defensoría del Pueblo, para acelerar las gestiones, y aún siguen a la espera. Agotaron los recursos con un petitorio de firmas en Change.org.

María tampoco puede salir a buscar un empleo en este momento, ya que Martina requiere 24 horas de asistencia. “Se anotó como monotributista social y seleccionó la opción de la obra social Incluir Salud, pero aún no tiene novedades al respecto. por lo que está desamparada. ”

Es por eso que junto a Saun, y a través del hashtag #CalidadDeVidaParaMartu, hoy piden solidaridad: “es lo único que podemos hacer es Martu viva lo mejor posible, y su mamá disfrute de su hija".

Para ayudar a Martina ingresar a: www.saun.org/casos/caso/martinaxflorencia

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